La compañía de los tres alfas le sentó muy bien al chico que se había educado siempre al cuidado de su madre y nunca había disfrutado de un amigo. Su hermanastro Belver amaba y odiaba a Unai a partes iguales; como Alfa deseaba con todas sus fuerzas someterlo y dominarle, pero al mismo tiempo, también le despreciaba por ser el hijo de Ruth la nórdica, la otra mujer que su padre había mantenido relaciones fuera del matrimonio. Belver temía que su padre repartiese la herencia familiar que le correspondía íntegra a él como primogénito legal con el el pastorcillo.
La dulzura y encanto natural de Unai pronto se ganaron la confianza y el afecto del cabeza de familia desde que decidió legalizar su aventura extra matrimonial e incluir a Ruth y al chico a la muerte de su esposa en la granja familiar. Belver nunca aceptó a los recién llegados e hizo todo lo posible para poner a todos los criados y parientes en contra de la madre e hijo nórdicos. Difundió el rumor por la granja y alrededores de que Ruth era una hechicera que había embrujado a su padre y que el fruto de ese pecado cometido en adulterio, era el chico de pelo rojo que había nacido con el diablo en el cuerpo. En realidad, el verdadero endemoniado era Belver, que no podía quitarse de la cabeza la idea de violar y sodomizar brutalmente al adolescente por verganza, celos y pura lujuria.
Unai se sentía libre y feliz fuera del ambiente tenso que se respiraba en la granja, aquellos seres gigantescos de aspecto duro y modales poco refinados, eran nobles, sinceros y de buen corazón. Rheiki, Volthur y Anfreas eran verdaderos Alfas que no necesitaban demostrar nada ni emplear la fuerza ni la violencia gratuitas para ser respetados y tratados como machos superiores. Por otra parte, era muy fácil ganarse la confianza de Unai porque su corazón virgen era tan limpio y sincero como su mirada. Aunque nadie le había enseñado en qué consiste la jerarquía natural entre hombres, su instinto natural como omega le hacía comportarse adecuadamente, saber qué lugar le correspondía en el grupo y respetar la autoridad de los machos alfa. Los colegas de Rheiki quedaron encantados por la manera en la que Unai miraba al fauno. Como alfas experimentados y curtidos sabían que esa admiración y devoción que el chico demostraba por su amigo pronto se transformaría en un vínculo más intenso, hermoso y verdadero.
En el ritual de apagar el fuego, el omega experimentó muchas sensaciones diferentes: en primer lugar, agradeció que contaran con él como una manera de estrechar una amistad masculina, pero por otra parte la visión de aquellas enormes vergas turbó al muchacho porque les resultaron enormes y espectaculares. Los potentes chorros de líquido dorado iluminados por las llamas, los testículos colgantes y abultados balanceándose entre las piernas, el olor que emanaban sus cuerpos embriagaron sus sentidos.... fue entonces cuando pudo observar con detalle los genitales de su amigo y comprobar lo bien dotado sexualmente que estaba el fauno. Le pareció que su amigo poseía la verga más hermosa y atractiva del universo perfectamente enmarcada en aquel bosque de vello sedoso y reluciente que cubría su entrepierna y muslos
En su intento por competir y enviar a mayor distancia su chorro de orina, Unai empujaba hacia adelante sus caderas para que su pene pareciese más grande, pero lo único que consiguió fue excitarse y alcanzar una erección lo que provocó sonoras carcajadas amistosas por parte de los Alfas y él sonrojarse de vergüenza. Rheiki le consoló y amparó acariciándole la cabeza como un cachorrillo. Como la verga del fauno aún continuaba desahogando su vejiga, al girarse, algunas gotas salpicaron los muslos desnudos del chico. Unai experimentó un profundo escalofrío al sentir el calor de aquel líquido sobre su piel. Observó cómo los Alfas sacudían las últimas gotas de orina de la punta de sus enormes falos para luego dejarlas colgar de manera natural entre las piernas. El muchacho también los imitó en esto cuando bajó su erección.
____________________________
Era hora de regresar a la granja. después de disfrutar jugando con su amigo y colegas en el agua, a Unai le entró una tristeza enorme.
- No quiero irme. (Volviéndose hacia Rheiki) No quiero separarme de ti. No voy a poder dormir, ni tampoco voy a poder respirar porque me va a faltar el aire si no estás tú.
Se abrazó al fauno de una manera tan desesperada que conmovió a Andreas y Volthur que enmudecieron al ver la escena. Los ojos del Unai se llenaron de lágrimas. Los brazos de Rheiki se abrieron para acoger a su amigo.. entonces un nuevo olor embriagó las fosas nasales del omega. aquellas pobladas axilas emanaban el aroma fuerte del macho protector como las alas de un águila protegiendo del sol a sus crías.
La melena pelirroja de unai desapareció por unos momentos entre los bíceps del gigante para luego aparecer e ir en busca del rostro de su amigo.
- No sé qué es lo que siento por ti,Rheiki. no lo sé... pero sea lo que sea, me está quemando por dentro.
En un acto instintivo le besó muy cerca de los labios. El chico se asustó y sin despedirse de los presentes salió huyendo colina abajo sin parar de correr hasta adentrarse en la granja.
Cuando le vieron entrar en aquel estado les dijo a los habitantes de la casa que le habían atacado una manada de lobos. Belver acompañado de algunos empleados se encargó de conducir el rebaño de vuelta a los corrales.
Esa noche, Unai se fue a la cama sin cenar.
(*) Perdóname, trato con todas mis fuerzas de evitar cualquier contacto o referencia sexual pero para Unai es muy difícil no sorprenderse y sentir admiración por los físicos y genitales tan impresionantes de los Alfas. Ha salido huyendo porque tiene miedo de lo que está sintiendo por su amigo, tiene miedo de sus sentimientos. Unai sabe que Rheiki es un macho Alfa y teme que le rechace si descubre que él está sintiendo "algo especial" más allá de la propia amistad por su amigo. Créeme, está luchando con todas sus fuerzas pero "necesita" al fauno, se pasa todo el día pensando en él y echándole en falta. Perdóname también por extenderme tanto pero escribo lo que siento para calmar un poco la fiebre de sentir.
(**) Me está resultando una aventura apasionante. Gracias por las imágenes, son geniales. Yo. como Unai, también estoy un poco asustado :D
La dulzura y encanto natural de Unai pronto se ganaron la confianza y el afecto del cabeza de familia desde que decidió legalizar su aventura extra matrimonial e incluir a Ruth y al chico a la muerte de su esposa en la granja familiar. Belver nunca aceptó a los recién llegados e hizo todo lo posible para poner a todos los criados y parientes en contra de la madre e hijo nórdicos. Difundió el rumor por la granja y alrededores de que Ruth era una hechicera que había embrujado a su padre y que el fruto de ese pecado cometido en adulterio, era el chico de pelo rojo que había nacido con el diablo en el cuerpo. En realidad, el verdadero endemoniado era Belver, que no podía quitarse de la cabeza la idea de violar y sodomizar brutalmente al adolescente por verganza, celos y pura lujuria.
Unai se sentía libre y feliz fuera del ambiente tenso que se respiraba en la granja, aquellos seres gigantescos de aspecto duro y modales poco refinados, eran nobles, sinceros y de buen corazón. Rheiki, Volthur y Anfreas eran verdaderos Alfas que no necesitaban demostrar nada ni emplear la fuerza ni la violencia gratuitas para ser respetados y tratados como machos superiores. Por otra parte, era muy fácil ganarse la confianza de Unai porque su corazón virgen era tan limpio y sincero como su mirada. Aunque nadie le había enseñado en qué consiste la jerarquía natural entre hombres, su instinto natural como omega le hacía comportarse adecuadamente, saber qué lugar le correspondía en el grupo y respetar la autoridad de los machos alfa. Los colegas de Rheiki quedaron encantados por la manera en la que Unai miraba al fauno. Como alfas experimentados y curtidos sabían que esa admiración y devoción que el chico demostraba por su amigo pronto se transformaría en un vínculo más intenso, hermoso y verdadero.
En el ritual de apagar el fuego, el omega experimentó muchas sensaciones diferentes: en primer lugar, agradeció que contaran con él como una manera de estrechar una amistad masculina, pero por otra parte la visión de aquellas enormes vergas turbó al muchacho porque les resultaron enormes y espectaculares. Los potentes chorros de líquido dorado iluminados por las llamas, los testículos colgantes y abultados balanceándose entre las piernas, el olor que emanaban sus cuerpos embriagaron sus sentidos.... fue entonces cuando pudo observar con detalle los genitales de su amigo y comprobar lo bien dotado sexualmente que estaba el fauno. Le pareció que su amigo poseía la verga más hermosa y atractiva del universo perfectamente enmarcada en aquel bosque de vello sedoso y reluciente que cubría su entrepierna y muslos
En su intento por competir y enviar a mayor distancia su chorro de orina, Unai empujaba hacia adelante sus caderas para que su pene pareciese más grande, pero lo único que consiguió fue excitarse y alcanzar una erección lo que provocó sonoras carcajadas amistosas por parte de los Alfas y él sonrojarse de vergüenza. Rheiki le consoló y amparó acariciándole la cabeza como un cachorrillo. Como la verga del fauno aún continuaba desahogando su vejiga, al girarse, algunas gotas salpicaron los muslos desnudos del chico. Unai experimentó un profundo escalofrío al sentir el calor de aquel líquido sobre su piel. Observó cómo los Alfas sacudían las últimas gotas de orina de la punta de sus enormes falos para luego dejarlas colgar de manera natural entre las piernas. El muchacho también los imitó en esto cuando bajó su erección.
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Era hora de regresar a la granja. después de disfrutar jugando con su amigo y colegas en el agua, a Unai le entró una tristeza enorme.
- No quiero irme. (Volviéndose hacia Rheiki) No quiero separarme de ti. No voy a poder dormir, ni tampoco voy a poder respirar porque me va a faltar el aire si no estás tú.
Se abrazó al fauno de una manera tan desesperada que conmovió a Andreas y Volthur que enmudecieron al ver la escena. Los ojos del Unai se llenaron de lágrimas. Los brazos de Rheiki se abrieron para acoger a su amigo.. entonces un nuevo olor embriagó las fosas nasales del omega. aquellas pobladas axilas emanaban el aroma fuerte del macho protector como las alas de un águila protegiendo del sol a sus crías.
La melena pelirroja de unai desapareció por unos momentos entre los bíceps del gigante para luego aparecer e ir en busca del rostro de su amigo.
- No sé qué es lo que siento por ti,Rheiki. no lo sé... pero sea lo que sea, me está quemando por dentro.
En un acto instintivo le besó muy cerca de los labios. El chico se asustó y sin despedirse de los presentes salió huyendo colina abajo sin parar de correr hasta adentrarse en la granja.
Cuando le vieron entrar en aquel estado les dijo a los habitantes de la casa que le habían atacado una manada de lobos. Belver acompañado de algunos empleados se encargó de conducir el rebaño de vuelta a los corrales.
Esa noche, Unai se fue a la cama sin cenar.
(*) Perdóname, trato con todas mis fuerzas de evitar cualquier contacto o referencia sexual pero para Unai es muy difícil no sorprenderse y sentir admiración por los físicos y genitales tan impresionantes de los Alfas. Ha salido huyendo porque tiene miedo de lo que está sintiendo por su amigo, tiene miedo de sus sentimientos. Unai sabe que Rheiki es un macho Alfa y teme que le rechace si descubre que él está sintiendo "algo especial" más allá de la propia amistad por su amigo. Créeme, está luchando con todas sus fuerzas pero "necesita" al fauno, se pasa todo el día pensando en él y echándole en falta. Perdóname también por extenderme tanto pero escribo lo que siento para calmar un poco la fiebre de sentir.
(**) Me está resultando una aventura apasionante. Gracias por las imágenes, son geniales. Yo. como Unai, también estoy un poco asustado :D