04-14-2017, 06:40 PM
Más temprano esa mañana.
Sudor corre por su cuello y espalda, humedeciendo los ropajes que portaba la noche en que fue aprisionado. Belver, el infame hermanastro, empieza a recobrar control sobre su voluntad tras una noche de amor fraternal enriquecida por la leche de amapolas que nutria su alma. Ahora, con este liquido desapareciendo de su torrente sanguíneo, el ex-alfa sufre un episodio de abstinencia, alejándose silenciosamente del campamento para seguir a Unai entre agitados respiros. Escondiéndose tras un arbusto es capaz de escuchar los deseos de su hermano pequeño por desaperecerlo, lo que le causo inmenso dolor en un principio, enriquecido de tristeza.
Sin embargo, mientras más se diluye el jugo de la flor en su sudor, más recuerdos confusos vienen a su mente. Flashes de un imponente alfa cornudo aprisionándolo. Un centauro posando su sudorosa retaguardia en sus labios. Su afligido corazón se ve superado por las nauseas de su estomago, quien ignora los bellos momentos que paso con Unai y Rheiki en su aventura de caza. La pasada fiesta con los nuevos invitados empieza a repugnarle también, con una pequeña voz recordandole que participo en una celebración pagana, no un baile de afecto.
Sediento y enojado espero el muchacho a que el pastorcillo se alejara, confrontando a Ferloklath cara a cara. Ahí fue cuando el travieso elfo señalo su arco y lo instruyo sobre el método de entrada en la corteza, resaltando la vivida imagen de fauno y humano cogiendo como salvajes impregnada en la reacia madera. Pasados numerosos intentos, el mocoso entro, cayendo frente a frente con su hermano gemelo, quien sostenía dulcemente a su amada.
No por mucho tristemente, ya que el semidiós interrumpió el llanto de alegría de los gemelos por lagrimas amargas de la damisela al revelar lo que debían hacer para conservar su linaje. Uriel intento a toda costa consolarla, resguardandola en sus brazos solo para ser empujado por ella contra una pared. Cualquier intento de retenerla era en vano, considerando que no podría tener descendencia con la mujer que ama sino con un pastor que ni siquiera conoce.
- Vamos t- Belver. Se que somos hermanos y todo pero no me puedes obligar a ayudarte. Apenas te conocí! -
- De verdad lo lamento Uriel pero por favor. Necesitamos dejar nuestro legado marcado en esta tierra. -
- No quiero dejar a mi amada y forzar a un inocente en el proceso hermano mio, entiende! -
- ¿Inocente? Por favor Uriel. Veras que se lo merece. Dejala ir, ella no entiende lo que nuestra familia necesita. Solo mira lo emocionado que estoy por haberte encontrado! -
- ¿Familia? Hablas del padre que me abandono? El que te conservo a ti? Esa familia? -
- Por favor cálmate. Le haremos un favor a la naturaleza fecundando a ese chaval. Tienes que creerme -
El silencio se apodero del recinto por unos segundos, desembocando en una respuesta que este narrador desconoce.
-----------------------------------------------------------------
Ahora
Recurriendo a su instinto primitivo de alfa, Rheiki alzo a Unai en brazos, mordiendo su cuello para refrescar su marca. Por medio del vinculo que compartían, pudo sentir el pico de dolor que sufrió su sumiso, precedido por una ola de endorfinas que en otra circunstancia tendría a la pareja en un frenesí de sexo desmesurado. El flautista bebió con pertenencia la sangre que brotaba del blanco cuello de su pelirrojo travieso, cargándolo hasta el campamento sin agradecerle a Ferloklath por la información suministrada.
Llegando, miro a su cabrito a los ojos sin mediar palabra. Este entendió a su macho y empezó a recoger suministros de inmediato.
- ¡Escuchen todos! - Llamo el líder en voz alta, parado en medio de sus seguidores. - Al igual que yo estoy seguro que muchos tienen conocimiento de los rebeldes que nos siguen. Sin embargo, se de buena fuente que están más cerca de lo que creeimos, tal vez por centinelas que se adelantaron a su grupo central. -
Todos asintieron con determinación, incluso Onni, el más inocente de la manada.
- Protegeré mi manada hasta el fin, por eso debemos irnos. Tomaremos un atajo por las tierras de los días oscuros. Se que no es la ruta escénica que teníamos planeada pero esta amenaza amerita ese riesgo. Ahora, ¿mi familia esta conmigo? -
Sin objeción alguna, todos gritaron si y se pusieron a la obra. Rheiki llamo a su valiente colega e inclinándose lo beso. - Escucha bien guerrero del campo. Se que no eres débil, hasta el punto en que te confiaría mi vida - Lo beso de nuevo con desespero. - Por eso te asignare un poco de trabajo pesado. Ayuda a Volthur con nuestras raciones y arcos de caza. ¿Harías eso por mi? - La respuesta creo un gruñido complacido desde el fondo de su pecho que erizo la piel de su omega - Buen chico -
Y los minutos pasaron.
Maya ayudaba a su alfa líder para establecer rutas alternas y escondites naturales con la ayuda de un mapa que cargaba en su mochila. - Aquí están los caminos disponibles Rheiki. Asumimos que la ruta anterior ya estará vigilada por centinelas. En efecto, podemos desviarnos un poco al noreste por el sendero de días oscuros y ganar tiempo. El problema es que mi mapa solo llega hasta el valle de Edilia. A partir de ahí estamos ciegos - Ese fue el discurso de la licontropa quien parecía comandante de las fuerzas especiales de la capital. El emisario salvaje aprecio su aporte y pose, mostrando sus dientes y retándola con un gruñido en gesto de agradecimiento, atendible solo entre dominantes.
- Buen trabajo Maya, muchas gracias. Cuando lleguemos al borde del mapa usaremos nuestras narices para guiarnos -
Por su parte, Unai y Volthur trabajan codo a codo, cargando raciones de carne conservada en sal y reparando daños menores en las carretillas. - Ese es mi hermano omega. Sacando musculo como tu orco - Le dijo Volthur al omega líder afectuosamente. Y si, escucharon bien, omega líder. Un puesto honorifico, indicando balance entre los opuestos naturales.
Ruth, ya informada sobre las posibles intenciones de Belver, se valió de la ayuda de Onni para recolectar ingredientes especiales en caso de emergencia. Hierbabuena en caso de envenenamiento, delirio nocturno para despistar, entre otros.
Por ultimo, Daven utilizaba su experticía para afilar su espada, hachas y astas junto a Andreas, quien compartía sus gustos por el enfoque ofensivo a pesar de su naturaleza pacifica.
En menos de cuatro horas, la manada partió.
--------------------------------------------------------------------------------
Dos días después
Adentrándose en la tierra oscura mencionada por Ferloklath, la mujer lobo olfatea una amenaza humana entre los arboles. Rheiki divisa con sus ojos una de condición diferente.
...
[Abajo podrán vislumbrar la primera amenaza de las tierras de los días oscuros]
(No tengas miedo. Siempre estaré a tu lado. Aprecio tu nota aclaratoria omega mio y te aclaro que solo tengo ojos para ti. Si por Denver te refieres a Daven te aseguro que no hay nada que temer) ;)
Sudor corre por su cuello y espalda, humedeciendo los ropajes que portaba la noche en que fue aprisionado. Belver, el infame hermanastro, empieza a recobrar control sobre su voluntad tras una noche de amor fraternal enriquecida por la leche de amapolas que nutria su alma. Ahora, con este liquido desapareciendo de su torrente sanguíneo, el ex-alfa sufre un episodio de abstinencia, alejándose silenciosamente del campamento para seguir a Unai entre agitados respiros. Escondiéndose tras un arbusto es capaz de escuchar los deseos de su hermano pequeño por desaperecerlo, lo que le causo inmenso dolor en un principio, enriquecido de tristeza.
Sin embargo, mientras más se diluye el jugo de la flor en su sudor, más recuerdos confusos vienen a su mente. Flashes de un imponente alfa cornudo aprisionándolo. Un centauro posando su sudorosa retaguardia en sus labios. Su afligido corazón se ve superado por las nauseas de su estomago, quien ignora los bellos momentos que paso con Unai y Rheiki en su aventura de caza. La pasada fiesta con los nuevos invitados empieza a repugnarle también, con una pequeña voz recordandole que participo en una celebración pagana, no un baile de afecto.
Sediento y enojado espero el muchacho a que el pastorcillo se alejara, confrontando a Ferloklath cara a cara. Ahí fue cuando el travieso elfo señalo su arco y lo instruyo sobre el método de entrada en la corteza, resaltando la vivida imagen de fauno y humano cogiendo como salvajes impregnada en la reacia madera. Pasados numerosos intentos, el mocoso entro, cayendo frente a frente con su hermano gemelo, quien sostenía dulcemente a su amada.
No por mucho tristemente, ya que el semidiós interrumpió el llanto de alegría de los gemelos por lagrimas amargas de la damisela al revelar lo que debían hacer para conservar su linaje. Uriel intento a toda costa consolarla, resguardandola en sus brazos solo para ser empujado por ella contra una pared. Cualquier intento de retenerla era en vano, considerando que no podría tener descendencia con la mujer que ama sino con un pastor que ni siquiera conoce.
- Vamos t- Belver. Se que somos hermanos y todo pero no me puedes obligar a ayudarte. Apenas te conocí! -
- De verdad lo lamento Uriel pero por favor. Necesitamos dejar nuestro legado marcado en esta tierra. -
- No quiero dejar a mi amada y forzar a un inocente en el proceso hermano mio, entiende! -
- ¿Inocente? Por favor Uriel. Veras que se lo merece. Dejala ir, ella no entiende lo que nuestra familia necesita. Solo mira lo emocionado que estoy por haberte encontrado! -
- ¿Familia? Hablas del padre que me abandono? El que te conservo a ti? Esa familia? -
- Por favor cálmate. Le haremos un favor a la naturaleza fecundando a ese chaval. Tienes que creerme -
El silencio se apodero del recinto por unos segundos, desembocando en una respuesta que este narrador desconoce.
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Ahora
Recurriendo a su instinto primitivo de alfa, Rheiki alzo a Unai en brazos, mordiendo su cuello para refrescar su marca. Por medio del vinculo que compartían, pudo sentir el pico de dolor que sufrió su sumiso, precedido por una ola de endorfinas que en otra circunstancia tendría a la pareja en un frenesí de sexo desmesurado. El flautista bebió con pertenencia la sangre que brotaba del blanco cuello de su pelirrojo travieso, cargándolo hasta el campamento sin agradecerle a Ferloklath por la información suministrada.
Llegando, miro a su cabrito a los ojos sin mediar palabra. Este entendió a su macho y empezó a recoger suministros de inmediato.
- ¡Escuchen todos! - Llamo el líder en voz alta, parado en medio de sus seguidores. - Al igual que yo estoy seguro que muchos tienen conocimiento de los rebeldes que nos siguen. Sin embargo, se de buena fuente que están más cerca de lo que creeimos, tal vez por centinelas que se adelantaron a su grupo central. -
Todos asintieron con determinación, incluso Onni, el más inocente de la manada.
- Protegeré mi manada hasta el fin, por eso debemos irnos. Tomaremos un atajo por las tierras de los días oscuros. Se que no es la ruta escénica que teníamos planeada pero esta amenaza amerita ese riesgo. Ahora, ¿mi familia esta conmigo? -
Sin objeción alguna, todos gritaron si y se pusieron a la obra. Rheiki llamo a su valiente colega e inclinándose lo beso. - Escucha bien guerrero del campo. Se que no eres débil, hasta el punto en que te confiaría mi vida - Lo beso de nuevo con desespero. - Por eso te asignare un poco de trabajo pesado. Ayuda a Volthur con nuestras raciones y arcos de caza. ¿Harías eso por mi? - La respuesta creo un gruñido complacido desde el fondo de su pecho que erizo la piel de su omega - Buen chico -
Y los minutos pasaron.
Maya ayudaba a su alfa líder para establecer rutas alternas y escondites naturales con la ayuda de un mapa que cargaba en su mochila. - Aquí están los caminos disponibles Rheiki. Asumimos que la ruta anterior ya estará vigilada por centinelas. En efecto, podemos desviarnos un poco al noreste por el sendero de días oscuros y ganar tiempo. El problema es que mi mapa solo llega hasta el valle de Edilia. A partir de ahí estamos ciegos - Ese fue el discurso de la licontropa quien parecía comandante de las fuerzas especiales de la capital. El emisario salvaje aprecio su aporte y pose, mostrando sus dientes y retándola con un gruñido en gesto de agradecimiento, atendible solo entre dominantes.
- Buen trabajo Maya, muchas gracias. Cuando lleguemos al borde del mapa usaremos nuestras narices para guiarnos -
Por su parte, Unai y Volthur trabajan codo a codo, cargando raciones de carne conservada en sal y reparando daños menores en las carretillas. - Ese es mi hermano omega. Sacando musculo como tu orco - Le dijo Volthur al omega líder afectuosamente. Y si, escucharon bien, omega líder. Un puesto honorifico, indicando balance entre los opuestos naturales.
Ruth, ya informada sobre las posibles intenciones de Belver, se valió de la ayuda de Onni para recolectar ingredientes especiales en caso de emergencia. Hierbabuena en caso de envenenamiento, delirio nocturno para despistar, entre otros.
Por ultimo, Daven utilizaba su experticía para afilar su espada, hachas y astas junto a Andreas, quien compartía sus gustos por el enfoque ofensivo a pesar de su naturaleza pacifica.
En menos de cuatro horas, la manada partió.
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Dos días después
Adentrándose en la tierra oscura mencionada por Ferloklath, la mujer lobo olfatea una amenaza humana entre los arboles. Rheiki divisa con sus ojos una de condición diferente.
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[Abajo podrán vislumbrar la primera amenaza de las tierras de los días oscuros]
(No tengas miedo. Siempre estaré a tu lado. Aprecio tu nota aclaratoria omega mio y te aclaro que solo tengo ojos para ti. Si por Denver te refieres a Daven te aseguro que no hay nada que temer) ;)