Encanto forestal (Closed with mounee)
#1

(Note: My apologies for the english readers/speakers, but as you can see in the title, this story will be written entirely in spanish. I suppose the majority of visitors of this site may not know the language, but this is a very desired project. If you think you can read it, then I hope you enjoy it Shy )

La siguiente historia toma lugar en una pacífica región, bañada por una fría luz solar que diariamente fluye entre la sombra de los árboles. A través del denso follaje, se abre paso un macho de cuernos extendidos, con flauta en mano y vistiendo nada más que un ligero retaso de tela para cubrir sus genitales. La prenda está impregnada de su fuerte aroma, pero él no lo nota. En su mente solo flota el hambre que siente. Al divisar una granja en el campo cercano a su bosque nativo, se dirige hacia allí, esperando encontrar un humano amable que le ofrezca alimento y un escape a la soledad que se vive en la naturaleza. Claro que tiene otros amigos faunos, pero en sus costumbres, los viajes en solitario son lo común. ¿Qué encontrara en esa modesta casa de campo que sus ojos ven?

Nombre: Rheiki
Especie: Fauno/Masculino
Segundo género: Alfa
Edad: 32 años (Esperanza de vida similar a la humana)
Descripción: 1.90 metros de alto, cabello negro rizado, pelaje negro, cuernos en punta, largos y no encorvados, piel bronceada, ligera barba, genitales grandes pero no desproporcionados, mucho vello corporal, complexión atlética pero sin músculos marcados. Ojos verdes.
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#2

(I also apologize to English-speaking readers, but it excites me to express myself in a language speaking almost 600 million people in this world)

Nombre: Unai
Especie: humano/ masculino
Segundo género: Omega
Edad: 16 años
Descripción: 1.68 metros, su figura es esbelta de líneas armoniosas y volúmenes suaves, es atlético porque su actividad física como pastor de un rebaño de ovejas le mantiene flexible y ligero. Su piel es blanca sonrosada, no tiene vello corporal ni tampoco lunares ni manchas. Las facciones de su rostro masculino son también suaves y hermosas, enmarcado por una melena de un rojo dorado como una llamarada de fuego cuando corretea por los prados. Los ojos son de un tono azulado que cambia de intensidad según sus emociones. La boca carnosa y sensual, la sonrisa amplia y luminosa. Es un muchacho absolutamente virgen aún, no ha conocido varón ni hembra.

A esa hora de la mañana, cuando los tibios rayos de sol comenzaron a calentar el aire, Unai, sintió la necesidad de meterse en el pequeño riachuelo para darse un baño. Las aguas estaban cargadas de truchas fértiles que se disponían a depositar sus huevos metros más arriba. El muchacho reía a carcajadas al sentir cómo los peces saltaban entre sus muslos y brazos desnudos. Era una sensación muy placentera y estimulante. Pura vida.
De repente, ese olor...
Unai, estaba familiarizado con todos los aromas animales y vegetales del bosque, pero lo que percibieron sus fosas nasales era muy diferente a todo lo que había experimentado antes. Aquel fuerte olor - intenso, seductor, hipnótico - hizo que sus pequeños pezones rosados se abriesen como dos brotes florales.
Sintió una presencia oculta bajo los matorrales del suelo, el brillo verdoso de unos ojos hermosos y fascinantes. Unai pensó que podía tratarse un jaguar, pero el olor que despedían las glándulas masculinas de aquel ser le tenían completamente hechizado.
- ¿Quién eres?


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#3

Al no recibir respuesta alguna en la granja, Rheiki se dispuso a darse un baño en el riachuelo cercano. Despues de todo, lo necesitaba. Sus salvajes axilas se lo recordaban cada vez que levantaba los brazos.

- Que suerte la mía, con el amor que le tengo a las duchas - Penso sarcásticamente el fauno, agachándose para esquivar unas cuantas ramas de árbol. Ya divisando el agua, apunto de quitarse su "taparrabos", el macho diviso una hermosa criatura. La voraz llama que tenia por cabello hizo suspirar a Rheiki, y para ser honestos, la imagen completa de ese tierno cuerpo desnudo no fallo en estimular su durmiente miembro. Eso sin mencionar que el virginal olor de humano omega empezó a llenar sus pulmones, acompañado de esa preciosa risa y la interacción con los peces.

Tan hipnotizado estaba, que la pregunta formulada por aquel ángel apenas si llego a sus oídos. Lentamente salio el fauno de su escondite, manos parcialmente arriba en símbolo de paz.

- Mis saludos. Lo siento si te asuste. Solo soy un fauno que buscaba un lugar para descansar y asearme - Dijo Rheiki con una sonrisa sincera, rezando a los espíritus del bosque para que el pastor no notara su pene, cambiando sutilmente bajo la tela.
- No te preocupes, veo que ya estas ocupando este sitio. Si gustas puedo buscar otro granjero que me ayude -

Antes de que pudiera seguir, un repentino "no" fue pronunciado. Esto sin duda capto su curiosidad, pero recordemos, que el viajero por ahora lo único que busca es un escape a la soledad del bosque. Amistades entre su misma especie son reales pero distanciadas. Cuando se trata de otras criaturas, los faunos prueban ser amigos fieles e inseparables. En lo profundo de su mente, a el le gustaría que eso pudiera pasar con este hermoso pastor.

...
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#4

Unai siguió el rastro de aquella presencia por entre las hojas y los árboles hasta que escuchó la hermosa voz que le dio respuesta. Se giró y vio la figura masculina de un joven hermoso de cabellera oscura en el agua. Sin duda alguna, era rápido y se movía con agilidad por el bosque. Unai había oído muchas historias sobre faunos que le contó su madre pero hasta ese preciso momento nunca había visto a ninguno. El sol de la mañana recortaba la figura del fauno al contraluz dándole una apariencia aún más mágica y seductora. El agua le cubría hasta la cintura y los movimientos de remo que el visitante hacía con los brazos resaltaban los volúmenes de su torso, hombros y bíceps.
Entonces le vio acercarse y salir del agua al tiempo que se le hablaba a Unai. Fue una visión realmente impactante lo que los ojos del pastorcillo vieron en ese momento: El fauno era un joven alto, fuerte, dueño de una figura asombrosa y espectacular. Ese cuerpo cubierto de un sedoso y abundante vello oscuro, los muslos bien formados y sostenidos por ese par de patas con sólidas pezuñas sedujo a unai por completo. Vio como el agua se escurría por entre las ingles del fauno proporcionándoles un brillo y espesura espectaculares. Aquel ser emanaba una masculinidad prodigiosa, una fragancia viril que embriagaba como el incienso de los festines de primavera. Unai de manera espontánea y natural se cubrió el sexo con sus manos, no por pudor sino más bien por el respeto y admiración que le provocaba el visitante.
- No...
Se atrevió a decir el pastorcillo
El fauno que momentos antes hizo intención de marcharse, giró la cabeza con sonrisa maliciosa.
"No , no te vayas"- respondió el omega- Yo tenía intención de hacer una hoguera para calentarme después del baño. Mi madre me ha metido en el zurrón varias cosas para el almuerzo... puedo compartirlo contigo, si tienes hambre.
Unai, era un joven tímido y reservado. Nunca hablaba con extraños pero la fascinación que le producía aquel hermoso ser le hizo ser más osado de lo habitual.
- Me llamo Unai, esas ovejas blancas que ves en la colina son mi rebaño. Ahora están alimentándose de hierba fresca y aquella silueta que ves correteando entre ellas es Oriol, mi perro.
Entonces los dulces y virginales ojos del chico vieron lo que momentos antes no se atrevían a mirar... la protuberancia que asomaba bajo la tela que cubría la entrepierna del fauno. El muchacho no entendía por qué aquel olor y aquella presencia le calentaba la sangre, era como estar bajo los efectos de una fiebre dulce que excitaba sus sentidos. Se vistió con su túnica y empezó a encender el fuego.


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#5

La timida mirada de Unai despertaba en Rheiki una ternura difícil de describir, con el instinto inmediato de proteger al pequeño bajo el calor de su cuerpo. El impulso se volvio casi irresistible cuando escucho esa diminuta voz, formar tan dulces palabras.

-Bueno, es muy amable de tu parte. Si tengo hambre, pero no me gustaría aprovecharme- dijo el, manteniendo su voz calmada e intentando desplegar una sonrisa menos picara, más amigable. Tal vez lo logro al fijar su mirada en el rebaño, disfrutando más de esa angelical voz.

-Unai. Nombre muy original debo decir. Un placer conocerte, me llamo Rheiki- el fauno extendió su mano para saludar, con el pastorcillo ya vestido y su exceso de almizcle de alfa lavado en la fresca agua. Gratificante fue ver la sedosa piel de Unai rozando la suya, manos unidas en el gesto de una posible amistad y robandole un tono facial rosa al adolescente.

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Disfrutando de la improvisada cena, los modales de Rheiki se tomaron un descanso, dejando al alfa con sus patas abiertas y tela a duras penas cubriendo su sexo. Sus testículos...... no contaron con la misma muestra de pudor, quedando un poco expuestos. Sin embargo, su cerebro aun no registra esto. La mayor parte de su vida ha estado solo o en cortas excursiones exclusivas de dominantes. Recuerda con gusto las veces en que luchaba con sus hermanos en el lodo, riendo a carcajadas cuando traseros o partes nobles terminaban en la cara de alguien.

Volviendo al presente, el fauno toma mejor postura y entabla conversación.

-Asi que, como te trata la vida de pastor Unai? Es relajante como muchos dicen?-

...

(Gracias por las imagenes. Son geniales)
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#6

A Unai también le gustó el contacto de la mano del fauno, una corriente eléctrica invadió su cuerpo tras el contacto. La piel tiene su propio lenguaje y el tacto de aquella mano tan fuerte, caliente y masculina, estremeció al Omega. El nombre de su acompañante le resultó muy musical y estimulante sobre todo por la forma en cómo lo pronunció el fauno al presentarse remarcando la primera consonante "RRRheiki"
- A mí también me gusta, el tuyo.... Rheiki. Suena muy bien
Al calor de la hoguera, ambos se relajaron y fueron tomando confianza. Unai tenía la cabeza inclinada sobre el fuego mientras preparaba la cena, su melena pelirroja adquirió el reflejo de la lumbre. Aunque no se atrevía a levantar la cabeza, sabía que el fauno le estaba observando... alzó la vista y le sonrió tímidamente. Se miraron. El silencio habló por ellos.
Al ver que al pastorcillo le costaba cortar un trozo de queso ahumado con una navaja mal afilada y temiendo que pudiese cortarse un dedo, Rheiki se ofreció a hacerlo. Al muchacho le gustó ese gesto por parte del fauno, una muestra de amabilidad y compañerismo, al tiempo que pudo contemplar cómo sus bíceps aumentaban de tamaño con aquella acción.
- Gracias
El Omega le contó un poco de su vida a su acompañante.. Vivía en la granja con su padre, un hombre autoritario, su madre, y su hermanastro. De la unión de su progenitor con su primera esposa, nació Belver, su hermanastro. Es un muchacho dominante y de mal carácter que a sus 21 años se creía con el derecho de imponer su voluntad a los que le rodeaban. Trataba con desprecio y malas maneras a Unai.
También le contó al fauno que disfrutaba llevando a sus ovejas a pastar a la colina para alejarse un poco de su padre y hermanastro. Unai no tenía amigos, por eso la posibilidad de haberse encontrado con uno - uno tan especial - le llenaba de alegría.


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#7

Su mirada se desviaba a ese rojo que parecía carmesí lleno de pasiones ocultas. Sin embargo, Rheiki no quería someterse a sus instintos animales tan rápido. Tras su ultimo, largo viaje, lo único que quiere es reír un poco y hablar con este bello, nuevo conocido.

Después de unos segundos atrapados en los ojos del otro, el fauno rió y calmo un poco el ambiente.

-Eh colega, estas bien? aun no me has contestado- sonrió el alfa, acariciando su panza como símbolo de agradecimiento por la comida. -Esta bien, eres hombre de pocas palabras, lo respeto. Mi hermano es igual a ti *carcajada*. En fin, te gustaría escuchar una tonada para recibir bien el medio día? Una buena melodía de esta flauta arrulla a quien sea- Aseguro feliz el viajero del bosque.
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#8

- Tú también tienes un hermano? le respondió Unai, espero que no se parezca a mi hermanastro.
Cuando escuchó la melodía que el fauno hizo sonar de aquella flauta, se estremeció. Nunca antes había oído algo semejante.... de nuevo, volvió esa especie de fiebre que encendía sus sentidos.
Era una música que invitaba a la alegría, a la pasión, a disfrutar de la vida..

- Uff, es una pasada lo bien que tocas esa flauta. Eres un verdadero artista, Rheiki. Me encantó esa tonada.

Y de repente, ese olor, ese aroma que despedía el fauno y que a Unai le hacía entrar en una especie de subspace sin poder explicarse aún por qué experimentaba esas sensaciones tan extrañas. El pastorcillo no era consciente de que la presencia del fauno le provocaba entrar de algún modo en una especie de "celo animal".
Unai no había tenido contacto íntimo con ningún ser humano, no sabía qué le estaba sucediendo en aquellos momentos. Sólo sabía que se sentía muy bien en compañía de su "nuevo amigo".

- Rheiki ¿me enseñarás algunos secretos ocultos del bosque? mi madre siempre me dice que tenga mucho cuidado con la raíz de la mandrágora, que ni tan siquiera la toque con los dedos ni la mire si sale a la superficie de la tierra.

El fauno no se dio cuenta que al cambiar de postura. el taparrabos se escurrió entre sus velludos muslos dejando asomar uno de sus abultados testículos. Unai quedó turbado por aquella visión "son casi tan grandes como los de un potro" dijo para sí mismo y se ruborizó al compararlos mentalmente con los suyos. La naturaleza le hablaba al oído sin herirle... "ser sumiso no significa que seas débil sino simplemente que él es más fuerte. El es orden de las cosas, la jerarquía natural y sus leyes". Unai estaba escuchando sin darse cuenta a su propia voz interior, descubriendo su verdadera naturaleza: la adoración y admiración al Macho Alfa.

Esta vez sí fue capaz de mirar a los ojos del fauno. Quedó hipnotizado por la belleza que transmitían esos ojos verdes... luego, inclinó la cabeza.


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#9

Rheiki sintió calidez en su corazón con la admiración que desprendía el joven. Las notas salían con facilidad de la flauta, uniéndose en una pintura única, si agregamos la rojiza melena de Unai bailando con el viento. Al terminar, aprovecho el momento para estirar sus músculos.

- Me alegra que te haya gustado Unai. Cuando quieras otra melodía solo dímelo, oh y si, tengo hermano - pauso brevemente para disfrutar de su bebida -*risa* tu hermanastro no puede ser tan malo pequeño- amablemente revolcó un poco el cabello del omega con su áspera mano.

Al cruzar miradas de nuevo y ver el gesto de sumisión del pastor, el instinto protector del fauno casi lo hace perder el control. A pesar de eso, aun le queda algo de compostura al gigante y sabrá como usarla.

- El viento arrecia fuerte hoy, hace frió. Seria indecente de mi parte proponer un abrazo y descanso para guardar calor? No se si sea un gesto normal entre humanos. Los faunos lo hacemos todo el tiempo - Dijo con una sonrisa. -Oh, ya se! En vez de eso podría cargarte en mi espalda y así los dos atraparíamos unas cuantas manzanas - Su mirada desprendía el brillo de un infante, a pesar de su amenazante forma de alfa.

...
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#10

Aquella caricia en su pelo por parte del fauno estrechó los lazos de amistad entre ambos. Para Unai aquel gesto sin contenido sexual y espontáneo fue interpretado por el omega como un ¿vamos a ser amigos, verdad? y en cierto modo le tranquilizó porque el chico a diferencia de Rheichi no tenía amigos y en su familia, a excepción de su hermanastro, tampoco tenía la posibilidad de jugar y divertirse con otros chicos de su edad y sexo.
El fauno representaba para el sumiso ese amigo que nunca tuvo y al que le gustaría parecerse.

- Bueno, tal vez tengas razón, Rheiki.. y mi hermano Belver no es tan malo como quiere representar. Cuando su madre murió hace sólo dos años, fue cuando se enteró que nuestro padre tenía otra mujer y otro hijo - mi madre y yo - aquello no le gustó nada y creo que aún no lo ha superado.¿sabes? a mí me hubiese gustado que entre mi hermanastro y yo nos llevásemos bien, poder divertirnos y perseguir ninfas por el bosque jajajjajaj... ¿Son tan hermosas como dicen?

En aquella remota zona nórdica, el clima era muy cambiante y sorprendente. Las cálidas nubes dejaron paso a un aire frío y huracanado. La hoguera se apagó. La propuesta de abrazo por parte de Rheiki fue bien aceptada por parte del chico.

- Claro que sí, amigo. Es nuestro primer abrazo de amistad que ojalá sea fuerte y duradera. (Unai colocó una mano sobre el hombro del fauno) Rheiki estoy muy feliz e ilusionado de ser tu amigo. Te prometo que nunca te traicionaré. Te respetaré siempre y jamás diré ni insinuaré nada que sepa que pueda herirte o molestarte. Por favor, confía en mí.

Aquel abrazo sincero y cálido sentaba tan bien y era tan reconfortante! Unai pudo percibir el olor del macho Alfa con mayor intensidad, pero en esta ocasión en lugar de turbarse sexualmente, pensó: "Me gusta el olor de mi amigo, quiero oler como él"- No hay nada tan humano y misterioso como el olor de los cuerpos. Sí es un auténtico misterio... cuando se gustan y se sienten cómodos, significa:"tu físico me atrae". Pero Unai tras lo momentos previos de confusión "inconsciente", ahora sólo deseaba impregnarse del aroma de su nuevo compañero y amigo. Era feliz de contar con un compañero tan fuerte, alegre, misterioso y que tocase tan bien la flauta.

- Yo sólo me abrazaba a mi madre cuando era más pequeño. No sé, creo que los humanos no solemos hacerlo mucho.
Ante la proposición del Alfa de subir al sumiso sobre la espalda, soprendentemente a Unai no le causó ningún desconcierto... se dejó llevar por un impulso sincero y verdadero y accedió. Aquel cuerpo fuerte y masculino despedía un calor muy agradable.. Unai rodeó el cuello del fauno con su brazos y apoyó su cabeza muy cerca de la cornamenta. Aquella cabellera oscura olía a noche oscura del Trópico, a musgo y orquídeas salvajes, a madera e incienso. lomos de delfines y animales marinos. a nueces, clavo y azúcar, y a muchas cosas más.. ¿Es así como huelen los hombres? pensó Unai. pero no era momento para pensar sino de disfrutar de la compañía de su colega. Cuando el fauno se incorporó y colocó su centro de gravedad y equilibrio sobre sus pezuñas, al sumiso le fascinó esa sensación de poder y vértigo subido a lomos de aquel hombre tan sorprendente.
- Wow, es genial Rheiki! Puedo alcanzar las manzanas más sabrosas y de mejor tamaño. ¿Cuales son las que más gustan?
Alcanzó una de un hermoso rojo púrpura y la llevó a la boca del fauno. Pudo oír el crujido de la carne jugosa de la fruta cuando Rheiki dio el primer mordisco, sus dedos se llenaron de saliva y zumo.. pero no le importó. Al contrario, de manera espontánea y amistosa quiso compartir aquella deliciosa manzana con su compañero.
- ¿Verdad que está deliciosa?


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#11

- No quiero sonar rudo, pero tu padre, con varias familias? Oh Unai, lamento escuchar eso, y también lo lamento por Belver. Nosotros los faunos repudiamos la infidelidad - expreso en un tono algo serio el fauno mientras disfrutaba de la cercanía del humano. Al mismo tiempo agradeció la relajada forma en que su nuevo amigo cambio el tema, mostrando su fortaleza emocional, típica de omegas. - *carcajada* no se los recomiendo pequeño. Sin duda son hermosas las ninfas, pero al mismo tiempo son bromistas y muy selectivas. Nunca te acercaras a una a menos de que ella lo desee y créeme, nunca lo hacen - finalizo en un tono gracioso el viajero.

Luego, el gesto de amistad derritió su corazón, y Rheiki no dudo en rodear el bello pastorcillo con sus abrazos, acariciar su salvaje cabellera, rozar su pelaje con esa sedosa piel y cubrirlo tiernamente de la helada brisa. -También prometo no lastimarte Unai, gracias, mil gracias. Se que esto a lo mejor es muy rápido pero una vez que a nuestra especie le agrada una persona, nos gusta hacerla nuestro colega - sonrió.

Posteriormente reían los amigos, uno en los hombros del otro, luciendo casi como hermanos. -Estas bien allá arriba U?- pregunto afectuosamente Rheiki, disfrutando a mas no poder del calor proveniente de ese dulce cuerpo. (Claro, no olvidemos el embriagante olor a a omega virgen, suprimido en un rincón de su mente). La manzana fue un gran detalle. - gracias amigo, esta deliciosa - murmullo mientras masticaba, sonriendo al saber que había tocado con su lengua los angelicales dedos del chico.

- Atrapa más, mi estomago no tiene fin! - Así continuaron por casi una hora, entre carcajadas y amistoso silencio.

...

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- Bueno, supongo que.... tienes que volver con tu familia - dijo en tono triste el alfa, acariciando a Unai en una mejilla.
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#12

- Sí, pronto será noche cerrada y aparecerán los lobos. Por mí no tengo tanto miedo pero mis ovejas sí que corren peligro si las rodean una manada grande.
Silbó con dos dedos y Oriol , su leal labrador de color chocolate, se encargó de reunir a todo el rebaño y prepararlas para el regreso a la granja. Unai no quería separarse de su amigo, por primera vez en muchos años se sentía protegido y lleno de júbilo. Tenía las mejillas muy encendidas a causa de esa "extraña fiebre" que le provocaba el deseo de dar y recibir abrazos, pestañear lágrimas de dulzura con sus ojos, y no parar de sonreír... ¿Qué me está sucediendo? ¿habré cogido frío y me estoy poniendo enfermo? - se preguntó en silencio - pero no me encuentro mal ¡todo lo contrario! es una felicidad que embriaga todos mis sentidos como el vino que sirven en las ceremonias y festines.
Cuando el fauno empezó a saltar y a correr, Unai se estrechó aún más él. Las melenas de ambos se unieron al viento... el omega sintió la red entrelazada de músculos del macho Alfa entre sus muslos, se estremeció con el calor de su sangre y esa piel masculina tan vibrante...
- Agárrate bien a mí y no te caigas - dijo Rheiki
Unai se aferró como la hiedra a un muro sólido, apoyó su rostro en el cuello del fauno y en sus brazos pudo notar los fuertes pectorales de su amigo.
Rheinki, ejecutó saltos aún más impresionantes con el fin de que Unai pudiese atrapar las manzanas más selectas y apetitosas. Luego, tomaron un descanso, pero el chico no quería separarse de su amigo. Hacía frío y se estaba muy calentito entre aquellos brazos y entre el sedoso pelaje de muslos y patas del Fauno. Le divertía y encantaba dar de comer a su amigo..las carcajadas de Unai eran pura música.
- ¿Tienes más hambre? jajjajjajaj.... no. no, yo, déjame que sea yo quien te de comer, por favor. Y volvía a reír, a mirar a su amigo, a limpiarle el jugo de la fruta que goteaba sobre el pecho y la barba del Fauno. La próxima vez que nos veamos te voy a traer una comida deliciosa, vale?
Entrechocaron las palmas de las manos para hacer un trato entre colegas.
- Rheiki, por favor... no me abandones, ¿Puedo ser tu amigo? dijo esto último cuando ya estaba cerca de su casa y procurando que su amigo no viese que se había ruborizado hasta la raíz del pelo.
- ¿Cómo puedo encontrarte?
"Unaiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii"..... era la voz de su padre llamándole.
- Hasta pronto Rheiki. Tengo que entrar ya a casa.
Su mirada dijo mucho más de lo que él no era consciente, era una mirada abierta al amor aunque Unai no sabía aún que el amor existía.
El Fauno desapareció entre las hojas como un suspiro fundiéndose con las sombras y la respiración natural de los árboles.
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Cuando la familia se reunió para la cena, oyó exclamar a Belver:
- ¿Qué es ese puto olor? ¿De dónde viene?
"Unai, te has lavado para sentarte a la mesa?" le ordenó su madre
- Sí, mamá.. hace apenas un rato me estuve dando un baño en el río..
"Es un olor muy fuerte, hijo. Debe ser que los carneros estén excitados por alguna de las hembras que haya entrado en celo"... Unai, dedujo al instante cual podría ser el motivo pero no quería deshacerse del olor con el que su amigo le había impregnado. Sentía que su amigo estaba aún con él, protegiéndole con sus fuertes brazos.
- Ese olor no proviene de los carneros - afirmó con rotundidad el hermanastro de Unai - sino de un animal macho más grande y potente.
- ¿Dónde has estado y con quién te has revolcado imbécil? le gritó al chico agarrándole del cuello.
- Belver, no le hables así a tu hermano pequeño. Intentó mediar la madre.
Unai se dirigió a su habitación disculpándose ante su familia y dando la excusa de que esa noche se sentía muy cansado y prefería ir a dormir sin cenar.
De madrugada, en la oscuridad y mientras Unai dormía abrazado a la almohada, la puerta de su habitación se abrió con mucho sigilo.
Alguien deslizó las sábanas para dejar al descubierto el cuerpo desnudo del muchacho.. los hombros, la suave curva de su espalda, las nalgas pequeñas pero redondas y bien formadas se distinguieron en la penumbra. De repente, alguien encendió una vela y se acercó aún más a Unai para separarle con mucho cuidado los muslos.. se trataba de Belver, su hermanastro que en su delirio estaba convencido de que el chico había mantenido relaciones sexuales con un macho.
La luz de aquella vela no dejó lugar a ninguna duda: el pequeño, estrecho y rosado agujero del muchacho estaba intacto, virginal, como el botón tierno de una rosa que aún no conoce la luz del sol, dormido y custodiado por los dos hemisferios carnosos de aquel culo tan suave y tentador.
- Este cabrón está en celo y estoy convencido que ha atraído a algún semental.- Susurró entre dientes el hermanastro antes de apagar la luz de la vela - le vigilaré más de cerca.
Mientas se alejaba de la cama del durmiente y desaparecía por la puerta fue dejando un rastro de gotas de fluido preseminal que fue esparciendo su potente verga en erección. Más tarde, Belver no tuvo más remedio que masturbarse en un lugar semioculto del granero y al refugio de la luna.
- Maldito seas, Unai, maldito seas-- gritó mientras se desahogaba y vaciaba el contenido íntegro de sus testículos.


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#13

- Ey, ey colega, no te dejare. Hoy creamos un vinculo que no quiero romper - susurro Rheiki agachándose y tomando en sus brazos esa hermosa, sonrojada, redonda cara. -Ademas, si lo hiciera, quien me ayudaría a coger las más dulces manzanas eh? - Eso le robo una sonrisa a los dos.

Cuando escucharon al hombre, el fauno abrazo a su amigo aun mas fuerte. - No sera difícil encontrarme pequeño. Me quedare cerca e intentare visitarte todos los días, vale? En el riachuelo - Eso calmo al pastorcillo, su mirada valiendo más que las gemas preciosas usadas por reyes. El viento ayudo a esparcir ese casto olor de nuevo, dejando al macho en las nubes.

- Cuidate dulce principe - Susurro.

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No se alejo mucho el alfa, recibiendo el brillo de la luna con la granja aun en la distancia. Afortunadamente la noche no lo atrapo solo. Un grupo de humanos, elfos y centauros viajeros se cruzaron con el y lo aceptaron en su campamento improvisado, aprovechando sus direcciones para la zona y disfrutando la suave música naciente en su flauta.

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Medianoche. Rheiki no puede dormir bien. En sus sueños hay una magnifica figura masculina, danzando acostada entre sabanas rojas y frondosos campos de trigo. No puede ver su cara, pero el trasero desnudo de ese espejismo sin duda estremece al macho. Un rosado agujero, coqueto, pequeño, en lubricación natural para recibir la fuerza de una verga dominante se acerca a el. De pronto, la realidad...

Sin más problema se levanto, alejándose un poco de las carpas en total sigilo. Sonrió un poco al ver el largo miembro de un centauro dando pequeños saltos, claramente inmerso también en sueños eróticos. - Espero no lo encuentren así mañana. Tendría mucho que explicar - pensó.

Apoyándose en un árbol, pudo ver con mas detenimiento como su propio pene se erguía furioso bajo el cobertor, dejando largas gotas de liquido pre seminal fluir hasta el suelo. Sentía también sus bolas calientes a pesar del frió, pesadas e incluso sudorosas. El fauno no encentro más remedio que masturbarse, jadeando y pensando en el por que de todo esto. Su denso semen marco el tronco del árbol, acompañado de un callado gruñido. Como si fuera poco, el varón orino (muy a gusto) en el césped cercano, instintos gritándole en el oído para marcar territorio. El chorro dorado cayó caliente, con larga duración, dando la impresión de liberar calor visible.

- Bueno, esto es nuevo -
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#14

(Wow, espectacular. Me encantó. Esta noche lo soñaré todo) :)
Unai, tampoco podía dormir. Esa "extraña fiebre" se apoderaba de todos sus sentidos.. "Rheiki, Rheiki" susurraba en sueños con la frente sudorosa y en medio del delirio.
- Hijo, ¿estás bien? - había despertado a su madre quien le trajo un vaso de leche tibia con miel - tómate esto, Unai, no es bueno irse a la cama con el estómago vacío. Estás creciendo y necesitas alimentarte.
- Mami, dame un abrazo. Se aferró al regazo de su madre y la cubrió de besos.
- Anda, anda... que ya no eres un niño. (Le palpó la frente) la temperatura es normal, no parece que estés enfermo. ¿Te pasa algo, Unai? ¿alguna cosa que te preocupe y te tenga tan inquieto?
Unai tenía centrado su pensamiento en el Fauno. Ardía en deseos de contarle a su madre que tenía un amigo, describir lo atractivo, fuerte e interesante que era aquel hombre de los bosques... entonces, su madre percibió el olor impregnado en el cuerpo de su hijo. Como mujer era sensible a la llamada de un macho, reconoció las feromonas que provienen de las glándulas masculinas.
- Unai, a mí no me engañas. ¿Con quien has estado esta tarde?
- Con nadie, mami. (bajó la cabeza y se ruborizó. Él no sabía mentir) Bueno, ya sabes.. los matorrales están húmedos siempre por los muchos animales que vienen a marcar su territorio, lo impregnan todo con su olor y sus orines. Debe ser eso..
Ruth (la madre del chico) había traído un cuenco de agua tibia y jabón para lavarle. Unai, dio un brinco y se negó.
- Unai, el olor es muy fuerte. Tu padre está nervioso y tu hermanastro ya viste cómo reaccionó. Eres muy joven aún y no entiendes que los hombres Alfa se inquietan y se ponen furiosos cuando huelen a un competidor cerca. Deja que te lave y te perfume, hijo.
- No! noooooooooo! quiero que esté conmigo, quiero oler a él
Aquellas palabras alarmaron a Ruth.
- ¿De quien hablas? decididamente estás enfermo. Mañana te quedarás en cama hasta que se calme ese desvarío. Ahora, sé obediente y deja que te quite ese maldito olor de tu cuerpo. Noquiero tener problemas con tu padre y con el bruto de su hijo.
Ruth apartó las sábanas y comenzó a lavar a su retoño con el cariño y mimo propios de una madre. "Cómo ha crecido y qué hermoso es" pensó. Un cuerpo atlético de muchacho pero de líneas suaves y delicadas. El agua y el cuidado de aquellas dulces manos aplacaron la fiebre de Unai y refrescaron su cuerpo. Pero, de repente, comenzó a llorar. Sintió que le arrebataban a su amigo y tuvo miedo de no volver a verlo más.
- Unai, me vas a decir de quien se trata?
- Es un fauno.
La madre dio un salto como mordida por una serpiente. El chico se adelantó antes de que su madre dijese nada.
- Mamá es un fauno muy bueno y encantador. Es alto, fuerte, muy hermoso y tiene buen corazón. Tienes que ver sus ojos, mami... son limpios y soñadores. Es el amigo que siempre soñé tener y es un verdadero artista, tendrías que escuchar cómo toca la flauta.. hasta el viento enmudece y los pájaros quedan en silencio cuando su música lo impregna todo con su encanto y magnetismo.
La madre se acercó al oído de su hijo para asegurarse de que sus palabras iban a ser oídas sólo por ellos dos.
- Escúchame y presta atención: arráncate esa locura de la cabeza (no se atrevía a pronunciar la palabra "fauno") no lo volverás a ver nunca más,¿entendido?
- Mami...
- Silencio! ¿Estás loco? ¿quieres buscarme la ruina y provocar la ira de tu padre? nos repudiaría y expulsaría de su casa. No quiero hblar más, me has partido el corazón. Mañana hablamos con más calma.

Unai hundió el rostro en la almohada para sofocar sus lloros y gemidos. Estuvo un largo rato así hasta que le venció el sueño..
"Rjeiki, Rheiki.. " le llamaba, pero no utilizaba las palabras amor, te amo, te necesito, porque sus emociones aún no tenían palabras, sus sentimientos hacia otro hombre eran tan vírgenes como él mismo. Unai no conocía aún el amor pero ya lo sufría, no sabía aún lo que era el deseo pero una especie de hambre - no de comida - le nacía del vientre y hacía florecer sus rosados pezones en delicados pétalos. Profundamente inconsciente, absolutamente dormido, el omega arqueó su cuerpo y tuvo un orgasmo... pero fue un orgasmo "interno" desde sus entrañas vírgenes que lubricaron su pequeño orificio y humedecieron sus nalgas.


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#15
Big Grin 

(¿Que esperabas? Tus detalles y amor por olores me tienen cautivado. Estaría bien en un futuro introducir flatulencias? No como algo erótico, sino como algo ocasional y cómico) :D

Tras conciliar unas pocas horas de sueño, el fauno se levanto y desayuno con el grupo de viajeros. Posteriormente ofreció sus más sinceros agradecimientos y se dirigió al riachuelo donde hace un día conoció al chico más bello del campo. Sabia que era muy temprano para su encuentro, así que camino con calma la corta distancia y se dio un baño completamente desnudo, aprovechando que no había señal del humano. Arriesgándose a ser avistado, tomo en sus manos su erecto miembro y lo estimulo hasta pintar de blanco un matorral cercano, poco después bañado en fuerte marca dorada.

- ¿Por que este calor? - Se pregunto a si mismo.

Paso a lavar el resto de su cuerpo, admitiendo que realmente apestaba, con una pequeña revisión a sus axilas. Desde sus cuernos hasta sus patas, pasando por sus gónadas, todo quedo limpio para recibir a su amigo. Amigo que con el pasar de las horas no llegaba. Eventualmente Rheiki se preocupo. Tomo rápidamente su taparrabos y tras pensarlo unos minutos, se aventuro en las cercanías del terreno familiar. Desde la dirección que venia, lo primero con lo que se encontró fue el granero, donde un joven alto y de rostro amargado organizaba unos barriles vacíos.

- Ha de se Belver. Ya veo porque mi príncipe no se lleva bien con el - Penso.

Aprovechando el buen baño que se dio, y el hecho de que su preocupación por el humano mato su olor lascivo, el alfa se infiltro en las tierras. Paso por detrás del hermanastro sin problema, caminando unos cuantos metros hasta ver a Unai sentado en la entrada de la casa. Por supuesto se escondió en una pequeña zona arbolada, pero lo que vio partió su corazón. El joven tenia una mirada perdida, triste. Sus ojos enrojecidos al parecer por llanto. Emanaba un olor cargado de estrés.

El instinto protector de Rheiki casi revela su escondite, haciendo correr y abrazar a su pastorcillo. Sin embargo, supo contenerse, al igual que Unai. El omega vio profundos ojos verdes a través de densas hojas, emocionándose.

- Dime que pasa amigo - Dijo R únicamente con sus labios, sin pronunciar palabra, esperando que su chico entendiera.

...
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#16

(Sí, sin problemas. Puedes incluir flatulencias o lo que te motive para sentirte lo más poderoso y estimulado. A mí también me tienes adicto a ti...) ;)

Unai estaba perdido en sus pensamientos, no entendía por qué el mundo y su familia estaba en contra de su felicidad. Hasta que conoció al Fauno pensaba que los abrazos y besos de su madre y parientes cercanos era algo agradable y hermoso, a veces, soñaba con alguien a quien besar pero sólo imagina una sombra sin rostro, una silueta sin sexo definido, una presencia casi etérea. Pero desde hacía un día sentía la necesidad de abrazar y recibir abrazos, probar el sabor oscuro de los besos.. ¿en qué consistía esta enfermedad que más que doler le hacía desear lo que no tenía, echar en falta a alguien que no tienes a tu lado?
De repente se cruzó la imagen de Rheiki en su mente... ¿por qué pienso constantemente en él? a quien echo en falta es a él, es él a quien no tengo - se dijo a sí mismo- "quiero estar junto a mi amigo". Estoy "enfermo" de Rheiki, eso es lo que me ocurre..
Vio a Belver pasar a unos metros de distancia y para evitar encontrarse con él fue a refugiarse en un lugar apartado de la mirada de todos.
Sólo sentía ganas de llorar y liberar a través de las lágrimas el dolor que le causaba la ausencia de su amigo.
No vio acercarse a Rheiki porque la falta de su olor no le anunció su cercanía. Sintió que alguien le rodeaba con sus brazos por la espalda. Se sobresaltó pero unas fuertes manos le taparon la boca justo a tiempo para sofocar sus gritos.
Su amigo le calmó, le hizo ver que estaba allí con él y que había recibido su llamada. Rheiki tenía sujeto al omega por la espalda y sintío cómo el corazón del pastorcillo latía con fuerza.
- SHhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
Unai giró su cuerpo y no pudo resistir la tentación de abrazar a su amigo. Tenía la cabeza y la vista baja porque sentía vergüenza de mostrar sus lágrimas al Alfa. Para evitar mostrarse tan sensible y vulnerable a su amigo, comenzó a hablar sin parar:
- Perdóname, Rheiki... no me sucede nada ¿sabes? creo que esa un simple resfriado, el otro día debí coger frío je je... pero no soy un chico débil ni nada de eso, eh? sólo que hoy estoy enfermito y.. y.. no me han dejado, bueno, yo no he ido al arroyo para no resfriarme más.. pero me he acordado mucho de ti y te he echado mucho de menos.. (Se ruborizó porque pensó que no debía haber dicho esto último) Bueno, los amigos se echan en faltan y es normal que quieran estar juntos para divertirse y tal... no?

Los ojos verdes del Fauno le resultaban a Unai más hermosos que nunca. La sombra de sus largas pestañas oscuras, el cabello oscuro con un brillo casi azulado, ese rostro perfectamente ribeteado por una barba ligera y suave que Unai aún no había tocado pero que deseaba acariciar porque él era barbilampiño y no tenía nada de vello en su cuerpo. Al chico le fascinaba que su amigo tuviese tanto vello corporal sobre todo desde la cintura hacia abajo.
Unai no tuvo más remedio que sonreír a su amigo, lo hizo de la manera más delicada y sincera del mundo... le pestañearon algunas gotas - esta vez de pura emoción - en aquellos ojos claros y luminosos.
- Me alegro mucho, mucho, mucho, de que estés aquí conmigo. - dijo en voz muy baja casi en un susurro.


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#17

Se movió a un rincón silencioso de la estructura con el chico en brazos para que no los escucharan. Su alma sintió un golpe bajo al ver esos dulces ojos derramando lagrimas saladas, manchando la preciosa cara que lo cautivo cuando se encontraron en el rió.
- eh colega, calma, estoy aquí. No tienes porque mentirme Unai, se que lo haces - Dijo el fauno en voz baja, llevando el pastorcillo a su pecho para que se relajara con sus latidos. - Shhhh príncipe. Todo esta bien. Me preocupe mucho cuando no te vi hace un rato. ¿Quieres contarme que paso -
Toco con su velluda mano la frente del omega, posteriormente secando las pocas gotas derramadas por castas ventanas azules. - Estas algo caliente pero no es fiebre. No te preocupes, somos amigos. Puedes contarme lo que sea -

Tras un gesto tímido y unos cuantos minutos, Rheiki escucho la historia entendiendo hasta cierto punto la preocupación de la madre. - Debí haberlo previsto amiguito, lo siento mucho. Si, los faunos tenemos un olor fuerte. ¿Te molesto sentirlo? - Pregunto recibiendo una veloz negación de Unai. - Jeje, oh pequeño, al menos tu eres liberal, te diré lo que haremos. No estoy dispuesto a perder tu amistad y menos tras un solo día. Cuando tus padres no sospechen tanto, visitame en la entrada oeste del bosque. La puedes ver desde aquí. - Señalo con su dedo hacia la zona forestal. - Te esperare ahí cada día y jugaremos sin parar. Luego te traeré a casa después de bañarnos, así no estará ansiosa tu familia, de acuerdo? -

El brillo que tomaron aquellos ojos no tenia comparación, así que fauno y humano se dieron un fuerte abrazo y separaron caminos. - Cuídate príncipe - Susurro antes de hacer un gesto gracioso, infiltrándose entre ovejas y pastizales para evitar a Belver, lo cual logro con éxito.

----------------------------------------------------

Una semana tuvo que pasar para que todo volviera a la "normalidad" en la casa de campo. Reuniendo valor para montar su fachada, Unai se disculpo con su madre, recibiendo una seria charla pero finalizada en un tierno abrazo materno. Se levanto al dia siguiente muy temprano para adelantar sus labores y para su sorpresa, termino notablemente rapido. Sin embargo, sabia que excusa usar para que su jornada en el campo pareciese larga como de costumbre.

...

El chico se adentra con miedo en el bosque, recobrando su confianza cuando ve la luz solar filtrandose alegremente a traves de las ramas, Es ahi cuando su amigo sale lentamente de los matorrales, duraznos en mano y taparrabos particularmente oloroso.

- Hola Unai!! Te tengo este regalo, espero te gusten -

...

(Espero no te haya molestado mi uso de tu personaje. Tuve que hacerlo para encajar un poco la continuidad ) :-/
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#18

(No, para nada me molesta. Tranquilo) :)

Fueron unos siete largos días que resultaron una eternidad para Unai. Durante ese tiempo el chico fue sometido a una estrecha vigilancia por parte de Belver que se había propuesto hacerle la vida imposible a su hermanastro.
Las ovejas necesitaban la hierba fresca de aquellos prados, con lo cual, la familia no tuvo más remedio que claudicar y permitir al hijo menor que las llevase a aquel lugar cerca del río. A medida que Unai se iba aproximando al "lugar secreto" el corazón le latía con fuerza porque enseguida percibió el olor del Fauno. Llevaba una túnica de lino blanca y sus piernas y muslos al descubierto porque hacía muy buena temperatura aquella soleada mañana de primavera. Cuando reconoció el árbol donde descubrió por primera vez ,como una sombra, a Rheiki; las feromonas del Alfa se volvieron más intensas y vibrantes a medida que el chico seacercaba al árbol.. sus muslos se humedecieron al rozar las hojas de algunos matorrales ¿Qué era aquello? ¿babas de caracoles? no parecía tratarse de los rastros y orines que utilizan los animales para marcar su territorio... aquel néctar blanco y lechoso cubría algunas hojas y flores. Unai no pudo resistirse a la tentación para tocarlo con sus dedos - su cuerpo se estremeció con un escalofrío - cuando comprobó la textura y densidad de aquel hermoso esperma. Aunque inconscientemente aún, la verdadera naturaleza de Unai iba emergiendo a la superficie... él aún no lo sabía pero aquella "extraña fiebre" de días atrás le estaban avisando de que él era un portador, un "carrier". Durante unos segundos estuvo dudando si llevarse los dedos a los labios para saborear aquel néctar o... ¿se trataba de la savia de algún árbol? No, Unai sabía perfectamente que aquel fluido era de un ser muy especial, provenía del señor de los bosques y dios de la fertilidad...
Sumido estaba en estos pensamientos cuando se sobresaltó al oír la voz del Fauno. Saltó de alegría al verle.

- Rheichi!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ... (se abalanzó a abrazar a su amigo) ¡No sabes cuanto te he echado de menos! las cosas se han calmado un poco en mi casa y parece que todo vuelve a la normalidad. (Al ver los duraznos) ¿Son para mí? qué bonito detalle, colega!
Empezó a saborear uno de esos deliciosos frutos pero tras dos o tres bocados le dijo a su amigo: ¿Lo compartimos?
A Unai le encantaba dar de comer al Fauno, disfrutaba viendo cómo aquellos blancos y hermosos dientes mordían con delicadeza la carne jugosa de la fruta para luego masticarla y que los jugos resbalasen por las comisuras de los labios. Le limpió la barba con una de sus manos. Unai bromeó con su amigo..
- Mira cómo te has puesto, eres un cochino jajajajaja
Al ver que Rheichi puso cara de "¿Cómo me has llamado?" el chico para continuar el juego y la broma le respondió:
¡Cochino! e incluso se atrevió a darle una suave bofetada al Fauno que le dejó realmente sorprendido.
Unai echó a correr por entre los matorrales y árboles iniciando así un juego de escondite y de caza. Rheichi que tenía en su mano todas las de ganar porque para eso era una criatura del bosque y podía detectar cualquier movimiento por el simple olor se divertía creando suspense y emoción a la caza de su amigo... Unai, se agachó como un cervatillo tratando de camuflarse en la maleza junto a un matorral de orquídeas salvajes. Ni rastro del fauno. Y de repente--
- Te atrapé!! El gigante hizo presa fácil del omega.
Rodaron por la hierba fresca, luchando entre risas y midiendo sus fuerzas como dos chicos jóvenes rebosantes de vida y felicidad. Era cómico observar cómo Unai se empeñaba en echar un pulso a su amigo y cómo éste se dejaba vencer por el chico únicamente para complacerle y jugar con él como haría un león con un cachorrillo.
"¿Cómo me llamaste antes que no lo recuerdo"? dijo el fauno retorciéndole un brazo al chico y teniéndole bloqueado con su torso y muslos. Vamos, valiente.. dime como me has llamado?
Unai le dio un suave mordisco en el bíceps y logró escaparse de nuevo... pero en esta ocasión se dirigió al agua. Su intención era seguir con el juego y cruzar a nado hasta la otra orilla pero su amigo lo alcanzó en tan sólo dos brazadas.
- Me rindo, me rindo


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#19

También fue una dura semana para el ya consciente seeder. En contraste con los eventos dados cuando conoció a Unai, su apetito sexual disminuyo gradualmente. Su potente miembro, aunque ocupaba buen espacio, se mantenía flácido la mayoría del tiempo. Rheiki aun no hacia la conexión, pero en el fondo sabia que no solo extrañaba la sonrisa de su amigo, sino su cuerpo.

Aun así, esa mañana sus testículos no aguantaron más, emanando un fuerte calor para indicar que había presión por liberar. El fauno le hizo caso a su cuerpo y rápidamente baño en blanco y dorado un matorral cercano. - Espero que el olor no moleste a mi príncipe - pensó, deteniéndose unos segundos después para analizar mejor lo que paso por su mente. - Mi? Unai no es mio, porque le digo mi príncipe? Que raro. -

Las dudas pasaron a segundo plano cuando por fin se encontraron, carcajadas y sonrisas pintando el ambiente. Hay que admitirlo, la cara del chico es ternura pura, y la comisura de esos carnosos labios rosados son una majestuoso obra para el macho salvaje. Sin nadie que los juzgara, Rheiki mordió la fruta sin limitarse, disfrutando como el néctar se mezclaba con la peste de su cuerpo.

- ¿Cochino? Creo que he escuchado eso, por las aldeas. Oh, ya se que es - Se dijo a si mismo el alfa, pero con su espíritu bromista, solo tentó al pastorcillo. - ¿Como me has llamado? - Bromeo. La caza de tan juguetona criatura fue sin duda un placer, enviando ligeras vibraciones a su antes durmiente pene, sin que el lo notara.

- ¿Amigo, donde estas? - Por supuesto sabia donde estaba el chico, pero jugar con su presa le producía una euforia nunca compartida antes. - Solo espero que no te hayas topado con unas orquídeas príncipe. Tuve que vaciar mi vejiga en ellas - Con semejante comentario, Unai libero un gemido involuntario casi imperceptible, pero suficiente para el fauno.

- Te tengo!, jaja! - Rodaron y gozaron en la hierba, la bestia ahogando en cosquillas al pastorcillo he insistiendo. La huida hacia el rio fue una buena movida, pero no suficiente. Rheiki atrapo a su amigo y con su cálido aliento envió escalofríos por espalda y cuello en un gesto amistoso. - Que escurridizo eres pequeño -

...

Pasaron unos minutos en que la emoción se disipo un poco, permitiendo al alfa pronunciar su propuesta. - Eh, colega. No quiero ser imprudente pero, ya que estamos en el río, te molestaría que nadáramos desnudos? - Dijo tímidamente Rheiki, notando como la empapada túnica de Unai le impedía moverse libremente. Sin embargo, vio al niño muy pensativo, extremadamente rojo.

- Espérame aquí por favor, tengo una idea - Propuso para darle al omega tiempo para considerarlo. Con lo que no contaba el macho, es que al agacharse para recoger un Azafrán de Monte (regalo para su dulce amigo), su mojado cobertor cambio de posición. Dando la espalda al cuerpo de agua, su retaguardia y colgantes bolas disfrutaban del aire fresco. Su agujero, aunque limpio, era oscuro y desprendía un almizcle concentrado muy fuerte. El no registro esto claro esta, y volvió al lado de Unai con cara feliz.

- Usarías esta flor para mi Unai? Creo que para ustedes varones humanos es algo raro pero no estoy seguro - Su mirada se volvió tímida. - Para mi lucirías increíble -

...
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#20

(Qué hermoso Aurion, disfruto tanto jugando contigo! me pasaría horas y horas en compañía de tu fauno. Mañana regreso a mi casa después de esta semana en el apartamento de la playa con mi madre y su novio. Tendré más tiempo y podré responder más rápido y continuado) :)

Al pastorcillo le pareció genial la propuesta de Rheiki. Aunque era tímido y vergonzoso, su madre le había educado a no sentir pudor de su cuerpo "cuando no hay nada feo que esconder, cuando no se miente y no hay malas intenciones, tampoco hay motivos para esconder ni ocultar nada" solía decirle Ruth cuando lo bañaba desde que era un niño. Unai se desprendió de su túnica y disfrutó de su cuerpo en libertad. Vio agacharse al fauno a recoger algo y entonces sus ojos quedaron perplejos por la visión: unas hermosas y peludas nalgas de macho Alfa aparecieron en primer plano, y un poco más abajo, balanceándose entre los fuertes muslos, dos enormes bolas sólidas y colgantes. No fue sólo excitación sexual lo que el chico experimentó con aquella visión, sino también sorpresa y admiración, la admiración y complicidad que surge de manera natural y espontánea entre dos personas del mismo sexo. Unai no pudo evitar la comparación: sus testículos eran rubios, sin vello y claramente de menor tamaño, pero eso no le impedía elogiar y asombrarse gratamente por la masculinidad de su amigo. Al contrario! vio a su amigo como un modelo a seguir, un magnífico semental a quien admirar. Lo realmente hermoso de Unai es que tanto su cerebro como su cuerpo son absolutamente vírgenes, no están contaminados por falsos prejuicios y absurdas ideas. Unai, había crecido en plena naturaleza y bajo la educación de Ruth, una mujer liberal y de mentalidad abierta. El cerebro y mentalidad del pastorcillo crecerá y evolucionará de manera natural, lo mismo hará su cuerpo que germinará como una semilla bajo la tierra húmeda. Pero a su debido tiempo, ahora, sólo es un muchacho con las hormonas revueltas.
Unai, no sólo enrojeció por quedarse desnudo ante aquel hermoso ejemplar tan magníficamente dotado, sino por el regalo que le hizo el fauno. Aquel gesto espontáneo y tan hermoso realmente le desnudó el alma. No entendía por qué su corazón latía de ese modo ni por qué sonreía con esa ternura que apenas podía disimular. Anteriormente admiró a su amigo por sus atributos corporales y sexuales, del mismo modo que un aprendiz admira a su maestro, un atleta admira a un compañero, etc... pero ahora era distinto: Rheiki seguía siendo masculino, fuerte, y un macho dominante Alfa, pero ese gesto reforzó su autoridad y dominio sobre el omega. Sólo un Alfa seguro de sí mismo y desu sexualidad escapaz de un gesto tan hermoso y natural. Una caricia, una muestra de ternura a tiempo puede someter más duramente a otra persona que un poderoso látigo. Unai se rindió por completo a Rheiki... tomó la flor con mano temblorosa y la olió. El dulce aroma del azafrán combinado con el almizcle que emanaba el sexo del fauno resultaba realmente embriagador para el chico que apenas podía disimular su excitación y nerviosismo. No sabía qué decir ni cómo reaccionar en aquella situación pero recordó las palabras de su madre "cuando algo nace del corazón no hay motivo para ocultarlo porque es hermoso, sólo se esconde lo feo y la mentira, por eso nos avergüenza", además pensó el chico: ¿qué ley natural impide que un hombre exprese cariño y sincero afecto por otro? ¿Dónde está escrita esa ley que lo prohíba? Unai observó a su alrededor y lo único que vio fue una mañana luminosa y radiante de felicidad.. el aire le susurró al oído:" sé fiel a tu naturaleza y obedece a tu corazón"... nadó unas cuantas brazadas y cuando estuvo cerca de su amigo lo abrazó fuertemente. Sus labios vírgenes aún no conocían el camino de otros labios pero tomó el hermoso rostro del fauno y le acarició la barba; a continuación, le besó en la mejilla de la manera más dulce y tierna que cabía esperarse.
- Gracias, Rheiki - dijo finalmente con los ojos luminosos y radiantes de felicidad. ¿Sabes, mi buen amigo? eres lo más bonito que me ha sucedido en mucho tiempo. ¿En qué linea de mi mano estaba escrito que aparecieras, compañero? Apartó unos largos mechones de su melena rojiza dorada y los colocó detrás de su oreja para encajar en el pelo el azafrán de monte que le regaló el fauno. Su rostro se dulcificó de inmediato. Besó de nuevo a su amigo en ambas mejillas y le susurró al oído:
"Esto no puede hacernos daño, ¿verdad que no? porque quiero aprender a oler el aire como tú lo haces, aprender el nombre de todas plantas, flores y árboles, quiero ser fuerte y valiente como tú, quiero complementarte y acompañarte, quiero hacerte feliz y más hermoso aún de lo que eres, quiero ser tu luz en las noches oscuras y frías, quiero muchas cosas todas buenas para los dos..."
Unai acarició la melena oscura del fauno y le despejó el rostro para contemplar sus hermosos ojos verdes. Quedaron en silencio durante unos instantes. Qué hermoso instante éste en el que los dos no sabían exactamente lo que sentían el uno por el otro y tampoco sabían cómo reaccionar.. ¿Qué era aquello? ¿Por qué el almizcle del fauno embriagaba los sentidos del omega como puro incienso? Unai oyó de nuevo el viento: "En las profundas sombras de los árboles, en el desierto de tu corazón animal, en el lado más salvaje de tu naturaleza, cuando te internes en los bosques en celo... ahí, le encontrarás".

Posiblemente ninguno de los dos se atrevían a salir del agua porque ambos estaban visiblemente excitados. Al cabo de un rato, el chico arrastró de la mano a su amigo sin atreverse a mirar atrás hacia la orilla.
- Voy a encender un fuego para calentarnos ¿te parece? y luego asaremos una carne que ni madre ha preparado. Y tomaremos algunos dulces, nueces, leche y miel. Y también me gustaría que al calor de la hoguera me hables de otras criaturas del bosque que aún no he visto. Me encanta escucharte, Rheiki, aprendo tanto de ti!


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