04-05-2017, 05:15 PM
(¿Querías drama? Aquí lo tienes :D . Hablando en serio, no puse mucho amor o sexo en este post como te darás cuenta. Más que todo drama para agregarle un toque interesante a la historia. Sin embargo, puedo asegurar que se acerca una escena muy, pero muy caliente a la cual le quiero dedicar buen tiempo cuando me toque postear de nuevo y hacer feliz a mi omega. Ten un buen día :) )
Aun apegado a su naturaleza segura y relajada, Rheiki encontró extraños los comportamientos de Unai ante las nuevas adiciones de la manada. Su mente, en medio del estrés de curar a tres viajeros heridos, solo intentaba descifrar porque el muchacho mostraba tantos nervios ante todo. Sin embargo, en ningún momento uso su tono de alfa para mantener al chico bajo control. El pastorcillo se había ganado completamente su corazón hace una semana escasamente. El vinculo que sellaron con sangre y semen la noche de sus votos no se vera borrado simplemente por un malentendido.
Al menos la pareja pudo acariciarse tranquilamente al terminar de asistir a Daven. El cornudo disfruto mucho sentir el vientre vivo de su omega en cálidas manos. - Te amo mi loquito - Le susurraba con tiernas mordidas en el cuello y nuca al tiempo que el beta humano desvió la mirada avergonzado, escondiendo su erección. Esto le causo gracia a los dos, quienes escondieron sus sonrisas al unir sus frentes. Aun así, el señor de los bosques sentía algo diferente en su carrier. Duda
Duda sobre la cual no pudo indagar, con Unai corriendo apenado hacia la cabaña central donde reposaba Onni. Posteriormente, sucedió el incidente con el leal canino y el confundido hermanastro, Volthur presenciando los hechos.
- Oh vaya - Exhalo el orco con tono de preocupación para si mismo.
-----------------------------------------------------------------------------
Como ya había mencionado, la mañana siguiente vivió la adicción de tres nuevos miembros a la familia, cosa que el sumiso nordico no acepto muy bien aunque quisiera. La resonancia de una constante voz empezaba a molestarlo mientras intentaba allar consuelo acariciando su abdomen.
...
Cierra los ojos
Volthur y Maya comparan sus fuerzas en una fraternal competencia de arquería. El sol calienta timidamente sus cuerpos, casi desnudos, portadores de unos escasos ropajes bañados en esencia dominante. De pronto, Unai esta parado entre los dos, sosteniendo su propio arco con manos temblorosas. Sin explicárselo, sus dedos dan la señal y la flecha se dispara, orquestando un terrible tiro.
El pánico, hasta ahora desconocido para el precioso omega, se apodera de el con cada flecha que se desvía del objetivo. Lagrimas terminan brotando de sus ojos mientras el ogro posa una enorme mano en su hombro, compartiendo una mirada de empatía junto a la licantropa.
- Esta bien muchacho, no llores. Algunos simplemente no son buenos en esto - Decía el macho alfa en tono suave mientras la hembra asentía con triste cara.
Pero por el amor de los dioses, ¡Unai si es bueno en esto! El lo sabe. Su macho cabrio se enorgullece de el con cada cacería que triunfa gracias a su puntería. ¿Que diablos pasa?
Cierra los ojos
Un humilde altar, decorado en tulipanes y amapolas se desintegra bajo la lluvia. El nordico esta empapado y con frio, controlando su llanto en pie porque la escena ante el lo destroza. Belver esta arrodillado, llorando desconsoladamente.
- Yo te amaba hermanito. Te amaba tanto. ¿Por que me lastimas? ¿Por que me rechazas? -
Y sin duda esto es una sorpresa, teniendo en cuenta que hasta hace poco, era el hijo de Ruth quien llevaba la peor parte en sus proyecciones. El ex-alfa se abraza a las piernas del chico, rogando para que su amor se correspondido. Los dos sollozan. Halib de brazos cruzados reposa sobre un árbol con cara de furia.
- No son mis hijos. Nunca lo fueron - Gruñía el venenoso adulto, llamando a Belver y dejando al embarazado solo bajo el cielo gris.
Cierra los ojos
Andreas, Onni y Daven se bañan en el lago, disfrutando su desnudez. Por otra misteriosa razon, Unai esta entre ellos sin recordar como llego ahí. Sumadle a eso el sentimiento de debilidad, naciente de la nada, que atraviesa su mente. Los otros tres le sonrien y entablan conversacion, pero algo pasa. El cervatillo brilla dulce con los rayos del sol reflejados en el agua, abrazado por su nuevo hermano, el centauro que ahora le da la espalda a Unai. Daven por su lado se mantiene en silencio aunque se muestra comodo con el nordico cerca de el.
Algo no encaja. El amoroso cómplice del macho cornudo no encaja.
Cierra los ojos
La noche envuelve al campamento. El llanto de dos recién nacidos gira en torno al fuego. Unai entra en la tienda principal, donde su madre acaba de dar a luz, sonriendole. Rheiki sostiene a los pequeños en brazos con gesto de afecto, cediéndolos a su cabrito.
- ¿No son preciosos colega? Se que de tu vientre nacerá uno igual de perfecto, amor -
¿En realidad sera ese el caso? ¿Podrá Unai ser fuerte para este parto?
Abre los ojos
El joven nórdico vuelve en si con un angustiado suspiro, llevando una mano a su pecho. Incrédulo, intenta explicare como pudo sufrir esta serie de delirios mientras estaba sentado al fuego, preparando una trucha asada que casi se quema. Andreas, quien recién salia de la tienda principal, se dio cuenta de esto y tomo asiento a su lado.
- Eh, Unai. ¿Estas bien colega? Te ves pálido - Exclamo preocupado, sonando como su hermano centauro real y no como el de la alucinación.
El chico asintió con la cabeza, descubriendo un patrón. A diferencia de su pesadilla anterior, estas visiones fueron diferentes. No había un Belver hiriendo su cuerpo. No estaban sus hermanos alfas aprisionándolo. No estaba Rheiki ignorándolo junto a su madre. Lo que experimento fueron temores más realistas, afinados a la realidad. El miedo de no servirle a su manada, a su alfa.
Como colmo, llego la cereza del pastel. Dicho alfa esta hablando con Volthur en la distancia, ceño fruncido y mirada seria. El omega traga nervioso mientras su protector de fuertes pezuñas camina hacia el.
- Así que, besando a Belver uh? - Pronuncio seriamente Rheki, agachándose para tomar la cara de Unai en sus manos. - En el lago, esta noche. Es una orden cabrito - Le dijo, sin mostrar emoción alguna. Desde ternura hasta furia, el nórdico no podía descifrar lo que su alfa sentía.
...
Aun apegado a su naturaleza segura y relajada, Rheiki encontró extraños los comportamientos de Unai ante las nuevas adiciones de la manada. Su mente, en medio del estrés de curar a tres viajeros heridos, solo intentaba descifrar porque el muchacho mostraba tantos nervios ante todo. Sin embargo, en ningún momento uso su tono de alfa para mantener al chico bajo control. El pastorcillo se había ganado completamente su corazón hace una semana escasamente. El vinculo que sellaron con sangre y semen la noche de sus votos no se vera borrado simplemente por un malentendido.
Al menos la pareja pudo acariciarse tranquilamente al terminar de asistir a Daven. El cornudo disfruto mucho sentir el vientre vivo de su omega en cálidas manos. - Te amo mi loquito - Le susurraba con tiernas mordidas en el cuello y nuca al tiempo que el beta humano desvió la mirada avergonzado, escondiendo su erección. Esto le causo gracia a los dos, quienes escondieron sus sonrisas al unir sus frentes. Aun así, el señor de los bosques sentía algo diferente en su carrier. Duda
Duda sobre la cual no pudo indagar, con Unai corriendo apenado hacia la cabaña central donde reposaba Onni. Posteriormente, sucedió el incidente con el leal canino y el confundido hermanastro, Volthur presenciando los hechos.
- Oh vaya - Exhalo el orco con tono de preocupación para si mismo.
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Como ya había mencionado, la mañana siguiente vivió la adicción de tres nuevos miembros a la familia, cosa que el sumiso nordico no acepto muy bien aunque quisiera. La resonancia de una constante voz empezaba a molestarlo mientras intentaba allar consuelo acariciando su abdomen.
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Cierra los ojos
Volthur y Maya comparan sus fuerzas en una fraternal competencia de arquería. El sol calienta timidamente sus cuerpos, casi desnudos, portadores de unos escasos ropajes bañados en esencia dominante. De pronto, Unai esta parado entre los dos, sosteniendo su propio arco con manos temblorosas. Sin explicárselo, sus dedos dan la señal y la flecha se dispara, orquestando un terrible tiro.
El pánico, hasta ahora desconocido para el precioso omega, se apodera de el con cada flecha que se desvía del objetivo. Lagrimas terminan brotando de sus ojos mientras el ogro posa una enorme mano en su hombro, compartiendo una mirada de empatía junto a la licantropa.
- Esta bien muchacho, no llores. Algunos simplemente no son buenos en esto - Decía el macho alfa en tono suave mientras la hembra asentía con triste cara.
Pero por el amor de los dioses, ¡Unai si es bueno en esto! El lo sabe. Su macho cabrio se enorgullece de el con cada cacería que triunfa gracias a su puntería. ¿Que diablos pasa?
Cierra los ojos
Un humilde altar, decorado en tulipanes y amapolas se desintegra bajo la lluvia. El nordico esta empapado y con frio, controlando su llanto en pie porque la escena ante el lo destroza. Belver esta arrodillado, llorando desconsoladamente.
- Yo te amaba hermanito. Te amaba tanto. ¿Por que me lastimas? ¿Por que me rechazas? -
Y sin duda esto es una sorpresa, teniendo en cuenta que hasta hace poco, era el hijo de Ruth quien llevaba la peor parte en sus proyecciones. El ex-alfa se abraza a las piernas del chico, rogando para que su amor se correspondido. Los dos sollozan. Halib de brazos cruzados reposa sobre un árbol con cara de furia.
- No son mis hijos. Nunca lo fueron - Gruñía el venenoso adulto, llamando a Belver y dejando al embarazado solo bajo el cielo gris.
Cierra los ojos
Andreas, Onni y Daven se bañan en el lago, disfrutando su desnudez. Por otra misteriosa razon, Unai esta entre ellos sin recordar como llego ahí. Sumadle a eso el sentimiento de debilidad, naciente de la nada, que atraviesa su mente. Los otros tres le sonrien y entablan conversacion, pero algo pasa. El cervatillo brilla dulce con los rayos del sol reflejados en el agua, abrazado por su nuevo hermano, el centauro que ahora le da la espalda a Unai. Daven por su lado se mantiene en silencio aunque se muestra comodo con el nordico cerca de el.
Algo no encaja. El amoroso cómplice del macho cornudo no encaja.
Cierra los ojos
La noche envuelve al campamento. El llanto de dos recién nacidos gira en torno al fuego. Unai entra en la tienda principal, donde su madre acaba de dar a luz, sonriendole. Rheiki sostiene a los pequeños en brazos con gesto de afecto, cediéndolos a su cabrito.
- ¿No son preciosos colega? Se que de tu vientre nacerá uno igual de perfecto, amor -
¿En realidad sera ese el caso? ¿Podrá Unai ser fuerte para este parto?
Abre los ojos
El joven nórdico vuelve en si con un angustiado suspiro, llevando una mano a su pecho. Incrédulo, intenta explicare como pudo sufrir esta serie de delirios mientras estaba sentado al fuego, preparando una trucha asada que casi se quema. Andreas, quien recién salia de la tienda principal, se dio cuenta de esto y tomo asiento a su lado.
- Eh, Unai. ¿Estas bien colega? Te ves pálido - Exclamo preocupado, sonando como su hermano centauro real y no como el de la alucinación.
El chico asintió con la cabeza, descubriendo un patrón. A diferencia de su pesadilla anterior, estas visiones fueron diferentes. No había un Belver hiriendo su cuerpo. No estaban sus hermanos alfas aprisionándolo. No estaba Rheiki ignorándolo junto a su madre. Lo que experimento fueron temores más realistas, afinados a la realidad. El miedo de no servirle a su manada, a su alfa.
Como colmo, llego la cereza del pastel. Dicho alfa esta hablando con Volthur en la distancia, ceño fruncido y mirada seria. El omega traga nervioso mientras su protector de fuertes pezuñas camina hacia el.
- Así que, besando a Belver uh? - Pronuncio seriamente Rheki, agachándose para tomar la cara de Unai en sus manos. - En el lago, esta noche. Es una orden cabrito - Le dijo, sin mostrar emoción alguna. Desde ternura hasta furia, el nórdico no podía descifrar lo que su alfa sentía.
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