[DarkAurion98]

Noto la desnudez del humano y con satisfactoria sonrisa se quito su taparrabos, nadando tranquilamente hasta su príncipe. No esperaba por supuesto, ese precioso beso que recibió su mejilla y la dulce caricia de tan delicada mano. Rheiki no disimulo el rubor que se apodero de su cara, perdida en los profundos ojos azules de su amigo. Que amigo? Hermano sin lugar a dudas. No soltó al chico, manteniendolo cerca a su pecho mientras recibía ese gesto de afecto.

Esa cara adornada con el azafrán salvaje era mucho para manejar, atrapando suspiros en sus ya inflados pulmones. El fauno escucho cada palabra pronunciada con el más estricto detenimiento, dibujando pequeños círculos en la cara del chico con su callosa mano. - Oh colega, si hay alguien hermoso aquí eres tu. Yo solo soy una criatura del bosque, simple y ... apestosa - Los dos sonrieron. - Yo también quiero cosas buenas para los dos. Quiero ser el calor que te cubre por las noches, la manta en la que puedas descansar. Quiero cargarte todos los días y atrapar los más dulces frutos del bosque a tu lado, explorar contigo. Si hay algo bello que ha pasado en mi vida, eso eres tu - Beso a Unai en ambas mejillas y frente, tomándose el tiempo necesario para que un diminuto rastro de saliva quedara impregnado en su piel. Verde bosque se cruzo con azul cristalino, el alfa casi gruñendo en placer al sentir su pelaje acariciado. Hizo lo mismo con la roja cabellera, mientras el pastorcillo imitaba un sonido parecido a un ronroneo. - Claro que esto no nos hace daño. Te enseñare todo lo que quieras. Seras un buen explorador como tu amigo cornudo - Rieron un poco, caminando hacia la orilla.

En cierta medida, el macho agradeció que su compañero en el crimen no mirara hacia atrás. Su semi-erecto miembro dejaba gotas preseminales translucidas en la superficie, tal ves no aptas para el chico.

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La hoguera esta encendida, sol aun arriba en el cielo. Los dos varones reposan desnudos bajo un árbol. Sin vergüenza alguna, Unai acomoda su angelical cuerpo encima de Rheiki, quien ya tiene su verga bajo control, acariciando el empapado pelo y fina espalda de su encanto. - Mil gracias Unai, los dulces estaban deliciosos - Beso afectuosamente al pastor muy cerca de los labios. (Sin intención).

- Gracias también por ser tan valiente y atreverte a visitarme - Pronuncio tímidamente. - Ahora, las criaturas de las que quieres saber. Bueno, seguro habrás escuchado de centauros, elfos, orcos, enanos, hadas y más. Todos existen colega - Se detuvo para admirar esa cara de asombro, sin precio. - Soy amigo de varios, pero todos son alfas o betas que viajan mucho al igual que yo. Sin embargo, se de dos que planeaban acampar cerca de aquí. Te gustaría ir ? - Pregunto usando las facciones de un infante.

...

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No caminaron mucho antes de llegar a una zona con vista al río. La primera escena que presencio el pequeño, aunque un tanto familiar, fue una experiencia completamente nueva. Un centauro de oscura piel, robusto torso y pelaje café les daba la espalda junto con un orco, ambos desnudos. Ambos peleaban amistosamente, equino moviendo su cola y dejando expuesto un oscuro orificio, también limpio pero en extremo oloroso.

- Andreas, Volthur, de nuevo peleando por raciones? - Bromeo Rheiki, abrazando a Unai para que no se sobresaltara. Los otros machos se voltearon y con amplias sonrisas recibieron a la pareja. El orco a pesar de su aspecto rudo, tenia dentadura limpia y afilada. El centauro tenia una expresión amable y no dudo en hacer una reverencia para el omega.

- Les presento a mi amigo, Unai -

...


(Yo también me la estoy pasando muy bien Mounee!. No te preocupes por el tiempo y las respuestas. La verdad yo estoy en la Universidad y de lunes a miércoles me mantengo algo ocupado, así que soy yo quien se disculpa si me demoro respondiendo
Espero te guste lo que escribi. Te agradezco mucho las imágenes. Oh, por cierto, te pasare un link. Te gustaría imaginar esta melodía tocada por la flauta de Rheiki en el futuro?
https://www.youtube.com/watch?v=OOO4ROO_sPM)

[mounee]

(No me gustó, me encantó) ^_^

Cuando acabaron de comer, las brasas de la hoguera calentaban el aire invitando a la calma y al sosiego. Unai, la barbilla apoyada en ambas manos escucha con suma atención las palabras de su amigo. El pelaje de sus extremidades inferiores se habían secado con el fuego y tenían un brillo y tacto delicioso. El fauno, tendido de espaldas sobre la hierba, tenía cruzadas las piernas y entre el sedoso vello de sus ingles y poblados muslos, apenas podía esconder sus abultados genitales. No estaba excitado, simplemente era un hermoso semental en estado de reposo.
Cogió la flauta e hizo sonar una preciosa melodía que al omega le resultó la música más sublime que jamás había oíd: https://www.youtube.com/watch?v=OOO4ROO_sPM Los habitantes del bosque guardaron silencio cuando oyeron los acordes de la flauta mágica. Unai no pudo resistir la tentación de echarse sobre el torso del fauno para abrazarlo hasta que su amigo se quedó plácidamente dormido.
El sumiso acariciaba el cabello negro del macho Alfa y jugaba con sus tirabuzones, le dibujaba letras y signos los pectorales que el fauno no llegaba a descifrar. Los dos reían.
Unai se incorporó de un asalto:
- Oídme todos, criaturas y habitantes del bosque: mi amigo va a dormir durante unos minutos. Es "la sagrada siesta del fauno"así que manteneos en silencio y respetad su tiempo de descanso si no queréis despertar su ira y furia por todos conocida.
A continuación, se acurrucó entre los fuertes brazos de su amigo buscando calor y protección. Al pastorcillo le calmaba la fuerte respiración del Alfa y el latido del corazón en aquel amplio pecho que sonaba como el galopar de un potro salvaje. No era tiempo para pensar por qué sucedían las cosas, era tiempo para "sentir", pensó Unai.
Al poco tiempo se quedó dormido él también en los brazos de su amigo.
Le despertó una sensación húmeda entre sus muslos, quedó inmóvil durante unos segundos hasta tomar consciencia de lo que sucedía: El fauno que aún dormía profundamente sufría una potente erección. Su verga palpitaba al ritmo de su respiración entre los muslos imberbes y cálidos del omega muy cerca de su virginal agujero. El pene del macho parecía un gigantesco estambre de un flor y el rosado orificio del chico las alas de una mariposa atraída por el polen y el néctar. Unai sintió cómo sus pezones se endurecieron y de nuevo apareció esa "extraña fiebre" de los días pasados. Deslizó su mano derecha por detrás de su espalda hasta llegar a sus apretadas y carnosa nalgas. Le hubiese encantado palpar, sólo rozar la masculinidad del fauno con la punta de sus dedos pero temió despertarle... lo que sí hizo fue comprobar la densidad y textura de aquel fluido preseminal que el falo de su amigo no cesaba de derramar sobre sus muslos. recogió una pequeña muestra y la llevó a sus labios para saborearla... aquel néctar sabía realmente delicioso. Chupó sus dedos hasta no dejar ni una gota. ¿Qué estoy haciendo? se preguntó. Le resultó muy extraño su comportamiento pero de alguna manera su fiebre se calmó.
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Cuando su amigo despertó se la siesta, Unai estaba preparando un té de hierbas con miel
- Hola, dormilón... ¿has descansado bien? tómate esto para reponer fuerzas.
Rheiki no entendió lo de "reponer fuerzas", con su rostro contaminado aún de sueño bostezó y aceptó con una sonrisa la taza humeante que le ofreció el sumiso.
Se desató una fuerte tormenta (Es que está lloviendo con fuerza ahora mismo jeje) que ternimó por apagar la hoguera. Ambos corrieron entre gritos y risas a refugiarse bajo un árbol de tupidas ramas.
- Ufffffff, qué frío, Rheiki! - se refugió de nuevo entre los brazos del fauno- qué calentito y a gusto se está aquí amigo mío.
Fue en ese espacio de tiempo bajo la lluvia, cuando Rheiki le habló a Unai acerca de las diferentes criaturas que poblaban los bosques: centauros, ninfas, elfos, enanos, orcos y demás seres magicos y misteriosos. El pastorcillo quedó embobado con las cosas que su amigo le relataba, por eso no lo dudó ni un instante cuando Le preguntó si le gustaría ir a visitar el lugar donde podía conocer a algunos de estos seres.
- Sí, por favor! me encantaría-
El fauno montó a su chico sobre su espalda y al cabo de media hora llegaron a un claro del bosque. Cuando se acercaron al lugar donde peleaban amistosamente un centauro y un orco, Rheiki condujo a su chico de la mano como un niño.
Unai, al principio, se asustó cuando vio tan de cerca a esas criaturas mitológicas y se abrazó a la cintura de su Alfa, enterrando su cabeza entre las peludas piernas del macho. Luego, reaccionó educadamente y le tendió la mano a Andreas y Volthur
- Mucho gusto en conocerles.
Unai se sintió muy pequeño entre aquellos machos tan grandes y espectaculares, se aferró aún con más fuerza a la cintura de su amigo en busca de calor y protección.

(Me gustó mucho la música. La volveré a escuchar esta noche antes de dormir) I <3 U

[DarkAurion98]

(Me alegro!) ;)

Mientras abrazaba el inminente abrazo de Morfeo, el alfa noto al fondo con gran deleite la ferocidad de su amigo para proteger su descanso. Esto no fallo en robarle una sonrisa al fauno, abrazando fuertemente a su amigo mientras sus cuerpos se tocaban en la más libre inocencia. - Gracias protector - Murmuro.

Al poco tiempo, Rheiki se ve atrapado en un maizal. Una desnuda figura de tersa piel y redondas nalgas de repente corre a su lado. La cabellera roja que lleva no deja ver su cara pero al descubierto queda su rosado ano, seductor y tierno al mismo tiempo. El macho corre detrás de el, perdido en su ignorancia y más profundos deseos. Sabe que su verga esta erecta, dejando un fuerte rastro de olor por donde pasa. Al final, atrapa a esa angelical figura en sus brazos, besando su cuello y disponiéndose a montarla para plantar su semilla, cuando de repente.... despierta. Todo fue un sueño que por lo visto, su amigo no noto. Rheiki apresurado examino su miembro, dando un suspiro al ver que no estaba erecto en frente de su precioso Unai. Por supuesto que no sabe de la salada prueba que tomo su amigo en la virginal boca que porta unos minutos antes.

En fin, el salvaje recibió con cara confundida el te, agradeciendo al chico e inconscientemente rascando sus bolas. Al notar lo que hacia, se disculpo, recibiendo una brillante sonrisa en vez de una cara tímida. - Que genial eres amiguito -

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Viendo como el omega busco protección en el, Rheiki gruño suavemente, complacido con tal cercanía.

- Y como es que "cuernos flojos" se hizo amigo de tan bello pastor, ah? - pregunto Volthur, alzando al chico en brazos después de que este diera su permiso.

- Otra vez con lo de cuernos flojos. Vol', cuando aprenderás que los cuernos determinan a un alfa y no los colmillos? -

- Claro colega, claro - Respondió el orco sarcásticamente, sentando a Unai cerca del fuego.

- Cálmense señoritas, no hay porque pelear con nuestro invitado aquí presente. Ademas, todos saben que un cuerpo de semental es lo que hace a un alfa.

Todos compartieron un silencio extraño antes de desmoronarse en carcajadas. Los tres machos abrazándose rudamente y por fin vistiéndose propiamente. Bueno, si se le puede llamar vestir al simple chaleco de cuero que uso Andreas y el taparrabos largo en el que encajo Volthur. Eso sin mencionar que el mojado cobertor del fauno escurría y dejaba ver su sexo en ocasiones, enrojeciendo al chico.

- Bueno Unai. Estos dos no pasan mucho tiempo por nuestros lares pero no dudes en que te protegerán y darán de comer si lo necesitas, cierto muchachos? -

"Claro" dijeron en unisono, felices de ver como "cuernos flojos" parece haber conseguido un amigo estable.

...

Paso el tiempo y los cuatro rieron con historias de caza y encuentros con otras criaturas.

- Unai, debiste ver a Rheiki ese dia. Ese espíritu del fuego casi le quema todo el pelaje - Dijo Andreas en una fuerte risa mientras el flautista calentaba al omega entre sus piernas, recordando ese gracioso día.

- No le creas príncipe. Fue solo ... un fuego menor. -

- Fuego menor mis bolas. Después de ese día juraste no volver al Valle de las Calateas salvajes - Escupió Volthur, robandole a Unai una bella expresión.

...

[mounee]

Unai, al principio tímido y vergonzoso como un niño no se apartaba de los brazos protectores del fauno, pero poco a poco fue tomando confianza con los amigos de Rheiki que resultaban ser tan misteriosos y divertidos.
Escuchó con verdadero deleite y atención las historias que contaban los tres compañeros, ese ambiente masculino de camaradería fascinaba a Unai porque siempre deseó ser un guerrero fuerte y ágil a pesar de su naturaleza dócil y agradable.
La curiosidad innata de Unai hizo que se fijase - además de la complexión muscular y estatura - en los genitales de aquellos hombres. la naturaleza los había dotado claramente para inseminar y marcar con su olor a todo cuanto encontraban a su paso. Todo lo diferente tanto por su tamaño o forma atrae y en cierto modo seduce: el omega imaginó aquellas enormes vergas en erección a la hora de reproducirse o gozar sexualmente y le entró una especie de vértigo interior. Sus entrañas palpitaron de excitación sin saber realmente cual era el motivo de que su vientre se mostrase tan hambriento no de comida sino de otro tipo de alimento aún desconocido y misterioso para él. Es el orden natural de las cosas, pensó el omega. Unai se preguntó por qué de manera natural y espontánea su cuerpo buscaba constantemente el contacto y la cercanía de su amigo, por qué necesitaba tanto su calor y protección. Cada vez se sentía más a gusto entre sus brazos... se había convertido en una esponja sedienta de la cercanía su amigo.
- Gracias por ser tan amables conmigo y ofrecerme su amistad. Les dijo a Volthur y Andreas.

Rió con las aventuras y anécdotas que contaron. Eran hombres de apariencia ruda y amenazante, pero el chico más allá de los gestos desenfadados y masculinos de aquellos Alfas, sabía apreciar y leer el buen corazón de aquellos seres. Se volvió hacia el fauno y en un momento de disimulo le susurró al oído: Así que "cuernos flojos", eh? menudo susto me hubieses dado si veo que se te quema tu bonito y sedoso pelaje.
Y con un gesto de absoluta complicidad y espontaneidad acarició los muslos al fauno. "Se me encoge el corazón sólo con pensar que te hubieses quemado y hecho daño, Rheiki. Debes tener más cuidado". Sintió ganas de abrazar y besar a su amigo pero reprimió ese gesto de cariño por no encontrarlo apropiado en ese momento delante de otros machos. las peludas y suaves piernas del fauno mantenían al sumiso calentito y seguro como un gorrión en un nido.
- Me gustaría visitar algún día ese valle, Volthur. Debe estar poblado de muchos misterios y cosas hermosas pero procuraré que el espíritu del fuego no le haga daño a mi amigo. Bueno,, ni a vosotros tampoco a los que ya os considero amigos míos.
Volthur. halagado con las palabras del muchacho comenzó a bromear con él-
- Bueno, me está entrando un hambre brutal. ¿Que tal si matamos pillamos a una de tus ovejitas y las asamos en un buen fuego? Apuesto que su carne sabe deliciosa
- Noooooooo. mis ovejas son mías y no se comen.
- Ahhhhh, entonces..... (Volthur se acercó al chico) ¿que tal si nos cenamos a un humano? la carcajada del orco bromista resonó por todo el bosque- Unai fue corriendo a refugiarse en las espaldas del fauno a quien abrazó con fuerza. El cabello de su amigo olía en ese momento a musgo, a noche primaveral de luna llena cuando las flores secretas se abren e invitan a soñar, a humo, a zumo de durazno y sándalo. Unai enlazó sus brazos al cuello del alfa como una hiedra húmeda y caliente.

(Siento algo extraño y especial cuando estoy con tus amigos Alfas, como si necesitase estar más cerca de ti.. ¿es algo propio de un Omega, no? es curioso ese sentimiento. Gracias por esa bonita caléndula.. tan bello mi fauno! eres lovely)

[DarkAurion98]

Un extraño aroma llego a sus fosas nasales. Disimulando entre risa y risa, el fauno degusto en silencio el aroma a clavellinas, canela y jengibre que casi era imperceptible. Según el folclor popular, esas son algunas de las esencias propias de un omega "floreciendo". Esencias que simbolizan inocencia y el deseo de un vinculo puro. Esto sin embargo, a falta de otras personas en los alrededores, significaría que el bello pastorcillo a su lado sin saberlo se prepara para el toque de un macho fértil.

La idea sin duda promete muchas noches en vela pintando la vegetación con su semen, pero ahora no importa. Rheiki solo sabe que lo que quiere en estos momentos es un amigo de sincero corazón. Lo demás se dará si el destino así lo quiere. Aunque en palabras de este narrador, apestaría mucho si el destino decide separarlos.

El susurro que toco su oído y la caricia en sus muslos ocasiono pequeños temblores a lo largo de su espalda, sonriendo ampliamente y posando su cálido aliento sobre la piel del príncipe. - Tendré más cuidado si eso trae paz a mi colega - Dijo en voz baja y mirando a preciosos ventanales azules -

Ante el susto provocado por su insensible amigo orco, Rheiki continuo cargando a Unai en su espalda. - Unai, tranquilo colega. Vol esta siendo un pesado. ¿ Crees que te hubiera dicho que confiaras en ellos si supiera que te harían daño ? Nunca pequeño, ven - Con increíble facilidad alzo al chico y lo cargo en sus brazos, plantando un beso en su frente. - Todo esta bien, cierto Volthur? - Pregunto levantando una ceja.

- Ey, no me culpes a mi. Nuestro colega debe aprender a manejar bromas pesadas si quiere andar con alfas - dijo el ogro relajado, causando un poco de tristeza en el chico.

- No lo malinterpretes Unai, V se refiere a que como alfas jugamos pesado a veces, y odiaríamos lastimarte si alguna vez nos pasamos. Podemos oler que eres un omega y por eso queremos que te acostumbres a nuestras jugarretas para no faltarte al respeto en el futuro - Dijo tranquilamente Andreas, acercándose y ofreciéndole un poco de te al joven mientras R lo acariciaba.

- Pero nadie te juzgara si no quieres ver bromas U. Aun así todos cuidaremos de ti - Termino el fauno, ternura en sus ojos.

...

Antes de regresar a la granja, los alfas se incorporaron en un pequeño ritual que tenían. - Eh, Unai, tal vez quieras ver hacia otro lado pequeño - dijo Rheiki un poco sonrosado, Andreas plantando una mano en su hombro y regalandole una sonrisa símbolo de camaradería. - ¿Y que tal si se une? Podría gustarle? - hablo.

Ante la eminente pregunta del pastor (¿Que?), Volthur intervino. - Esto pequeño -

Su taparrabos cayo al suelo, verga en descanso ya algo sudada liberando un hilo dorado que brillaba por la llama, apagandola parcialmente. La pareja de nuevos amigos se abrazo, Unai pintado como un fresco tomate, mientras Rheiki sin malas intenciones libero su propio miembro y vejiga. Al instante el centauro se incorporo y su colgante falo con fuerza termino de apagar la llama. La ayuda del chico también contó, domando las cenizas mientras calor emitía de la lluvia de los tres criaturas.

- Gracias por compartir esto con nosotros amiguito. Hace mucho se volvió una tradición de hermanos -

...

Con la puesta de sol cerca, los amigos se dieron un rápido baño, Unai cubiertos por fuertes brazos mientras su alfa dejaba caer suavemente cristalina agua por su espalda. - Te sientes bien pequeño? Siento tristeza en este cuerpecito que no puede ser buena - Dijo en un suspiro, dibujando círculos en los hombros del carrier.

...

(Asi es, normal. Un omega, cuando encuentra a su alfa, busca calor y refugio en el cuando otros están a la vista, así sean amistosos. Tu eres el bello aquí humano angelical! Espero continúes disfrutando de nuestra aventura)

[mounee]

La compañía de los tres alfas le sentó muy bien al chico que se había educado siempre al cuidado de su madre y nunca había disfrutado de un amigo. Su hermanastro Belver amaba y odiaba a Unai a partes iguales; como Alfa deseaba con todas sus fuerzas someterlo y dominarle, pero al mismo tiempo, también le despreciaba por ser el hijo de Ruth la nórdica, la otra mujer que su padre había mantenido relaciones fuera del matrimonio. Belver temía que su padre repartiese la herencia familiar que le correspondía íntegra a él como primogénito legal con el el pastorcillo.
La dulzura y encanto natural de Unai pronto se ganaron la confianza y el afecto del cabeza de familia desde que decidió legalizar su aventura extra matrimonial e incluir a Ruth y al chico a la muerte de su esposa en la granja familiar. Belver nunca aceptó a los recién llegados e hizo todo lo posible para poner a todos los criados y parientes en contra de la madre e hijo nórdicos. Difundió el rumor por la granja y alrededores de que Ruth era una hechicera que había embrujado a su padre y que el fruto de ese pecado cometido en adulterio, era el chico de pelo rojo que había nacido con el diablo en el cuerpo. En realidad, el verdadero endemoniado era Belver, que no podía quitarse de la cabeza la idea de violar y sodomizar brutalmente al adolescente por verganza, celos y pura lujuria.

Unai se sentía libre y feliz fuera del ambiente tenso que se respiraba en la granja, aquellos seres gigantescos de aspecto duro y modales poco refinados, eran nobles, sinceros y de buen corazón. Rheiki, Volthur y Anfreas eran verdaderos Alfas que no necesitaban demostrar nada ni emplear la fuerza ni la violencia gratuitas para ser respetados y tratados como machos superiores. Por otra parte, era muy fácil ganarse la confianza de Unai porque su corazón virgen era tan limpio y sincero como su mirada. Aunque nadie le había enseñado en qué consiste la jerarquía natural entre hombres, su instinto natural como omega le hacía comportarse adecuadamente, saber qué lugar le correspondía en el grupo y respetar la autoridad de los machos alfa. Los colegas de Rheiki quedaron encantados por la manera en la que Unai miraba al fauno. Como alfas experimentados y curtidos sabían que esa admiración y devoción que el chico demostraba por su amigo pronto se transformaría en un vínculo más intenso, hermoso y verdadero.

En el ritual de apagar el fuego, el omega experimentó muchas sensaciones diferentes: en primer lugar, agradeció que contaran con él como una manera de estrechar una amistad masculina, pero por otra parte la visión de aquellas enormes vergas turbó al muchacho porque les resultaron enormes y espectaculares. Los potentes chorros de líquido dorado iluminados por las llamas, los testículos colgantes y abultados balanceándose entre las piernas, el olor que emanaban sus cuerpos embriagaron sus sentidos.... fue entonces cuando pudo observar con detalle los genitales de su amigo y comprobar lo bien dotado sexualmente que estaba el fauno. Le pareció que su amigo poseía la verga más hermosa y atractiva del universo perfectamente enmarcada en aquel bosque de vello sedoso y reluciente que cubría su entrepierna y muslos
En su intento por competir y enviar a mayor distancia su chorro de orina, Unai empujaba hacia adelante sus caderas para que su pene pareciese más grande, pero lo único que consiguió fue excitarse y alcanzar una erección lo que provocó sonoras carcajadas amistosas por parte de los Alfas y él sonrojarse de vergüenza. Rheiki le consoló y amparó acariciándole la cabeza como un cachorrillo. Como la verga del fauno aún continuaba desahogando su vejiga, al girarse, algunas gotas salpicaron los muslos desnudos del chico. Unai experimentó un profundo escalofrío al sentir el calor de aquel líquido sobre su piel. Observó cómo los Alfas sacudían las últimas gotas de orina de la punta de sus enormes falos para luego dejarlas colgar de manera natural entre las piernas. El muchacho también los imitó en esto cuando bajó su erección.
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Era hora de regresar a la granja. después de disfrutar jugando con su amigo y colegas en el agua, a Unai le entró una tristeza enorme.

- No quiero irme. (Volviéndose hacia Rheiki) No quiero separarme de ti. No voy a poder dormir, ni tampoco voy a poder respirar porque me va a faltar el aire si no estás tú.
Se abrazó al fauno de una manera tan desesperada que conmovió a Andreas y Volthur que enmudecieron al ver la escena. Los ojos del Unai se llenaron de lágrimas. Los brazos de Rheiki se abrieron para acoger a su amigo.. entonces un nuevo olor embriagó las fosas nasales del omega. aquellas pobladas axilas emanaban el aroma fuerte del macho protector como las alas de un águila protegiendo del sol a sus crías.
La melena pelirroja de unai desapareció por unos momentos entre los bíceps del gigante para luego aparecer e ir en busca del rostro de su amigo.
- No sé qué es lo que siento por ti,Rheiki. no lo sé... pero sea lo que sea, me está quemando por dentro.
En un acto instintivo le besó muy cerca de los labios. El chico se asustó y sin despedirse de los presentes salió huyendo colina abajo sin parar de correr hasta adentrarse en la granja.
Cuando le vieron entrar en aquel estado les dijo a los habitantes de la casa que le habían atacado una manada de lobos. Belver acompañado de algunos empleados se encargó de conducir el rebaño de vuelta a los corrales.
Esa noche, Unai se fue a la cama sin cenar.

(*) Perdóname, trato con todas mis fuerzas de evitar cualquier contacto o referencia sexual pero para Unai es muy difícil no sorprenderse y sentir admiración por los físicos y genitales tan impresionantes de los Alfas. Ha salido huyendo porque tiene miedo de lo que está sintiendo por su amigo, tiene miedo de sus sentimientos. Unai sabe que Rheiki es un macho Alfa y teme que le rechace si descubre que él está sintiendo "algo especial" más allá de la propia amistad por su amigo. Créeme, está luchando con todas sus fuerzas pero "necesita" al fauno, se pasa todo el día pensando en él y echándole en falta. Perdóname también por extenderme tanto pero escribo lo que siento para calmar un poco la fiebre de sentir.

(**) Me está resultando una aventura apasionante. Gracias por las imágenes, son geniales. Yo. como Unai, también estoy un poco asustado :D

[mounee]

Esa noche, Unai, se pasó las horas echando en falta a su amigo. Necesitaba el calor de sus brazos, la suavidad peluda de sus muslos y patas, esa mirada mitad animal y mitad humana que despertaba sus instintos naturales más básicos. Sí, ¿por qué no admitirlo y reconocerlo? además de su olor, el muchacho necesitaba el afecto del macho Alfa.
En un momento de desesperación porque le faltaba el aire, abrió la ventana para invocar a su amigo en mitad de la madrugada... era muy doloroso para el chico ahogarse en ese mar agitado de sentimientos revueltos. A escasos metros de distancia pudo distinguir en la penumbra la figura de su hermanastro tras el parapeto de una mata de azucenas. Belver se masturbaba casi todas las noches. Observó el falo de su hermano, que aunque de respetable tamaño, no era ni de lejos tan hermoso ni tan grande como el de su amigo. Belver reconoció la silueta de Unai en la ventana, se incorporó de un salto y en un acto de pura chulería tomó su pene erecto con una mano, y con la otra estrujó sus testículos para ofrecérselos al chico mientras sonreía de un modo obsceno y lascivo. A continuación, introdujo su miembro erecto en el interior de una azucena y eyaculó dentro. En un acto instintivo, Unai cerró la ventana y bloqueó la puerta de su habitación con un mueble.

A la mañana siguiente, el pastorcillo reunió su rebaño y se dirigió al claro del bosque junto al río. Había tomado la firme decisión de ocultar sus sentimientos y comportarse de manera correcta con Rheiki. Tengo que aprender de Volthur y Andreas y de cómo se relacionan entre ellos. Observar e imitar sus comportamientos. Soy un hombre y los hombres no me muestran tan cariñosos entre ellos, ese comportamiento no es natural, es incorrecto.
Al llegar cerca del río, el chico reconoció de inmediato el olor inconfundible de su Alfa "ha estado por aquí" dijo. El líquido dorado de la orina del fauno aún goteaba de las hojas de los helechos. Pero había algo más... Un poco más alto, distinguió el rastro que dejan los disparos de esperma que brotan del falo de un semental. ¿Este suave y espeso néctar también será suyo? se preguntó Unai. Lo tocó y comprobó su densidad entre sus dedos y, luego, sin pensar lo que hacía, lo untó sobre uno de sus pezones. De inmediato, como en una reacción alérgica, la punta carnosa de su pezón de dilató y abrió como el capullo de una rosa. ¿Qué le sucede a mi cuerpo? se asustó y fue a lavarse a la orilla de río.
"El inicio de la primavera está muy cerca, los machos están en celo. Esto es lo que está pasando, es normal que suceda" se dijo mentalmente para tranquilizarse. Pero el adolescente no fue capaz de preguntarse por qué él no hacía lo mismo que ellos ni tampoco qué tipo de "celo" era el suyo.

En su intento por comportarse de un modo "más normal" además de su zurrón, esa mañana había llevado consigo el arco y las flechas para hacer deporte y practicar su puntería.
Oyó unas pisadas que le resultaron familiares.

- Rheiki! ¿qué tal estás, amigo mío? Discúlpame por mi reacción de ayer pero tuve que salir corriendo porque se me hizo muy tarde. (Odiaba tener que mentir pero no le quedó más remedio) Bueno, en realidad me asusté un poco... no de ti ni te tus colegas que me caen genial, eh? sino por.. no sé.. en fin, que a veces me comporto de una manera un poco absurda y como un niño. Te pido perdón, vale?
Estaba muy nervioso y ruborizado por la presencia del fauno
- Ah, he traído mi arco para practicar un poco. No tengo muy buena puntería jeje

[DarkAurion98]

(No tienes porque disculparte amigo. Sinceramente, con la buena mezcla que haces entre erotismo y ternura, me tienes al borde de hacer que este fauno te insemine  :D . Seriamente, aprecio la dedicación que le pones a esto. No importa si escribes mucho o poco, me encanta la calidad con que lo haces. A decir verdad, yo también siento una fiebre por esta historia y me gusta que los dos la compartamos)  

El macho secaba con serenidad las lagrimas de su amigo, intentado comprender el por que se su espontanea tristeza. Su brazos fuertes sostenían a la hermosa figura en frente de el, experimentando plácidamente el contacto de pieles empapadas. Cuando el otro escondió su cara tímidamente, Rheiki hablo: - No te faltara el aire mi príncipe. Nos veremos mañana, verdad? Se que eres fuerte y pasaras la noche soñando dulces cosas - Antes de que pudiera seguir, recibió el beso con el distintivo calor que alcanzo el limite de sus labios. El alfa quedo perplejo ante la sorpresa, dando a Unai el chance de alejarse. Cuando volvió en si, lo persiguió, pero el pastorcillo ya se acercaba a la casa de campo-

- R, eso fue....? - Cuestiono Andreas con una afable expresión.

- No... lo se - respondió tocándose la mejilla donde labios sinónimos de miel y leche pura habían reposado tiernamente.

Esa noche, Rheiki tambien se acostó sin cenar. Concilio sueño fácilmente, cansado de preguntarse que había significado ese beso, sin duda diferente. En el escenario creado por su subconsciente, junto a un cielo purpura y no negro, permanecía sentado en el mismo lugar donde cerro los ojos. Sin embargo sus amigos no estaban ahí. El único presente era un chico de melena roja, con su cara escondida en pecho velludo, su trasero desnudo y terso al tacto.

- Mírame - suplico Rheiki cortésmente. - Por favor, mírame - repetía sin respuesta. El joven en sus brazos solo suspiraba su nombre, manteniendo la cara fuera de alcance. Posteriormente, una fuerte brisa lo despierta. El viajero se levanta aturdido por el sueño, notando la figura durmiente del centauro en la oscuridad, pero sin señal del orco. Es entonces cuando se dispone a caminar un poco, disfrutando de la grama entre sus pezuñas mientras la temperatura mantenia a su miembro tranquilo. Se acerco a la entrada del bosque, observando la granja y sin razón aparente esperando que Unai pudiera verlo.

Por supuesto tal suerte no se dio, por lo que el fauno se dispuso a volver al campamento. No teman, porque al menos se encontró algo interesante en el camino. Cerca del lugar de descanso, bajo un arco natural de piedra y troncos caidos, presencio Rheiki como su amigo Volthur desfloraba a una inocente viajera humana, presuntamente comerciante de la capital. Al principio, por los sollozos de la joven y los gruñidos del orco, el caprino se dispuso a defender la chica en caso de que sufriera un abuso, pero no podia estar más equivocado. La mujer con deleite aceptaba la intrusión de la lengua de su captor dentro de carnosos labios mientras una verga erecta y pestilente la embestía en su inocente entrada. El ogro la marcaba con su sudor mientras se preparaba para inseminarla, corriendo el riesgo de plantar pequeños en ese casto vientre.

No queriendo sobrepasarse, el fauno se retiro con una sonrisa, imaginando que excusa daría su amigo mañana y escuchando en la distancia un rugido salvaje; millones de semillas buscando un ovulo para fecundar.

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Siguiendo el ciclo de celo primaveral, los tres machos se separaron temprano en la mañana para marcar con sus fluidos la zona. Rheiki intento hacer alusión a sus recientes sueños, liberando con éxito su ya normal disparo de esperma. Es en ese momento donde se da cuenta de lo estúpido que ha podido ser. - ¿Como es que no se me ocurrió? Se que Unai es un omega y aun así no paro de dejar marcas de alfa por todo el bosque. Espero que eso no este afectando a mi pequeño. - Penso preocupado.

Se regocijo al encontrarse con el chico de nuevo, sintiendo un sutil despertar sexual al ver su virginal expresión mezclada con su viril porte de cazador, arco y flecha a disposición. - No te preocupes colega, todos nos comportamos así de vez en cuando - Dijo jugando con el cabello del pastor. - No sabia que tenias arco y flecha Unai. Ignora la puntería por ahora, mejorara. ¿Puedo acompañarte en tu practica? - Pregunto recibiendo una dulce afirmación.

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Los amigos reían, discutiendo quien ganaría si peleara un gigante contra un elfo oscuro. - Vamos Unai. Se que los elfos oscuros son muy sagaces pero si el gigante apunta bien, lo aplastaría como a una mosca - Dijo mientras limpiaba su flauta. El chico se concentraba en su objetivo, poco a poco mejorando su precisión. La discusión siguió hasta que se formo un cómodo silencio, durando hasta el momento en que fauno, sin querer, libero un sonoro gas. Fue su turno de enrojecerse profundamente mientras su chico reía.

- Como si tu no te los echaras - Se excuso avergonzado.

[mounee]

Por supuesto que Unai se alegró al ver a su amigo, sintió unas ganas inmensas de correr a abrazarle pero contuvo esas muestras de afecto. El viento le susurraba al oído:"sigue los impulsos de tu corazón" pero su cabeza le decía lo contrario: "compórtate como un muchacho de tu edad y no seas pegajoso".
Pero todo intento por su parteen este sentido fue en vano. El fauno al ver el arco y las flechas que trajo Unai se ofreció a ayudarle a mejorar su puntería. Se colocó a espaldas del sumiso y lo acogió en su regazo, a continuación, sujetando con su mano derecha la mano del chico, y haciendo lo mismo con la otra mano para sostener el arco, acercó su cabeza para susurrar al oído del alumno: "Relájate y concéntrate sólo en la respiración. Debes sentir que arco, flecha y tu persona formáis un todo armónico"..pero el aliento cálido del fauno le quemaba a Unai en el cuello y su cuerpo vibraba como la cuerda tensa de un violín. Aquellas palabras eran como abejas libando néctar y miel en el panal de su oído.
Criaturas de los bosques y habitantes de los cinco continentes ¿Cómo puedo describir lo que se siente en estos momentos cuando todo tu cuerpo está en íntimo contacto con el hombre al que más amas y deseas? ¿Qué palabras utilizar adecuadamente para descifrar el lenguaje del amor y el deseo?
"Respira, muchacho, respira.... sigue los impulsos de tu corazón y comprobarás que llega un momento en que no sabrás distinguir si es la punta de la flecha quien atrae la diana, o si por el contrario ,es la diana la que busca y desea ser perforada por la flecha. Pasa exactamente igual que el amor: yo no te te hubiese encontrado si tú no me hubieses buscado". El chico ya no sabía si era el viento, su interior o el fauno quien pronunciaba aquellas palabras en su oído. Soltó la flecha y como no podía ser de otra manera dio de pleno en el blanco.
- Tomaaaaaaaaaaaaaaaa... ha dado en todo el centro! (en su euforia el omega abrazó a su amigo) ¿Has visto eso Rheiki? ¿Te das cuenta cómo tengo razón? a tu lado aprenderé muchas cosas y juntos los dos nos haremos invencibles. Cuando se produzca una situación de peligro pelearé y lucharé por ti como un valiente.
Con el ímpetu que da la alegría empujó al fauno que cayó tendido sobre la hierba riéndose a carcajadas. El efecto de la risa hizo que sus nalgas peludas tronaran al expulsar varios sonoros pedos. Unai rió al oír y oler los tempestivos gases del gigante. "Cochino! eres un cerdito peludo! jajajjaj.. El chico se colocó sobre él con ambas piernas encajadas en las caderas del semental caprino.
- Eh, "cuernos flojos" ¿qué pensabas? ¿que tu amigo Unai era un chaval debilucho y lacio? (Unai flexionó los brazos en alto para mostrarle los bíceps a su amigo que no cesaba de reír) ¿Y ahora qué opinas, eh? eh?... comenzó a hacerle cosquillas y a luchar para medir sus fuerzas rodando por la hierba fresca y húmeda. El gigante le retorcía los brazos y lo bloqueaba con facilidad pero el muchacho se defendía con las mejillas acaloradas como un gatito acorralado. Incluso le mordió. El fauno le dio tiernas bofetadas advirtiéndole: "eso no vale, tramposo. No se debe morder en la lucha".
Siguieron riendo y peleando hasta que Unai quedó de nuevo en la posición del principio con Rheiki tendido de espaldas sobre la hierba. Sus respiraciones se oían agitadas por el juego. Fue entonces cuando Unai sintió como la vez anterior, el extremo de una carne húmeda y palpitante balancear y frotarse entre sus muslos. Supo enseguida que su macho estaba excitado y con su verga en erección, pero en esta ocasión comprobó algo más: sus entrañas de algún modo empezaron a lubricarse desde el interior, sentía un calor interno que produjo una mancha dulce y perfumada sobre su rosado y virginal agujero. Desplazó un poco sus caderas y la verga del fauno dejó un rastro de fluido pre seminal que resbaló por uno de sus muslos. Hizo como si no se hubiese dado cuenta de nada y actuó con normalidad.

- Y ahora, grandullón. te vas a quedar ahí tumbado mientras yo preparo la liebre que he cazado antes de llegar aquí. La voy a asar al fuego untada de manteca y hierbas aromáticas para que quede crujiente y sabrosa. ¿Te das cuenta... como además de un valiente soy capaz de cuidar de ti para que no pases hambre?

Tras el almuerzo y con los estómagos llenos, la temperatura de sus cuerpos descendió un poco y ambos buscaron cobijo en los brazos del otro. Unai ronroneaba como un garito sobre el pecho del fauno que lo estrechó con mimo y cariño.

Pasó apenas media hora cuando un ruido en la maleza sobresaltó al muchacho. Sin despertar a su amigo cogió el arco y las flechas y fue a ver de qué se trataba... A escasos metros lo que vio le heló la sangre ya que reconoció a su hermanastro enseguida.

- ¿Qué haces aquí, Belver?
- Ehhhhhhh tranquilo, chaval ¿Acaso no puedo hacerle una visita a mi hermanito?
- Estoy bien así, no necesito tu compañía ni tu ayuda.
- Ah no? pues ayer bien que llegaste a casa despavorido porque según tú te había atacado una manada de lobos. Fui yo quien se encargó de reunir y conducir el rebaño de vuelta a la granja.
- Vale, sí... gracias. Pero eso fue ayer. Hoy todo está bien, vuelve a casa. De verdad, quiero estar solo.
Belver le miró detenidamente de arriba a abajo y sonrió de manera maliciosa.
- Dime una cosa: ¿por qué estás tan acalorado y con las mejillas ardiendo? ¿Acaso te estabas "tocando" antes de que yo llegara?
- Hace un poco de calor.. Belver, ¿Quieres hacer el favor de marcharte y dejarme en paz?
- Yo diría que es "otro tipo de calor" el que te pone tan encendido ¿me equivoco?
Unai sintió que se le paraba el corazón.
- Qué mierda estás insinuando?
- Muy fácil: estás "en celo" y caliente como una perra. La otra noche cuando entraste en casa e hice referencia al olor que despedías no era sólo porque hubieras rozado la marca territorial de algún Alfa sino por "tu propio olor". ¿No te has dado cuenta de eso? a tus dieciséis años tu cuerpo emite una fragancia dulce y aromática que excita a un macho. Eso es lo que sucede, imbécil. Ya lo he hablado con mi padre y amigos, y estamos de acuerdo en este tema. Estás en celo como una hembra fértil, no hay más que verte... tienes revolucionada a toda la granja, chaval.
- ¿Estás de broma o pretendes ofenderme?
Belver soltó una carcajada y se arrancó la túnica que lo cubría.
- ¿Te parece una broma esto? - dijo mostrando su verga en potente erección apuntando como una flecha en dirección al muchacho.
Unai reaccionó instintivamente ante la amenaza. Cogió el arco y tensó la cuerda en dirección a su hermanastro.
- Cállate, maldito seas! como te atrevas a dar un solo paso te atravieso la garganta. Te juro que hablo en serio.
Belver quiso decir algo pero el zumbido de una flecha le pasó cerca de la mejilla hiriéndolo.
- La próxima, te aseguro que doy en el blanco.
La erección paró en seco dando paso a que Belver se orinarse de miedo. Qué ridículo chorro de líquido en comparación con la potente y perfumada meada que sueltan las vergas de mis amigos Alfas, pensó Unai.

De repente, como un remolino surgido de la nada lanzó a Belver a unos cuantos metros de distancia. Casi todo el mundo sabe que despertar a un fauno de su siesta es arriesgarse a ser víctima de su ira y furia. Un fauno es la encarnación del dios PAN, el Señor de los bosques y la fertilidad, y quien ose molestarlo entrará en un estado de PÁNico y locura transitoria que recordará toda su vida. Eso fue lo que le sucedió a Belver... en medio de la confusión empezó a tener visiones espeluznantes de seres gigantescos, criaturas amenazantes y sonidos escalofriantes. Presa de PÁnico y horror, huyó despavorido colina abajo dando alaridos.

- Este imbécil no sabía que no se debe molestar a un fauno cuando duerme plácidamente su siesta. Pero yo sí. Tomó a su buen amigo de la mano y depositó en ella un dulce beso para calmarlo.

[DarkAurion98]

En ese momento, Rheiki se sentía como un hermano mayor enseñando a su pequeño como canalizar la coordinación que claramente tenia. Era una sensación sin igual, llenando de cierto orgullo que se expandía por su pecho. Aun mejor se sintió cuando sus flatulencias fueron recibidas con las risas de un niño y no con la cara fruncida de un adulto, por lo que rodó encantando con el omega por el suelo campestre. - *carcajada* nunca te vi como un indefenso mi cabrito salvaje y si, soy un cochino - libero más gases con el fin de amainar las cosquillas de su amigo, fallando en el intento, recibiendo juguetonas mordidas. La creciente felicidad de su corazon entrelazada con su naturaleza de alfa entonces crearon lo inevitable, una erección. ¿Pero como pueden culpar al salvaje? A pocos centímetros de su pene reposa una agujero físicamente capaz de guardarlo y recibir con el más extremo calor la marca de su semilla. En pocas palabras, Unai (el omega) es increíblemente difícil de resistir pero Unai (el dulce pastorcillo) hace que la supresión de su celo valga la pena.

Dio gracias al cielo cuando el chico la ignoro, pasando a disfrutar del crujiente y gustoso conejo con su amigo en brazos. - Sin duda colega. De los dos tu pareces el alfa aqui. - Dijo refiriéndose a las destrezas con el arco y la comida del otro.

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Extrañamente no hubo sueños esta vez. El gigante descansaba plácidamente, quizás porque su príncipe lo acompañaba. Es por eso que cuando ese calor se fue, su estado durmiente empezó a ser menos profundo. Un olor pestilente a macho excitado empezaba a infiltrarse por sus fosas nasales, haciéndolo fruncir el ceño sin darse cuenta. Y no es como si la marca de otro varón dispara alertas en su cerebro sin más ni mas. Después de todo, el fauno ha tenido los olorosos traseros de sus hermanos caprinos en la cara, acampado con alfas humanos y competido contra Andreas y Volthur para ver quien libera su esperma primero. Este aroma es diferente. No es amistoso ni fraternal sino simplemente desagradable.

La ultima barrera cae y algo se quiebra en su mente. Furia ciega controla a Rheiki, quien siente gran temor al diferenciar el aroma de un Unai estresado adornando el aire. Al distinguir a Belver entre sombras rojas, el macho lo embiste, marcándolo con diminutas partículas de cortisol* y una mirada hipnótica que conduce al delirio.

Viendo al idiota correr presa del miedo, Rheiki apoyo sus brazos en un tronco, mirando a su cabrito con una mirada perdida y fuerte respiración. Poco a poco se calmo y regreso el beso con labios tocando una sudada frente. - Gracias pequeño. Sin ti me hubiera tomado una hora entrar en razón - murmuro, abrazando al chico. - Ahora escucha. Esa locura transitoria probablemente le causara una amnesia de corto plazo - empezó agachándose para quedar al nivel del otro. - Tal vez no recuerde lo que hizo después de levantarse. Sin embargo, si sospecha algo, debes hacer que inhale profundamente un deliro nocturno**. Creo que Andreas guarda unos cuantos. Tu... estas bien príncipe? Ven, déjame abrazarte. Quiero que te cuides mucho de ese idiota. Si de mi dependiera, lo colgaría de sus patéticas bolas para que no te volviera amenazar - expreso mientras ira intentaba nublar de nuevo su visión.

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El centauro le daba a Unai un agradable paseo en su lomo mientras ogro y centauro exprimían el jugo de la mágica flor, con el fin de que fuera más fácil para el pastor defenderse de Belver.

- Tu hermanastro miente chico. Es cierto que hueles dulce pero no estas en celo. No propiamente como lo estaría un omega de mayor edad - Aseguro Volthur mientras bajada al humano y lo despeinaba fraternalmente .

- Y aunque lo estuvieras, no seria tan fuerte para enloquecer a todos los machos que te rodean. Solo te haría ver un poco más atractivo, como si no lo fueras ya - Rheiki se silencio tras esas ultimas palabras, enfocándose en preparar un elixir fácil de portar.

...


Notas:

*cortisol: hormona esteroidea producida en respuesta al estrés. Puede tener efectos nocivos en el organismo dependiendo de su cantidad.

**deliro nocturno: tallo ficticio de color aguamarina y hoja purpura con propiedades estimulantes para el sistema nervioso central.

(Si algo de mis respuestas te molesta no dudes en decírmelo y hará lo posible por corregirlo. No puedo competir con tus bellas imagenes. De donde las sacas?) :)

[mounee]

A pesar del desagradable incidente con Belver, el omega se sentía radiante de alegría porque comprobó que día a día se estrechaban aún más los lazos de amistad con el fauno y sus amigos. Unai aumentó la confianza y seguridad en sí mismo, ya no estaba tan solo, ahora tenía A Rheiki y el apoyo del centauro y el orco.

- No quiero irme a casa, (dijo poniendo una carita de puchero) quiero quedarme contigo y con tus amigos.
- Chico, debes regresar porque si no tu mami se va a preocupar por ti - le respondió Volthur despeinándole la melena pelirroja- Además, a estas horas me entra un hambre inmensa de comerme a un muchachito pelirrojo con manzanas asadas .. Mmmmmmm que Haammmmbreeeeeee..
- Pues cómete a tu primo! le respondió Unai en broma
- Que me coma a quién? el orco persiguió al chaval y lo volteó en el aire jugando con él. Luego se agachó y atrajo al pastorcillo hasta tenerle cerca: "Presta atención Unai, toma este pequeño recipiente donde Rheiki y yo hemos exprimido el jugo de la flor mágica. guárdalo siempre cerca de ti ¿de acuerdo? cuando veas que tu hermano se acerca destápalo y haz que lo inhale.. con esto será suficiente para que no recuerde nada y no le entren ganas de vio.. de de (no le salía la palabra) de violentarte.
- Ah, vale. Gracias, Volthur.
Unai besó al orco como muestra de gratitud. El orco, sin embargo, quedó perplejo por esa muestra de afecto y por comprobar que la apariencia física no le importaba nada al muchacho. " De nada, príncipe".
- Cuernosflojos está muy callado esta tarde, no dice nada - exclamó el chico haciendo reír a todos.
No te enfades conmigo, Rheiki, es que hoy me siento muy feliz, por eso bromeo con todo el mundo. (Le agarró la mano al fauno y luego se abrazó su cintura) No quiero irme ¿no puedes llevarme contigo para siempre?.
Trepó por el cuerpo de su amigo hasta engancharse con sus brazos alrededor del fuerte cuello del gigante quien sostuvo al sumiso entre sus manos. Unai retiró algunos mechones de la larga cabellera oscura y se acercó al oído del fauno para susurrarle: "Te amo,Rheiki, te amo desesperadamente".
A continuación, saltó de los brazos de su perplejo amigo y tras despedirse de los presentes con "Gracias amigos, hasta pronto" salió corriendo en dirección a la granja como la tarde anterior. Oriol, su perro labrador ya había reunido a las ovejas al pie de la colina.
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A la hora de la cena, al comprobar que su hermanastro no estaba sentado en la mesa preguntó por su ausencia. Le respondieron que había caído enfermo a causa de unas extrañas fiebres.
esa noche, Unai dejó la ventana de su dormitorio bien abierta. había luna llena y los narcisos silvestres perfumaban el aire.
Unai abrazó a su almohada y la besó pronunciando un nombre que le provocaba escalofríos....

Nota: No hay nada que me moleste de tus respuestas, al contrario, flipo (alucino) contigo. No las saco de ninguna parte, te prometo que me las sugieres tú y tu fauno. I <3 you

[DarkAurion98]

El fauno sonreía hasta el momento en que escucho la declaración de amor. Ciertamente no sonaban como las palabras de un amigo o un hermano. El adverbio: "desesperadamente" , dejo a Rheiki confundido, su cerebro intentando decidir como reaccionar. Antes del que chico desapareciera de su vista como en días anteriores, volvió a sus cinco sentidos y lo tomo de la mano. - Unai, tu, tu..... ten mucho cuidado hoy, vale? - Fue lo único que su boca pudo pronunciar, pero la mirada brillante y angelical que lanzo el pastor indicaba que había entendido la espontanea necesidad de contacto.

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La luna esta a pocos minutos de alcanzar su punto más alto. Al parecer, la viajera de la noche anterior adquirió mucho "amor" por esta zona del bosque, puesto que fauno y centauro reían a más no poder, escuchando sus alaridos mientras Volthur la inseminaba en alguna cueva cercana.

- *risa* ese ogro no para de sorprenderme. Que acaso no puede resistirse a los encantos de una hembra? - Expresaba incrédulo Andreas.

- podrías resistirte tu si ahora mismo una yegua de tu especie alzara la cola y te mostrara su coño mojado - dijo Rheiki en son de camaradería.

- Bueno........ -

- *carcajada* es lo que pensé -

Así continuaron hasta que el ogro regreso y el sueño los venció. Bueno, venció a casi todos, excepto al macho flautista, quien fuera de bromas persistía en entender las palabras del príncipe, en cuestión de días dueño de su corazón. - Mi pequeño. ¿Eres tu hablando o es solo tu cuerpo queriendo engañarte? - Se preguntaba, apoyando la cabeza en sus brazos y viendo como la opaca luz lunar se filtraba entre las copas de los arboles. Quizás pensó que eso lo ayudaría a sellar sus parpados pero de nuevo, no podía estar más ocupado. Añoraba fuertemente que el chico estuviera despierto ahora mismo, pensando en el y suspirando su nombre.

En un momento de debilidad, arrojo la amistad por la ventana, masturbándose furiosamente con el nombre del muchacho en la cabeza. Intento sin éxito eyacular por horas, tomando pequeños descansos claro esta. Los ojos ardían por la falta de descanso, el humor cambiaba, su falo se mantenía erecto pero los testículos estaban reacios a liberar su marca a pesar del ciclo de celo primaveral. - ¿Qué me pasa? - murmuraba enojado. Llego al extremo de olfatear su taparrabos para alcanzar el clímax, al igual que los miembros de sus amigos mientras soñaban. No tenia caso; era el cuerpo de un omega lo que imploraba, no el almizcle de sus colegas.

En algún momento de la madrugada, emprendió camino a la casa de campo. Esquivando a un par de criados, se guio del olor precioso de Unai, dando gracias a los dioses cuando se topo con la ventana correcta, abierta. Ya Rheiki no estaba en sus cabales. De un salto entro al cuarto y encontró a su cabrito pronunciando algo inaudible. Suavemente lo volteo y orbes azules brillaron contra verdes en la oscuridad. Ambos estaban asustados, ninguno se aparto. El fauno lentamente se incorporo en la cama, reposando su peso sobre la virginal figura. Su culo empezó a producir grandes cantidades de almizcle para marcar territorio. Su falo, antes seco, ahora manchaba el vientre de su príncipe con un flujo constante de fluido pre seminal. Las velludas piernas acariciaban otras de textura sedosa.

Fue en ese instante, donde sus labios se tocaron. La lengua del alfa tomo el control respetuosamente, introduciéndose en la boca del casto pastor, robándole suspiros y quejidos. Sus manos se paseaban por el lampiño torso, aferrándose a las caderas del futuro carrier. Gruñía y dejaba rastros de saliva por la cara del otro, haciéndole cosquillas con sus cuernos e incluso dejándolo saborear sus peludas bolas- Sin embargo, al final lo tomo en ambos brazos, con lagrimas brotando de sus ojos. - Te amo mi príncipe, te amo mucho -

Lo acostó ceremonialmente, rociándolo con una mínima cantidad de delirio nocturno. Unai cayo dormido con una sonrisa en su invaluable cara, dejando al alfa sumido en un llanto amargo mientras escaba de las tierras familiares. - Lo siento mi príncipe -

Hasta que salió el sol, se mantuvo en vilo esperando que la amnesia hubiera afectado a su nuevo amor. Infortunadamente, el efecto se dio de forma incompleta, dejando abierta la posibilidad de que recuerdos vuelvan a una mente que pensó haber soñado. El dilema de realidad con fantasía.

...


(Lo siento! Fui yo el que te sugerí tomar las cosas con calma y mírame ahora. Honestamente, pienso que puede ser un buen toque para la historia, pero si quieres lo edito)

[mounee]

(Es perfecto. Me gusta porque tanto uno como otro están aprendiendo a acariciarse, donde y cómo tocar al otro hasta que llegue "el momento decisivo" de la inseminación. No olvidemos que se trata de un fauno, por naturaleza, es el dios de la PANsexualidad, la fertilidad y el goce de los sentidos, no elegiste un monje tibetano jajjaja) :)

Tendido en su cama, Unai, oyó un zumbido y al girar la cabeza vio recortarse al contraluz la silueta del fauno en la ventana antes de saltar sobre él. Iba a decir algo pero la criatura del bosque le tapó la boca con una de sus peludas manos. Despojado de las sábanas el cuerpo desnudo del chico lo cubrió el fauno con el suyo proporcionándole calor y protección masculina. Unai separó las piernas para que el contacto fuese más íntimo y vibrante... primero, sintió el aliento del macho cabrío quemándole los labios y, a continuación, el contacto de otros labios que abarcaban por completo los suyos para beberse su respiración. La lengua del fauno, cálida y musculosa buscaba la del sumiso como dos peces remoloneando en la cavidad de un mar de corales. Rheiki mordió tiernamente los carnosos labios de Unai para estimular y saborear las jugosas almohadillas de su boca. El chico gimió, pero enseguida pidió más aferrándose a su Alfa en un fuerte abrazo. Ahora, era el chico quien aprendía a besar, a conocer "otros labios", a fundirse y entregar su alma en los besos pero dejando que fuese el macho quien llevase el control, el dominio y la fuerza con su lengua.
Un riachuelo de saliva aliente se desbordó de la comisura de los labios de Unai y resbaló por su cuello. La atmósfera de la habitación se hizo más densa con los efluvios de almizcle y feromonas masculinas que despedía el cuerpo del fauno. El chico empezaba a embriagarse con la dulce droga del sexo... Hubo un momento en el que la cabeza del omega quedó atrapada entre Los muslos y patas velludas de Rheiki; aquella enorme verga y el par de sólidos y abultados testículos quedaron a la vista del mucho a escasos centímetros de su rostro. El olor era tan deliciosamente excitante para Unai que no pudo resistirse a saborear aquellas enormes bolas repletas de jugo. Las lamió y chupó con suavidad y mucha ternura proporcionando un goce supremo al Alfa. La majestuosa verga del fauno vibraba erecta a escasos centímetros de la boca del chico derramando hilos de fluido transparente que caían directamente sobre los labios del sumiso. Unai saboreaba con deleite ese sabroso néctar masculino. A continuación, sus dos manos abarcaron el perímetro de aquel grueso cilindro de carne , y y retiró con suavidad la piel que cubría el glande... aparecíó una esfera de carne suave y tersa como una manzana, un champiñón grueso y húmedo que palpitaba de placer y respiraba por un agujero que no cesaba de lubricar y dilatarse. Unai lo lamió y acarició dando giros con su lengua para abarcar todo el contorno del glande. Se tranquilizó cuando comprobó que sus labios podían engullir aquel grueso tallo carnoso e introducirlo de pleno en su boca, y tal vez con un poco de práctica, en su garganta. El Macho arqueó su columna vertebral al tiempo que se estrujaba un poco los testículos para expulsar más líquido pre seminal con el fin de que su omega se acostumbrase a sus jugos y esencia.

Unai fue perdiendo poco a poco la consciencia hasta entrar en una especie de sueño. En mitad de una nebulosa, se estremeció con las manos del fauno acariciando su cuerpo, lamiendo su cuello y nalgas... todo su cuerpo quedó impregnado de saliva, sudor y fluidos masculinos.

(Ahora sigo)

[mounee]

La madre irrumpió en la habitación de Unai al comprobar que su hijo no había bajado a desayunar. Aunque la ventana había permanecido abierta toda la noche y amanecida, las sábanas aún conservaban la humedad y olor del macho cabrío. Ruth pensó en lo peor al ver que Unai parecía ebrio y descoordinado en su forma de hablar y gestos; examinó el cuerpo del muchacho pero no encontró nada alarmante.
- ¿Qué está ocurriendo en esta casa? ayer tu hermano cayó preso de unas fiebres y hoy eres tú quien pareces poseído por este extraño mal. Vamos hijo, despierta.

Vistió a Unai con una túnica de lino y lo llevó al templo. Estaba decidida a consultar a LA SIBILIA acerca de estas extrañas fiebres que enfermaban a su hijo desde días atrás. A la entrada del templo construido en en el interior de una enorme gruta, depositó ofrendas y encendió lámparas de aceite perfumado. Condujo a su retoño medio inconsciente por túneles y pasadizos hasta llegar a la cueva de la sacerdotisa que permanecía oculta tras una gran cortina blanca de seda sujeta a un techo de alabastro. Dos hombre de cabezas rapadas custodiaban el recinto de la adivina.Tras obligar a madre e hijo a arrodillarse, se interesaron por el motivo de la consulta. Ruth, depositó unas monedas de oro y plata en una bandeja y quemó incienso en un lateral de la cueva.
La figura en sombra de la sacerdotisa comenzó a moverse y a agitar su larga melena oscura realizando giros con la cabeza... se hizo un silencio absoluto hasta que comenzó a hablar y uno de los monjes comenzó a escribir cuanto decía en un pergamino:
"Noche azul oscuro
Cueva profunda de Dios
Lejos de las ciudades
en Él encontramos la liberación

Cuerpos entrelazados
Vino, es sangre
Un sacrificio hecho
Al macho cornudo.

Rabia rabia
La luna tiembla,
con la Garganta desnuda al cielo
Bailamos hechizados los enamorados.

Oímos su grito.
Oímos sus pezuñas.
Sentimos su presencia
A lo largo de la tierra...
El vientre fértil del muchacho
hará germinar la semilla de un dios."

El cuerpo de Unai empezó a convulsionar, con lo cual, decidieron sumergirlo desnudo en una piscina natural excavada en el suelo de piedra. La madre preguntó por la interpretación de las palabras de la sacerdotisa, estaba nerviosa y visiblemente emocionada. Uno de los monjes la tranquilizó.
- Su hijo ha inhalado la fragancia de una flor nocturna, pero no es eso lo que anestesia su alma y confunde su mente. El muchacho está a las puertas del amor, ese absoluto que lo toma, exige o lo pierde todo. Es como el tiro con arco: el disparo justo en el momento justo no acontece hasta que uno no sabe desprenderse de sí mismo. Su hijo ha entregado su corazón.

- Pero si es aún es un niño, apenas ha cumplido los dieciséis años! - exclamó Ruth
- Está en la edad apropiada para el despertar de la primavera. Pero hay algo mucho más importante que usted debe saber y que la sacerdotisa ha remarcado muy bien: El vientre del muchacho es fértil y propicio para acoger la simiente de un hombre. De alguien superior a un homb....
Ruth no dejó acabar la frase, aquello era una completa locura. Examinó al detalle el cuerpo de su hijo y se pregunto cómo podía producirse lo que el oráculo vaticinaba. Acarició el vientre liso de su hijo y miró suplicante al hombre de cabeza rapada buscando una explicación.
- Sus entrañas serán fecundadas y darán a luz al hijo de un dios. Sentenció el momje.
Ruth, se desplomó en el suelo deshecha en un mar de lágrimas. Sintió la mano del escriba sobre su hombro
- ¿Por qué ofendes a los dioses mostrándote tan desagradecida? deberías sentirte orgullosa por haber dado tú a luz a un ser que es perfecto: tu hijo es para todos los efectos un varón que puede fertilizar con su simiente otros vientres, pero al mismo tiempo, también puede ser el portador si él lo desea de la semilla de otro hombre y hacerla germinar en su útero.
La madre volvió a examinar el cuerpo de su hijo prestando especial atención a sus genitales.
- Es sólo un muchacho empezando a vivir... no veo nada extraño ni diferente a otro muchacho de su edad. ¿Cómo puede suceder lo que los dioses han decidido que ocurra? preguntó Ruth
- El amor abre conductos y canales que ni tan siquiera el cuerpo sospecha que tiene en su interior. El amor puro junto al instinto natural abrirá ese espacio fértil en su cuerpo como el agua excava en la roca hasta producir el milagro. levántate mujer, y ve a celebrarlo. No vaya a ser que ofendas a los dioses con tu insolencia.

Ruth se secó la lágrimas y besó a su hijo. Guardó el pergamino en su pecho y se dirigieron ambos de camino a casa. El aire fresco de la mañana despejó las nieblas en al mente del omega.
- Mamá, hace un día espléndido. Reuniré a las ovejas y las llevaré al campo a pastar hierba fresca. Hay cinco de ellas que están preñadas y..
- Tú no vas a ninguna parte, Desde hoy permanecerás encerrado en casa hasta que tu padre y yo tomemos una decisión. Estoy pensando en enviarte con mis parientes a las tierras de El Norte. Son personas rudas y austeras, pero estoy segura que sabrán cómo cuidarte y que crezcas y te eduques como un muchacho "normal".
A Unai se le heló la sangre.
- Mamá ¿Qué he hecho yo mal? ¿en qué te he ofendido?
Ruth se echó a llorar mordiendose los nudillos de las manos
- Madre ¿por qué lloras?
- Sigues viéndote con ese Fauno, no es cierto? aléjate de él, por lo que más quieras, no permitas que se acerque a ti.
- ¿Por qué? si el el ser más hermoso y bondadoso sobre la tierra. Si le conocieras estoy seguro que cambiarías de opinión.
- Cállate, maldita sea! - Ruth en un ataque de nervios abofeteó a Unai. Me avergüenza de que seas mi hijo.
El muchacho sorprendido por las duras palabras de su madre, se dirigió camino al bosque.

[DarkAurion98]

Mientras que en una cueva lejana la sacerdotisa alababa su deidad ancestral, el fauno sentía como sudor se formaba en su frente, visión ligeramente borrosa y falo a plena asta. Lentamente su identidad se destrozaba, las ya de por si pocas inhibiciones se desvanecían mientras un estado salvaje se apoderaba de su ser. - Deja de sentirte culpable guerrero mio - Le decía sonoramente una voz paternal al oído. - El chico nació para recibir tu protección y tu para dársela. Lo fecundaras y traerás a estas tierras herederos fuertes pero de corazón puro - continuaba, tumbando al enfurecido Rheiki en el pasto mientras se cubría los oídos.

- Sal de mi cabeza!! - Grito captando la atención de sus colegas quienes asustados lo arrastraron hasta el campamento. La velluda piel ardían en fiebre, sus testículos dolían por la cantidad de semen que contenían, sus brazos peleaban contra los intentos de Andreas y Volthur para sumergirlo en una claro de aguas haladas. - Unai!! Seras mio pequeño - Una pequeña parte racional de la bestia no podía creer como en el transcurso de una semana, el chico logro convertir una amistad en un delirio desbordado.

- Por un demonio Rheiki, cálmate ya! - Decía Volthur mientras sumergía su cabeza en el agua, con extraordinaria fuerza debo agregar.

- Le ha pasado algo a Unai? Por los dioses Rheiki, contesta - Suplicaba Andreas mientras rociaba un elixir en la cara del macho.

- Andreas, sientes eso? Tiene todo el valle apestando a macho alfa. Se habrá enfrentado a algún hechicero? -

- No lo se V, solo mantenlo abajo! - gruñía el centauro entre forcejeos hasta que su amigo, de la nada, se calmo.

Con su cabeza a penas por fuera del agua, el fauno le sonrio a sus amigos con ojos verdes brillando intensamente. Con un solo movimiento se quito su taparrabos, de algina manera dejando a sus colegas sin fuerza. - He recibido el llamado de Pan - dijo con una noble sonrisa. - Buscare a mi principe. Le hare el amor bajo la luna de esta noche y me asegurare de que cargue a mis retoños - Con eso salio del agua dejando a los otros dos con caras perplejas. - No teman, no le hare daño. Se que el tambien desea esto, no es asi Unai? - murmuro al sentir un movimiento en los arbustos, de los cuales se filtraba un brillo azul. De ahi salio el pastor, quien remplazo la tristeza causada por Ruth a una bella sonrisa.

-  Asi es- Afirmo el pequeño, envuelto en la sedosa brisa primaveral y el silencio natural que guiaba su mente. Rhei con sumo afecto lo tomo en sus brazos y lo beso castamente, brazos fuertes y peludos sosteniendo a su cabrito por la cintura.

- Cuernos avistan este momento
La verdad del bosque nos protege
Sangre y vino se confunden
Para que recibas el regalo del cazador -

De esta forma empezó una promesa de amor bajo la figura de un vinculo. Ambos se miraban fijamente, Unai también pronunciando solemnes palabras.

...

Acto seguido, el vocero del dios Pan mantuvo el príncipe atado a su pecho, con rumbo a la granja sin miedo alguno. El ogro a paso veloz intento detenerlo sin resultado alguno. - Rheiki, mírate. Este no eres tu. Unai, tu tampoco. Están hablando de tener hijos por el amor de Argahklet* - . No recibio respuesta, solo dos enamorados riendo y compartiendo besos tímidos en un estado hipnótico.

No faltaron los minutos para que se encontraran con una sollozante madre. - Por favor, solo... no te lo lleves -

...

Notas:

Argahklet: Heroína orca respetada por múltiples clanes gracias a sus hazañas contra regímenes discriminatorios.

(Crees que puedas trabajar con esto? No quise continuar para evitar pasos en falso. )  

[mounee]

(Espectacular, me encanta. A ver qué dice mi corazón además de mis "ansias") :)

Ruth los estaba esperando al pie de la colina. Al divisar a la pareja, corrió a abrazar a su hijo: "Perdóname por las duras palabras que te dije, me dejé llevar por los nervios y el miedo. Siempre serás mi pequeño y contarás siempre con mi bendición". Observó con qué ternura y cariño el fauno sostenía la mano de Unai y no tuvo más remedio que admitir que la pareja se amaba y estaban destinados uno al otro. Oyeron unos tremendos alaridos provenientes de uno unos respiraderos de la gran roca donde estaba excavado el templo.
- Lleva así toda la mañana, aullando como una loba. Sus entrañas arden y no para de arañarse los pechos con sus uñas. - Dijo Ruth
- ¿De quién se trata, mamá?
- De la sacerdotisa del templo. Pide lamer y beber vuestras sangres y establecer un vínculo entre vosotros dos.
Unai se abrazó a su amigo con fuerza. Entonces Ruth pudo observar cómo el fauno izó al pequeño pastor hasta tenerlo a la altura de sus ojos para darle un apasionado beso. La hechicera convulsionaba sobre el suelo de alabastro haciendo giros con su larga melena alrededor del fuego.
- Vamos, vamos.... dejad vuestras muestras de amor para otro momento más íntimo. Temo despertar la cólera de los dioses. Entremos en el templo, todo está dispuesto para la ceremonia.
Ruth detuvo al Fauno un segundo antes de entrar al Templo
- Vas a establecer un vínculo sagrado con mi hijo ¿Estás seguro de hacerlo? estás aún a tiempo de escapar a tus dominios y seguir tus propias leyes. Mi corazón me dice que son buenas tus intenciones pero como hembra conozco muy bien a los hombres. Más te vale no hacer daño a mi retoño porque la furia que oyes de parte de la sacerdotisa no será nada en comparación con la mía si a Unai le llega a pasar algo malo.
Rheiki se agachó hasta ponerse a la altura de la mujer hasta asegurarse de que le mirase fijamente a los ojos. No habló, pero su mirada le comunicó lo siguiente: "Exactamente, usted lo ha dicho muy bien:. Soy el Señor de los bosques y me guío por mis propias leyes y mandatos divinos. Por mis venas corre la sangre de los dioses a los que usted misma venera... ¿Crees que si me hubiese guiado únicamente por mis instintos no habría conseguido ya lo que me hubiese propuesto? Sin embargo, he respetado a su hijo porque en verdad le amo. Sólo he tocado la flauta una única vez en presencia de Unai para precisamente no sugestionarlo ni predisponerlo a algo que en verdad él no sintiese y ¿quiere saber una cosa? cuando hice sonar aquella melodía me sangraron los labios porque no me dejé llevar por la lujuria sino por el corazón. Créame, mi música es más poderosa que los alaridos y gritos de la sacerdotisa.. obedezcamos a los dioses y establezcamos el vínculo".
Dos monjes les estaban esperando. Despojaron a Unai de su túnica y fue introducido en una piscina de agua purificada en la que flotaban pétalos blancos y lámparas de aceite. El macho cabrío, en cambio, se colocó bajo una cascada de agua cristalina iluminada con antorchas; su hermoso cuerpo lució en todo su esplendor cuando la piel mojada resaltó su musculatura y atributos masculinos.
Sacaron al chico de la piscina y le cubrieron con un velo color turquesa que quedaba sujeto en la cabeza por una corona de amapolas. El cuerpo virginal de Unai resplandecía en el interior de la tela, ligero y vaporoso como una nube mientras se dirigía con paso ceremonioso a la cueva de la sacerdotisa. Allí le estaba esperando Rheiki también desnudo pero luciendo una corona floral en la frente.
Cuando se reunieron en el altar, uno de los monjes entregó un cuchillo afilado al fauno que sin dudarlo se hizo un corte en la muñeca. Unai gritó y se arrodilló para beber su sangre, la sacerdotisa también aulló hambrienta. Era el momento sagrado de unir sus venas y crear un único cauce para un mismo río. No le tembló el pulso al muchacho a la hora de cortarse las venas para ofrecer su líquido vital y fundirse con su macho Alfa. La sacerdotisa se colocó bajo el arco que formaban las dos manos unidas y bebió la fusión de ambas sangres hasta que cesó el caudal abierto y el vínculo quedó sellado. La hechicera quedó plácidamente dormida como embriagada por un vino delicioso y celestial.
Unai dijo su juramento de amor en el idioma de su madre nórdica: "“I desire you so much that I believe I might lose my reason. My body yearns for yours, and I crumble every single time you touch me. I've tried to be stronger but the memory of you inside me burns me. No man has ever made me feel the way you did. Whether you believe me or not, I will cherish that unforgettable moment for the rest of my life." ( Tradúcelo tú, mi amor...)
Unai y el Fauno se besaron apasionadamente.
La madre se emocionó al escuchar las palabras de su hijo y fue corriendo a abrazar a la pareja. Ella misma se encargó de extender un bálsamo para cicatrizar las heridas abiertas en ambas muñecas. Sintió una gran paz interior porque supo que los dioses estaban satisfechos y orgullosos de aquella unión. Ruth, era una buena mujer que ofreció a su único hijo en "sacrificio de amor" porque el destino así lo había decidido.
El escriba se acercó a ella y le dijo:
- Has hecho bien mujer. Tú misma puedes comprobar cuanta belleza y paz se respira en este recinto.
Ruth levantó la mirada y sus húmedos ojos reflejaron lo siguiente:" Sí, por qué luchar contra un dios? y sobre todo ¿para qué vencerlo?
- Lo único que siento - dijo ahora en voz alta - es no haber podido organizar la ceremonia como a mí me hubiese gustado y celebrar un gran banquete en honor de mi hijo y Rheiki.
Unai trató de consolarla
- Mamá, mírame a los ojos... no puedo ser más feliz. Te prometo que a su debido tiempo celebraremos un gran festín por todo lo alto. Tengo lo que más deseo en el mundo: tu bendición y la compañía del ser que amo con locura.
- Lo sé, unai. respondió la madre. - Ruth se dirigió al fauno y le beso las manos en señal de gratitud y luego depositó otro beso en la frente.- Me parte el corazón dejarte marchar mi niño, pero no tenemos otra opción de momento ya que tu padre y Belver cuando se enteren montarán en cólera. Los planes de tu padre eran entregarte a tu hermanastro para que le sirvieses como una concubina. No te preocupes por mí, sabré disimular mi dolor ante él. Y ahora ...¡Vamos . vamos! ¿a qué estáis esperando pareja de enamorados? id y consumad vuestro amor en el bosque.
El fauno envolvió a Unai en el velo turquesa, lo subió sobre su espalda, y ambos desaparecieron entre la espesa vegetación del monte.

(Qué hermosa locura. Qué va a ser de nosotros a partir de ahora? cuanto me gustaría estar en una situación real en el bosque y vivir esa aventura. Me gustaron mucho tus imágenes, very hot ;)

(*) En el caso de que no te parezca bien establecer "el vínculo" a través de la ceremonia en el templo y tuvieses otros planes para Rheiki .. no pasa absolutamente nada. Edito el post y damos otro giro a la trama sin problemas, vale?
(**) Si te parece bien, cuando llegue el momento de consumar nuestra unión, haremos los posts más cortos - paso a paso, turno por turno - para que resulte lo más real posible y dejándonos llevar por la pasión y el momento. Quiero que te sientas lo más cómodo, divertido y estimulante dentro de lo posible... Ok?

[DarkAurion98]

Rheiki sin duda disfruto de nuevo ese deseable néctar que brotaba de los labios de Unai, agradecido de que Ruth entendiera la sinceridad de su amor. Prosiguió a caminar con su chico en brazos hasta el templo, manteniéndose tranquilo cuando la madre lo enfrento con frescos temores. El profundo verde de sus ojos comunico lo que debía ser dicho, adicionado de un cálido abrazo para la mujer que desde ese momento, se encontraba bajo la protección del guardián de los bosques.

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El frió de las puras aguas no afecto en lo mas mínimo al macho, quien en cambio disimulaba su desespero por ver al virginal príncipe desnudo en tan majestuoso recinto. Solemnemente se puso la corona floral que le fue asignada, esperando y casi rugiendo en puro gozo cuando vio a su omega escondido en el fino trabajo turquesa junto a las amapolas que emulaban su fragancia embriagante. Posteriormente tomo el cuchillo y sin la mas mínima muestra de dolor dejo que su sangre fluyera. Sintió una represa desbocarse en su alma y un calor fuerte en su sexo al ver a Unai devotamente tomando de su sangre y uniendo sus venas en una ofrenda celestial.

Antes del beso que por cierto, quemo como mil soles y consoló como mil lunas, Rheiki le mando una mirada juguetona a su cabrito después del juramento. - No eres el único con trucos bajo la manga mi precioso colega - y con un suspiro empezó. - If you feel like loosing your reason, then I'm sure I'm out of my mind. Oh beloved mate, my father and all the presents here shall witness how deep is my love for you. No man has received the warm of my touch as you did in these short golden days. Be sure, I will be yours forever as long as you are mine, human of my heart, spark that will fuel my happiness until the day we leave this world and dance on the halls of paradise for eternity - (Traduce esa mi vida)

Tras semejantes votos, el beso subsecuente parecia más que una simple formalidad. Ya faltos de aire se separaron y con amplias sonrisas agradecieron el cuidado que tuvo Ruth con sus heridas. Sin embargo, nació dolor en su corazón al oír lo que le esperaba a la mujer. Es por eso que antes de partir hacia el bosque con su angelical chico, poso su manos sobre los hombros de la madre.

- Escuchad bien buena mujer. Ahora que estoy unido por sangre y palabra a tu hijo, quiero que sepas que eres bienvenida cuando quieras. La verdad, quiero que vengas con nosotros. Te enseñare a vivir del bosque de forma que puedas ver a tu retoño todos los días. Me gustaría poder llamarte "madre" de ahora en adelante y alejarte de tan ingratos hombres en esa granja - dijo mientras brotaban lagrimas de la hembra. - Entiendo que debes pensarlo primero. Si te decides, llega al centro del bosque donde podremos sentirte, esta bien? - Y con eso ella asintió la cabeza.

Los enamorados desaparecieron entre el espeso follaje, besándose a más no poder, esperando a que la luna dominara el cielo para empezar con el acto de amor.

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(Te agradezco. También me gustaría estar en las pezuñas de Rheiki) :P

(*) Me encanto la faceta estilo ritual de la ceremonia.
(**) Me parece buena idea lo de los turnos. Así sera, créeme. Lamento haber simplemente repasado sobre eventos ya dichos en este post. No agregue muchos elementos nuevos porque quiero que seas tu quien empieza con nuestro acto de amor. :)

[mounee]

Me encantó tu juramento de amor. De las cosas más hermosas que he leído nunca. Y perfecto que la madre se pueda reunir con ellos pronto. Así que empiezo yo, ah? vale. Me tiembla todo el cuerpo, en serio)

Cuando llegaron al bosque, el fauno eligió un lugar que unai aún no conocía y que le resultó especialmente sugerente y hermoso. El macho cabrío trazó un círculo de amplios metros con su perfumada orina para delimitar su territorio y ahuyentar a posibles intrusos, y en el centro, extendió sobre la mullida hierba el velo turquesa de la ceremonia. Unai resplandecía como un nenúfar sobre sobre aquella superficie suave y agradable al tacto y a todos los sentidos. Los árboles cercanos sacudieron las ramas y una lluvia de pétalos rosas, blancos y púrpuras cayó sobre los enamorados.
Unai, temblaba de excitación y nerviosismo, Era la primera vez que se entregaba a un macho, al ser que amaba con desesperación. Su corazón latía con fuerza haciendo que sus pezones se llenasen de calor, suavidad y ternura. Extendió sus bazos para recibir a su Alfa...
- Ven mi amor, he soñado con este momento tantas veces que me parece un sueño.
Ofreció sus carnosos labios a Rheiki que enseguida los cubrió con los suyos abarcándolos con un cálido beso. Mordisqueó un poco lo justo para que su chico se excitara y se entregara a él. En efecto, Unai gimió un poco al sentir los tiernos mordiscos de aquellos dientes, pero aquello hizo que se excitara aún más y abrazase a su amante con fuerza. Su lengua hambrienta acarició la del macho cabrío y fundiéndose en el beso, respirando, bebiendo de su saliva. Luego, tomó el rostro del fauno entre sus manos y comenzó a besarle en las mejillas, ojos y barbilla. Le susurró al oído:
- Ni te imaginas cúanto te amo ni lo mucho que te deseo...
De sus pezones, debido a la gran excitación que padecía, brotaron unas gotas brillantes de néctar.
Deslizó su mano derecha por el abdomen del fauno hasta palpar su verga erecta y húmeda. Empezó a acariciar a aquel enorme falo con suavidad, desnudándolo de la sedosa piel que cubría el glande que rápidamente emergió duro y palpitante, deseoso de recibir caricias y placer... con aquella humedad con la que se llenó su mano, el omega impregnó su sexo que también estaba muy excitado y lubricado. Unai se moría por saborear el fluido que manaba por la punta del miembro de su macho. Así que descendió hasta tomar aquel cilindro de carne dura y caliente entre sus manos.

[DarkAurion98]

(Y yo no paro de sudar con este relato)

- Más te deseo yo dulce príncipe. Seras un buen omega para tu alfa, no hay duda - Susurro eroticamente el fauno al recibir las palabras de su sumiso, deleitándose sin limite con las sensaciones que experimentaba su verga al tacto de tan gentiles manos. Sin vergüenza permitía un abundante flujo pre-seminal brotar de sus viriles gónadas, al estilo de un macho cabrio siguiendo a su compañero en celo.

Cuando Unai descendió, Rheiki suavemente acaricio su rojiza cabellera, sonriendo y alentando al chico para dejar de lado las formalidades. - No temas Unai, lleva mi sexo a tus labios. Compartamos el placer de dos amantes, embriagándonos en el otro - dijo en una voz grave mientras su trasero liberaba almizcle en el aire. Fue entonces cuando sintió ese par de tiernos músculos besar su falo, llevándolo cerca del clímax. No porque ese gesto haya sido lo más excitante del encuentro (Créanme, con los actos que los enamorados perpetuaran no han visto nada), sino porque estaba cargado de pureza, como una promesa de lealtad y afecto hasta en los momentos más amenos.

El chico empezó tímido con el cálido miembro, degustandolo en únicas formas. Para mayor diversión, el alfa tomo asiento en el pedestal donde pronto consumarían su amor, abriendo sus piernas y dejando a la vista su ano, casi cubierto por sus masivos testículos. - Tu decides donde quieres explorar mi príncipe. Te entrego mi cuerpo para que sacies tu hambre. - Olfateo sus propias axilas con el fin de robarle aun mas suspiros a su.... admitamoslo, prometido.

- ¿No es desagradable para ti amor? -

...

[mounee]

( jajajjajjaj.. lo mismo me pasa a mí. Si me encienden, mi naturaleza es muy muy caliente y mi cuerpo enseguida pide "candela") ;)

Unai ardía en una dulce fiebre que calentaba su sangre y abultaba sus genitales así como sus hambrientos labios. Comenzó a lamer el glande desnudo de su macho y con la lengua abrió el orificio de la punta de aquella verga cada vez más gruesa y palpitante.. un pequeño chorro de fluido pre seminal brotó de aquel cráter. El omega lo saboreó con deleite, pero quería más, así que comenzó a hacer círculos con su cabeza alrededor de aquel eje carnoso y fue poco a poco engullendo casi la totalidad de la longitud de la verga de su Dominante. El fauno rugiendo de placer empujó sus caderas hacia adelante para que su miembro se tensara y pudiese ser mejor tragado y engullido. Unai no quiso emplear sus manos, dejó que fuese el propio macho cabrío quien colocando sus peludas manos en su cabellera pelirroja de su chico para controlar el ritmo de sus embestidas, le introdujese aquella sabrosa verga hasta el fondo de su garganta. Rheiki encontró suave, cálida y apretada la garganta de unai gozando al máximo con aquella profunda mamada. Comenzó a mover sus caderas suavemente entrando y saliendo de aquella cavidad y del placentero anillo que formaban aquellos labios hambrientos alrededor de su miembro. Como macho Alfa disfrutaba con la visión de su grueso y largo falo entrando y saliendo húmedo y brillante de la boca del omega. Cuando Unai le acarició los abultados testículos del fauno, éste retiró su verga de la boca del chico y disparó una pequeña carga de esperma... deseaba que su amado se acostumbrase a su sabor y textura. Unai mantuvo durante unos segundos aquella pequeña pero suficiente porción de leche caliente sobre su lengua para saborear su densidad y espesor antes de tragarla... La encontró densa, deliciosa y nutritiva al paladar, un verdadero néctar que su cuerpo en pleno celo de fertilidad pedía y deseaba a gritos.
Vio cómo el macho cabrío abría sus muslos y le mostraba sus peludos glúteos... una nube de almizcle embriagó a Unai excitándolo aun más. Sujetando la verga de su Dueño con una mano lamió el ano del macho e introdujo su lengua en él. Rheiki, gemía y suspiraba de placer, los enormes testículos rozaba los labios de Unai que no tardó en chuparlos y acariciarlos con su lengua. los notó llenos y rebosantes de esperma, así que los besó con delicadeza al tiempo que desde la punta del falo siempre erecto y húmedo volvió a derramarse otro caudal de fluido pre seminal. Unai no dejó ni gota sin sorber ni lamer de aquel sagrado néctar.
- Te deseo mi amor... dijo tumbándose de espaldas y acariciando sus pezones que le ardían y dolían de deseo. Ven, ven....