03-09-2017, 03:51 PM
Al no recibir respuesta alguna en la granja, Rheiki se dispuso a darse un baño en el riachuelo cercano. Despues de todo, lo necesitaba. Sus salvajes axilas se lo recordaban cada vez que levantaba los brazos.
- Que suerte la mía, con el amor que le tengo a las duchas - Penso sarcásticamente el fauno, agachándose para esquivar unas cuantas ramas de árbol. Ya divisando el agua, apunto de quitarse su "taparrabos", el macho diviso una hermosa criatura. La voraz llama que tenia por cabello hizo suspirar a Rheiki, y para ser honestos, la imagen completa de ese tierno cuerpo desnudo no fallo en estimular su durmiente miembro. Eso sin mencionar que el virginal olor de humano omega empezó a llenar sus pulmones, acompañado de esa preciosa risa y la interacción con los peces.
Tan hipnotizado estaba, que la pregunta formulada por aquel ángel apenas si llego a sus oídos. Lentamente salio el fauno de su escondite, manos parcialmente arriba en símbolo de paz.
- Mis saludos. Lo siento si te asuste. Solo soy un fauno que buscaba un lugar para descansar y asearme - Dijo Rheiki con una sonrisa sincera, rezando a los espíritus del bosque para que el pastor no notara su pene, cambiando sutilmente bajo la tela.
- No te preocupes, veo que ya estas ocupando este sitio. Si gustas puedo buscar otro granjero que me ayude -
Antes de que pudiera seguir, un repentino "no" fue pronunciado. Esto sin duda capto su curiosidad, pero recordemos, que el viajero por ahora lo único que busca es un escape a la soledad del bosque. Amistades entre su misma especie son reales pero distanciadas. Cuando se trata de otras criaturas, los faunos prueban ser amigos fieles e inseparables. En lo profundo de su mente, a el le gustaría que eso pudiera pasar con este hermoso pastor.
...
- Que suerte la mía, con el amor que le tengo a las duchas - Penso sarcásticamente el fauno, agachándose para esquivar unas cuantas ramas de árbol. Ya divisando el agua, apunto de quitarse su "taparrabos", el macho diviso una hermosa criatura. La voraz llama que tenia por cabello hizo suspirar a Rheiki, y para ser honestos, la imagen completa de ese tierno cuerpo desnudo no fallo en estimular su durmiente miembro. Eso sin mencionar que el virginal olor de humano omega empezó a llenar sus pulmones, acompañado de esa preciosa risa y la interacción con los peces.
Tan hipnotizado estaba, que la pregunta formulada por aquel ángel apenas si llego a sus oídos. Lentamente salio el fauno de su escondite, manos parcialmente arriba en símbolo de paz.
- Mis saludos. Lo siento si te asuste. Solo soy un fauno que buscaba un lugar para descansar y asearme - Dijo Rheiki con una sonrisa sincera, rezando a los espíritus del bosque para que el pastor no notara su pene, cambiando sutilmente bajo la tela.
- No te preocupes, veo que ya estas ocupando este sitio. Si gustas puedo buscar otro granjero que me ayude -
Antes de que pudiera seguir, un repentino "no" fue pronunciado. Esto sin duda capto su curiosidad, pero recordemos, que el viajero por ahora lo único que busca es un escape a la soledad del bosque. Amistades entre su misma especie son reales pero distanciadas. Cuando se trata de otras criaturas, los faunos prueban ser amigos fieles e inseparables. En lo profundo de su mente, a el le gustaría que eso pudiera pasar con este hermoso pastor.
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