03-27-2017, 08:08 PM
(Oh mi humano :D . Espero te guste este post entonces. Ten cuidado porque hay muchos diálogos de personajes diferentes, así que no te pierdas :P )
El despertar fue como estar atrapado en un limbo placentero en extremo. Alma dividida entre atardecer y amanecer. Si bien el fauno se mantenía fiel a su colega, su excitación matutina logro que sus labios se unieran con los de Ruth, tomándola, reclamándola bajo su imponente figura. La miro fijamente e hizo gestos al adolescente. - Ven acá mi niño. You are a wild flower, always needing my seed, but today I want you coming back to the tree that gave you life - Susurro Rheiki, tomando a su chico en brazos y mordiendo suavemente su cuello. - Bebe conmigo - La escena se torno sumamente erótica cuando ambos machos se alimentaron de los pechos de la hembra. El cornudo acariciaba sus curvas mientras Unai tímidamente gemía y se regocijaba en el amor de su madre. - Oh Ruth, ya veo de donde saco Unai su chispa traviesa - Dijo el macho después de unos minutos con una sonrisa mientras se alejaba y pasaba a marcar con sus besos al pastorcillo. Fue entonces cuando se escucho el alboroto.
Andreas despertó con una cara confundida mientras Volthur, con cara de asesino, sacaba de los arbustos al indeseado intruso. El semblante del fauno cambio. Cualquier observador lo suficientemente cerca hubiera podido notar como sus músculos se flexionaban, creciendo. Su oscuro pelaje se torno áspero, su olor amenazante. Con extremo cuidado aparto a Unai con su brazo, escondiéndolo tras de el. Al reconocer la cara del infame hermanastro, su mirada se torno oscura, delirio violento retando su control.
- Mira lo que me encontre R. Esta rata con su patetica polla al aire, espiando - Gruño el ogro mientras sostenia el intruso del cuello, evitando que blasfemias dejaran su boca.
- Es mi.. era mi hijastro - Dijo Ruth seriamente, dejando su excitación de lado. La mujer sin pena alguna camino en su desnuda gloria unos cuantos pasos, dejándose abrazar por Andreas. - ¿Que haces acá muchacho? ¿Tu estúpido padre me mando a buscar? -
Volthur dejo caer el chico, permitiendole respirar. - Bruja!! *tos* como si fuera a responderte tras el sacrilegio que cometiste, perra! - Grito furioso hasta que el emisario de Pan lo puso en su lugar. Solo basto una patada de baja intensidad con su pezuña para enviar al humano contra un árbol. Este se quejo, respirando agitadamente, sosteniendo su estomago y viendo como Rheiki se acercaba. La pezuña que lo golpeo ahora se apoyaba firmemente sobre sus bolas, causándole un dolor constante pero no extremo.
- ¿Crees que me quedare de brazos cruzados mientras insultas a mi madre? - Pregunto el flautista con una sonrisa.
- Ahhh *gruñido* tu madre? Desde cuando es tu madre?, puta cabra - R solo emitió una carcajada ante el comentario, descubriendo lo que pasaba por la mente de Belver, dándole ideas y un posible plan.
- ¿Desde cuando? Pues, no se. Tal ves desde que fecunde su vientre anoche junto al de su hijo - Dijo perversamente, volteando por unos instantes y guiñando un ojo a Ruth para que entendiera el juego. Esta asintió con una tierna sonrisa, abrazando a su hijo. - Todos lo hicimos de hecho. Madre tiene una vulva digna de una hembra, no es así Volthur? - El orco contesto dándole un apasionado beso a la hembra, rozando su caliente miembro contra la ardiente entrada femenina mientras Andreas y Unai reian juntos como hermanos. De hecho...
- Ya recuerdo! Belver. - Decia el centauro emocionado. - Puede que seas una mierda de persona pero tengo que agradecerte. Nos diste a Unai en bandeja de plata y ahora somos hermanos, no es así pequeño? - Preguntaba emocionado el ser de cuatro patas mientras el omega reía y disfrutaba de su galope. Perfecto trasero desnudo, empapado de esperma viril y lubricante natural, subiendo y bajando con cada paso que daba el centauro.
La presión sobre las bolas del hermanastro disminuyo, pero el dolor de ver a esta nueva familia riendo y gozando sin el era suficiente castigo. No es que lo admitiera en voz alta claro esta. Rheiki sabia que este mocoso tenia un orgullo muy grande para eso, la lista nutriendo su carácter dominante placenteramente. ¿Que lista? Pues el ver:
Al hermanastro que deseabas fecundar siendo poseído por el dios de la virilidad.
A tu antes miserable madrastra gozando de dos machos amorosos y por supuesto, más fuertes.
A el pastorcillo llamando "hermano" al alegre centauro, quien se había encariñado con el, jurando protegerle.
Y como adición: Observando en terror como el fauno se dispone a orinarse encima de ti.
Todos rieron ante la cómica escena mientras Rheiki mantenia al chico firme, bañandolo en su pestilente lluvia dorada. - Ahh, que buena meada. La necesitaba. Gracias Belver - Dijo sarcasticamente. - Me pregunto que otros castigos te mereceras - Pensaba en voz alta mientras el otro "varon" gritaba desesperado.
- Yo! Yo!. Tengo una idea R. - Canto Andreas entusiasmado mientras se acercaba con Unai aun en su lomo. Dio media vuelta, levantando la cola y mostrando un oscuro orificio del que emanaba almizcle y sudor hasta sus bolas. - Limpiame muchacho. Es esto o que te cojamos todos. ¿Te gustaría eso? -
El centauro reia mientras Rheiki se alejaba y besaba tiernamente a su pareja. - ¿Estas de acuerdo con esto Unai?. Podemos simplemente dejarlo ir - Susurro calmado.
...
El despertar fue como estar atrapado en un limbo placentero en extremo. Alma dividida entre atardecer y amanecer. Si bien el fauno se mantenía fiel a su colega, su excitación matutina logro que sus labios se unieran con los de Ruth, tomándola, reclamándola bajo su imponente figura. La miro fijamente e hizo gestos al adolescente. - Ven acá mi niño. You are a wild flower, always needing my seed, but today I want you coming back to the tree that gave you life - Susurro Rheiki, tomando a su chico en brazos y mordiendo suavemente su cuello. - Bebe conmigo - La escena se torno sumamente erótica cuando ambos machos se alimentaron de los pechos de la hembra. El cornudo acariciaba sus curvas mientras Unai tímidamente gemía y se regocijaba en el amor de su madre. - Oh Ruth, ya veo de donde saco Unai su chispa traviesa - Dijo el macho después de unos minutos con una sonrisa mientras se alejaba y pasaba a marcar con sus besos al pastorcillo. Fue entonces cuando se escucho el alboroto.
Andreas despertó con una cara confundida mientras Volthur, con cara de asesino, sacaba de los arbustos al indeseado intruso. El semblante del fauno cambio. Cualquier observador lo suficientemente cerca hubiera podido notar como sus músculos se flexionaban, creciendo. Su oscuro pelaje se torno áspero, su olor amenazante. Con extremo cuidado aparto a Unai con su brazo, escondiéndolo tras de el. Al reconocer la cara del infame hermanastro, su mirada se torno oscura, delirio violento retando su control.
- Mira lo que me encontre R. Esta rata con su patetica polla al aire, espiando - Gruño el ogro mientras sostenia el intruso del cuello, evitando que blasfemias dejaran su boca.
- Es mi.. era mi hijastro - Dijo Ruth seriamente, dejando su excitación de lado. La mujer sin pena alguna camino en su desnuda gloria unos cuantos pasos, dejándose abrazar por Andreas. - ¿Que haces acá muchacho? ¿Tu estúpido padre me mando a buscar? -
Volthur dejo caer el chico, permitiendole respirar. - Bruja!! *tos* como si fuera a responderte tras el sacrilegio que cometiste, perra! - Grito furioso hasta que el emisario de Pan lo puso en su lugar. Solo basto una patada de baja intensidad con su pezuña para enviar al humano contra un árbol. Este se quejo, respirando agitadamente, sosteniendo su estomago y viendo como Rheiki se acercaba. La pezuña que lo golpeo ahora se apoyaba firmemente sobre sus bolas, causándole un dolor constante pero no extremo.
- ¿Crees que me quedare de brazos cruzados mientras insultas a mi madre? - Pregunto el flautista con una sonrisa.
- Ahhh *gruñido* tu madre? Desde cuando es tu madre?, puta cabra - R solo emitió una carcajada ante el comentario, descubriendo lo que pasaba por la mente de Belver, dándole ideas y un posible plan.
- ¿Desde cuando? Pues, no se. Tal ves desde que fecunde su vientre anoche junto al de su hijo - Dijo perversamente, volteando por unos instantes y guiñando un ojo a Ruth para que entendiera el juego. Esta asintió con una tierna sonrisa, abrazando a su hijo. - Todos lo hicimos de hecho. Madre tiene una vulva digna de una hembra, no es así Volthur? - El orco contesto dándole un apasionado beso a la hembra, rozando su caliente miembro contra la ardiente entrada femenina mientras Andreas y Unai reian juntos como hermanos. De hecho...
- Ya recuerdo! Belver. - Decia el centauro emocionado. - Puede que seas una mierda de persona pero tengo que agradecerte. Nos diste a Unai en bandeja de plata y ahora somos hermanos, no es así pequeño? - Preguntaba emocionado el ser de cuatro patas mientras el omega reía y disfrutaba de su galope. Perfecto trasero desnudo, empapado de esperma viril y lubricante natural, subiendo y bajando con cada paso que daba el centauro.
La presión sobre las bolas del hermanastro disminuyo, pero el dolor de ver a esta nueva familia riendo y gozando sin el era suficiente castigo. No es que lo admitiera en voz alta claro esta. Rheiki sabia que este mocoso tenia un orgullo muy grande para eso, la lista nutriendo su carácter dominante placenteramente. ¿Que lista? Pues el ver:
Al hermanastro que deseabas fecundar siendo poseído por el dios de la virilidad.
A tu antes miserable madrastra gozando de dos machos amorosos y por supuesto, más fuertes.
A el pastorcillo llamando "hermano" al alegre centauro, quien se había encariñado con el, jurando protegerle.
Y como adición: Observando en terror como el fauno se dispone a orinarse encima de ti.
Todos rieron ante la cómica escena mientras Rheiki mantenia al chico firme, bañandolo en su pestilente lluvia dorada. - Ahh, que buena meada. La necesitaba. Gracias Belver - Dijo sarcasticamente. - Me pregunto que otros castigos te mereceras - Pensaba en voz alta mientras el otro "varon" gritaba desesperado.
- Yo! Yo!. Tengo una idea R. - Canto Andreas entusiasmado mientras se acercaba con Unai aun en su lomo. Dio media vuelta, levantando la cola y mostrando un oscuro orificio del que emanaba almizcle y sudor hasta sus bolas. - Limpiame muchacho. Es esto o que te cojamos todos. ¿Te gustaría eso? -
El centauro reia mientras Rheiki se alejaba y besaba tiernamente a su pareja. - ¿Estas de acuerdo con esto Unai?. Podemos simplemente dejarlo ir - Susurro calmado.
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