( jajajjajjaj.. lo mismo me pasa a mí. Si me encienden, mi naturaleza es muy muy caliente y mi cuerpo enseguida pide "candela") ;)
Unai ardía en una dulce fiebre que calentaba su sangre y abultaba sus genitales así como sus hambrientos labios. Comenzó a lamer el glande desnudo de su macho y con la lengua abrió el orificio de la punta de aquella verga cada vez más gruesa y palpitante.. un pequeño chorro de fluido pre seminal brotó de aquel cráter. El omega lo saboreó con deleite, pero quería más, así que comenzó a hacer círculos con su cabeza alrededor de aquel eje carnoso y fue poco a poco engullendo casi la totalidad de la longitud de la verga de su Dominante. El fauno rugiendo de placer empujó sus caderas hacia adelante para que su miembro se tensara y pudiese ser mejor tragado y engullido. Unai no quiso emplear sus manos, dejó que fuese el propio macho cabrío quien colocando sus peludas manos en su cabellera pelirroja de su chico para controlar el ritmo de sus embestidas, le introdujese aquella sabrosa verga hasta el fondo de su garganta. Rheiki encontró suave, cálida y apretada la garganta de unai gozando al máximo con aquella profunda mamada. Comenzó a mover sus caderas suavemente entrando y saliendo de aquella cavidad y del placentero anillo que formaban aquellos labios hambrientos alrededor de su miembro. Como macho Alfa disfrutaba con la visión de su grueso y largo falo entrando y saliendo húmedo y brillante de la boca del omega. Cuando Unai le acarició los abultados testículos del fauno, éste retiró su verga de la boca del chico y disparó una pequeña carga de esperma... deseaba que su amado se acostumbrase a su sabor y textura. Unai mantuvo durante unos segundos aquella pequeña pero suficiente porción de leche caliente sobre su lengua para saborear su densidad y espesor antes de tragarla... La encontró densa, deliciosa y nutritiva al paladar, un verdadero néctar que su cuerpo en pleno celo de fertilidad pedía y deseaba a gritos.
Vio cómo el macho cabrío abría sus muslos y le mostraba sus peludos glúteos... una nube de almizcle embriagó a Unai excitándolo aun más. Sujetando la verga de su Dueño con una mano lamió el ano del macho e introdujo su lengua en él. Rheiki, gemía y suspiraba de placer, los enormes testículos rozaba los labios de Unai que no tardó en chuparlos y acariciarlos con su lengua. los notó llenos y rebosantes de esperma, así que los besó con delicadeza al tiempo que desde la punta del falo siempre erecto y húmedo volvió a derramarse otro caudal de fluido pre seminal. Unai no dejó ni gota sin sorber ni lamer de aquel sagrado néctar.
- Te deseo mi amor... dijo tumbándose de espaldas y acariciando sus pezones que le ardían y dolían de deseo. Ven, ven....
Unai ardía en una dulce fiebre que calentaba su sangre y abultaba sus genitales así como sus hambrientos labios. Comenzó a lamer el glande desnudo de su macho y con la lengua abrió el orificio de la punta de aquella verga cada vez más gruesa y palpitante.. un pequeño chorro de fluido pre seminal brotó de aquel cráter. El omega lo saboreó con deleite, pero quería más, así que comenzó a hacer círculos con su cabeza alrededor de aquel eje carnoso y fue poco a poco engullendo casi la totalidad de la longitud de la verga de su Dominante. El fauno rugiendo de placer empujó sus caderas hacia adelante para que su miembro se tensara y pudiese ser mejor tragado y engullido. Unai no quiso emplear sus manos, dejó que fuese el propio macho cabrío quien colocando sus peludas manos en su cabellera pelirroja de su chico para controlar el ritmo de sus embestidas, le introdujese aquella sabrosa verga hasta el fondo de su garganta. Rheiki encontró suave, cálida y apretada la garganta de unai gozando al máximo con aquella profunda mamada. Comenzó a mover sus caderas suavemente entrando y saliendo de aquella cavidad y del placentero anillo que formaban aquellos labios hambrientos alrededor de su miembro. Como macho Alfa disfrutaba con la visión de su grueso y largo falo entrando y saliendo húmedo y brillante de la boca del omega. Cuando Unai le acarició los abultados testículos del fauno, éste retiró su verga de la boca del chico y disparó una pequeña carga de esperma... deseaba que su amado se acostumbrase a su sabor y textura. Unai mantuvo durante unos segundos aquella pequeña pero suficiente porción de leche caliente sobre su lengua para saborear su densidad y espesor antes de tragarla... La encontró densa, deliciosa y nutritiva al paladar, un verdadero néctar que su cuerpo en pleno celo de fertilidad pedía y deseaba a gritos.
Vio cómo el macho cabrío abría sus muslos y le mostraba sus peludos glúteos... una nube de almizcle embriagó a Unai excitándolo aun más. Sujetando la verga de su Dueño con una mano lamió el ano del macho e introdujo su lengua en él. Rheiki, gemía y suspiraba de placer, los enormes testículos rozaba los labios de Unai que no tardó en chuparlos y acariciarlos con su lengua. los notó llenos y rebosantes de esperma, así que los besó con delicadeza al tiempo que desde la punta del falo siempre erecto y húmedo volvió a derramarse otro caudal de fluido pre seminal. Unai no dejó ni gota sin sorber ni lamer de aquel sagrado néctar.
- Te deseo mi amor... dijo tumbándose de espaldas y acariciando sus pezones que le ardían y dolían de deseo. Ven, ven....