Shebeel-Li continuaba absorto viendo el amor que se profesaban los dos amigos, aquel modo tan masculino y sincero en cómo se miraban, abrazaban y besaban hechizó sobremanera al felino. Pero lo que más le fascinó fue contemplar la cópula entre los dos machos: el ritmo frenético que empleaba el fauno en sus embestidas, la furia de su instinto animal dominante y, sobre todo, observar cómo Rheiki mordía salvajemente el cuello de su omega mientras le follaba apasionadamente como si quisiese devorarlo... algo también sorprendente para el espía fue comprobar que aunque Unai gritaba de dolor y a veces se resistía a la fuerza del macho dominante, era obvio que gozaba plenamente con todo aquello, y al final, se sometía gustosamente a su alfa suplicándole más y más.. "Debe ser porque son dos machos con suficiente resistencia física y complexión muscular para soportar tremendo embite sexual" pensó Sheebel-Li. Pero el colmo de su sorpresa llegó cuando supo que el adolescente estaba preñado de su "¡Es justamente eso lo que yo necesito! exclamó para sus adentros. , alguien capaz de resistir mi feroz cópula, que luche durante la misma sin huir ni desfallecer y que aguante hasta el final para recibir mi semilla. Necesito un sumiso fuerte y vigoroso que sea capaz de resistir mi furia por devorarlo antes de deslecharme", concluyó. Así que era cierto que algunos omegas por su amor y admiración al macho consiguen crear y desarrollar en sus entrañas un útero para concebir hijos! el hombre felino había escuchado historias relacionadas con el embarazo de algunos omegas pero nunca pensó que pudiesen ser ciertas; sin embargo, ahora había sido testigo de una de ellas: "Ese muchacho está visiblemente preñado, de eso no cabe la menor duda" rugió para sí mismo pero ¿cómo lo ha logrado?
http://imgur.com/a/5mlct
En la mente de Sheebel-li no cabía la posibilidad de imaginar el amor entre machos, pero que los omegas pudiesen concebir como hembras.. aquello lo cambiaba todo! un nuevo horizonte se abría ante sus ojos. Él mismo había sodomizado y devorado a bastantes sumisos pero por puro instinto depredador salpicado con momentos de lujuria y hambre carnívora. "¿Por qué el mago Lumiol nunca me habló de esta posibilidad? qué extraño!" - pensó - él debe saber que las hembras no resisten mi furia sexual durante la cúpula sin huir, desfallecer o morir y, menos aún, sus úteros no están preparados para recibir mi semilla que brota como lava hirviente. Pero este fauno ha conseguido encontrar a un humano perfecto para él.. he visto que la cantidad y espesor de su semen es diferente al resto de humanos, y sin embargo, ha logrado preñar al muchacho.
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Unai, miró su imagen reflejada en el agua cuando Rheiki le señaló los cambios que su cuerpo estaba experimentando además del hinchazón de su vientre. Era cierto que de caderas a los pies, tanto sus muslos como los glúteos se estaban recubriendo de una suave pelusa - aún imperceptible - de color rojizo dorado y, al final de su columna vertebral, una sedosa y algodonosa cola de cabrito comenzaba a hacer su aparición.
- Sí había notado estos pequeños bultos en mi cabeza pero pensé que eran debidos a algunos golpes recibidos durante la lucha contra los nagas - le dijo al fauno- Así que ahora podré entrechocar mis cuernecitos contra los tuyos y morderlos, no? podremos jugar y luchar en la hierba, saltar y brincar... ahora tu omega podrá mover su colita para demostrar lo alegre y contento que se pone al ver a su colega. Pero lo que más me excita es que podrás levantar mi colita para oler si estoy "receptivo" para ti antes de penetrarme y calmar el fuego de mi celo.
La naturaleza que es sabia había provocado esta metamorfosis en Unai para adecuar su cuerpo al embarazo y posterior parto. Sus caderas se estaban ensanchando ligeramente para dar cabida a la criatura que crecía en sus entrañas, y sus nalgas redondas y pequeñas, parecían ahora más rotundas y voluminosas... en cierto modo, era lógico que se produjese esa transformación: El cabrito engendrado por el fauno necesitaba que Unai tuviese esa morfología corporal en el momento de su nacimiento. Recordó que los monjes del templo le dijeron algo relacionado con esto y que perdería la pelambre y los cuernos de fauno volviendo de nuevo a ser humano poco después de parir a su hijito.
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Regresaron al campamento para unirse al resto de la manada y establecer el relevo de la guardia nocturna. Daven acabó su turno y fue reemplazado por Maya, la licántropa. Tras disfrutar todos juntos de unos momentos de juegos y complicidad, se distribuyeron por grupos y parejas alrededor de la hoguera.
Unai acurrucado sobre el pecho de su alfa le acariciaba el rostro y hacía cosquillas con su nariz. Cómo describir la pasión que siente un omega rodeado por los brazos de su amante a quien quiere y admira tanto. El calor que recíbía el adolescente por parte de su alfa era capaz de derretir los tuétanos de sus huesos como una hoguera en la nieve. Unai hacía gruñir a su fauno mientras él ronroneaba como un gatito feliz y satisfecho manteniendo su cabeza pelirroja apoyada en el pecho de su amante.
- Te amo Rheiki, no desconfíes nunca ni pongas en duda el amor que siento por ti. Créeme, eres lo que siempre soñé y deseé que me sucediese. Si no te hubiese conocido no habría existido porque sólo tú eres el verdadero motivo de mi existencia. Me enamora ser hombre, poder ser hombre contigo para entenderte y complacerte haciéndome cada día más fuerte con el influjo de tu cerebro masculino pero, al mismo tiempo, tierno y afectuoso para abrazarte y expresarte mi amistad y devoción. Tú despiertas la euforia de mi mente, mi felicidad plena... y sólo tu olor logra calmar esta ansiedad y desesperación de amarte. No hubo un hombre antes de ti ni lo habrá después de ti porque los demás machos desaparecen como rastros en la niebla cuando estoy contigo. Sí, bro, por favor créeme... de no haberte conocido, mi vida no habría merecido la pena. Sería como no haber nacido.
(Es ahora este confundido narrador quien se confiesa: el amor que Unai siente por Rheiki es tan fuerte e intenso que me asusta y en cierto modo me aterroriza. ¡Dios mío, esto es una locura! nunca antes pude expresar unos sentimientos tan sinceros y verdaderos por otro tío .. no sería mejor huir y pensar que todo fue un sueño de la razón, una trampa del destino? le pido a los dioses que si alguien de sufrir que sea yo quien lo haga... pero que Unai y Rheiki sigan siendo felices para el resto de sus días.)
No había pasado una hora desde que la manada dormía plácida y confortablemente cuando maya y su poderoso olfato detectó alguien rondando cerca. Escudriñó por entre las rocas y percibió la presencia de Sheebel-li yendo en su busca para ver de quien se trataba. Al comprobar que el rastro pertenecía a una sola criatura no quiso interrumpir el sueño del resto del grupo. Los ojos rojos de la quimera no tardaron en encontrarse frente a frente con los de la licántropa estableciéndose entre ellos una feroz lucha: Sheebel-li saltaba de roca en roca disparando espinas y amenazando con su cola de escorpión y afiladas garras. Maya, por su parte, mucho más ágil y escurridiza esquivaba todos los disparos portando en sus manos una espada y una lanza. Astuta como una buena alfa de su especie, la licántropa supo conducir a Sheebel-li a una grieta entre dos paredes de roca sin salida hasta acorralarlo con su lanza. Por la expresión de sus fauces no cabía la menor duda que su intención era atravesar el cuerpo del felino y rematarlo con la espada.
- Espera! , gritó Shebeel-li, no es mi intención haceros daño. Sé que sois superiores en número pero si hubiese querido haceros frente habría dado la señal de alerta y hubiesen acudido refuerzos.
Ante la mirada de desconfianza de maya, la criatura medio humana medio felina continuó:
- Debes creerme, te estoy diciendo la verdad. De hecho, os he estado espiando desde el primer momento que entrásteis en la cueva y de eso ya han pasado algunas horas.
- ¿Quién eres y qué haces aquí? respondió Maya
- Soy Sheebel-li. Me designaron como guardián de la entrada Oeste. Lumiol controla el resto de las otras tres puertas. Si vuestra intención es llegar a la tierra de los Días Oscuros no os va a resultar nada fácil atravesar esta gruta si no contáis con un buen guía. El gran mago aunque está ciego es capaz de verlo todo a través de un prisma de cuarzo que lleva siempre en su mano.
- Entramos aquí sólo para pasar la noche y refugiarnos de la tormenta, no pretendemos atravesar esta gruta sin saber adónde nos conduce. Al amanecer, recogeremos nuestras cosas y seguiremos nuestro camino por el exterior. Hasta el momento, tú eres nuestra única amenaza - dijo la licántropa presionando con la punta de su lanza sobre el pecho del felino.
- Te repito que no represento para vosotros ninguna amenaza. Estuve contemplando al fauno y su humano durante el tiempo de su apareamiento y podría haber aprovechado la ocasión para atacarles y, sin embargo no lo hice. Me hubiese resultado muy fácil abalanzarme con mis garras mientras ellos estaban copulando, no habrían tenido tiempo para reaccionar.
- Entonces ¿cuales son tus verdaderas intenciones?
- Protegeros y convertirme en vuestro guía
- jajjajajjaja ¿me tomas por una imbécil? - exclamó la licántropa - sé de sobras el apetito voraz que tenéis los de vuestra especie. ¿Cuanto tiempo hace que devoraste a tu última presa?
- Haces bien en desconfiar de un extraño pero te aseguro que tengo la despensa de mi refugio completamente llena. Tampoco somos tan sanguinarios como piensas.. ¿Queréis marcharos ? muy bien, adelante. No os lo voy a impedir, pero creo que olvidas que el verdadero peligro para vostros está ahí afuera.
- ¿Qué quieres decir? Preguntó Maya
- Halib y sus huestes ya han llegado al pie de la colina, han localizado vuestro rastro por el perro del muchacho y os buscan por todas partes. De hecho, se han apoderado de los carromatos y los potros de tiro. ¿Quieres ir a comprobar si te miento? tienes buen olfato así que sabes muy bien que estoy en lo cierto.
Maya supo que Sheebel-li no le estaba engañando ya que en su turno de guardia en la entrada de la cueva pudo percibir el olor de Halib y su ejército, pero a causa de la lluvia y la tormenta, el rastro le pareció débil y no pensó que estuviesen tan cerca.
- ¿Crees que los oteadores de Halib localizarán la entrada? ah... claro! ese maldito perro buscando a su dueño nos delatará.
- No, si yo lo impido, dijo Sheebel-li
En efecto, una enorme pared de piedra comenzó a deslizarse desde un lateral hasta cerrar y sellar la entrada de la cueva herméticamente.
- ¿Te convences ahora mujer-lobo? estáis de momento a salvo hasta que vuestros perseguidores encuentren otra puerta por donde entrar. Mientras tus compañeros duermen por qué no te relajas y confías en tu nuevo amigo? ¿Conoces JARDÍN RENACIMIENTO? puedes degustar cualquier flor, fruta o alimento que al instante se repone...
Lo que apareció a los ojos de Maya cuando Sheebel-li la condujo varios metros a través de unas rocas fue algo grandioso. Un enorme vergel con árboles y plantas de diversas tonalidades regados por fuentes y manantiales componían un hermoso conjunto.
-¿Quién habita en ese lugar? preguntó Maya
- Los lumiolitas, hijos y descendientes del Gran Mago Lumiol. Todos ciegos al igual que el Mago pero si sois cautos no os descubrirán. Yo os enseñaré cómo pasar desapercibidos para que los lumiolitas no os detecten.
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En la mente de Sheebel-li no cabía la posibilidad de imaginar el amor entre machos, pero que los omegas pudiesen concebir como hembras.. aquello lo cambiaba todo! un nuevo horizonte se abría ante sus ojos. Él mismo había sodomizado y devorado a bastantes sumisos pero por puro instinto depredador salpicado con momentos de lujuria y hambre carnívora. "¿Por qué el mago Lumiol nunca me habló de esta posibilidad? qué extraño!" - pensó - él debe saber que las hembras no resisten mi furia sexual durante la cúpula sin huir, desfallecer o morir y, menos aún, sus úteros no están preparados para recibir mi semilla que brota como lava hirviente. Pero este fauno ha conseguido encontrar a un humano perfecto para él.. he visto que la cantidad y espesor de su semen es diferente al resto de humanos, y sin embargo, ha logrado preñar al muchacho.
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Unai, miró su imagen reflejada en el agua cuando Rheiki le señaló los cambios que su cuerpo estaba experimentando además del hinchazón de su vientre. Era cierto que de caderas a los pies, tanto sus muslos como los glúteos se estaban recubriendo de una suave pelusa - aún imperceptible - de color rojizo dorado y, al final de su columna vertebral, una sedosa y algodonosa cola de cabrito comenzaba a hacer su aparición.
- Sí había notado estos pequeños bultos en mi cabeza pero pensé que eran debidos a algunos golpes recibidos durante la lucha contra los nagas - le dijo al fauno- Así que ahora podré entrechocar mis cuernecitos contra los tuyos y morderlos, no? podremos jugar y luchar en la hierba, saltar y brincar... ahora tu omega podrá mover su colita para demostrar lo alegre y contento que se pone al ver a su colega. Pero lo que más me excita es que podrás levantar mi colita para oler si estoy "receptivo" para ti antes de penetrarme y calmar el fuego de mi celo.
La naturaleza que es sabia había provocado esta metamorfosis en Unai para adecuar su cuerpo al embarazo y posterior parto. Sus caderas se estaban ensanchando ligeramente para dar cabida a la criatura que crecía en sus entrañas, y sus nalgas redondas y pequeñas, parecían ahora más rotundas y voluminosas... en cierto modo, era lógico que se produjese esa transformación: El cabrito engendrado por el fauno necesitaba que Unai tuviese esa morfología corporal en el momento de su nacimiento. Recordó que los monjes del templo le dijeron algo relacionado con esto y que perdería la pelambre y los cuernos de fauno volviendo de nuevo a ser humano poco después de parir a su hijito.
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Regresaron al campamento para unirse al resto de la manada y establecer el relevo de la guardia nocturna. Daven acabó su turno y fue reemplazado por Maya, la licántropa. Tras disfrutar todos juntos de unos momentos de juegos y complicidad, se distribuyeron por grupos y parejas alrededor de la hoguera.
Unai acurrucado sobre el pecho de su alfa le acariciaba el rostro y hacía cosquillas con su nariz. Cómo describir la pasión que siente un omega rodeado por los brazos de su amante a quien quiere y admira tanto. El calor que recíbía el adolescente por parte de su alfa era capaz de derretir los tuétanos de sus huesos como una hoguera en la nieve. Unai hacía gruñir a su fauno mientras él ronroneaba como un gatito feliz y satisfecho manteniendo su cabeza pelirroja apoyada en el pecho de su amante.
- Te amo Rheiki, no desconfíes nunca ni pongas en duda el amor que siento por ti. Créeme, eres lo que siempre soñé y deseé que me sucediese. Si no te hubiese conocido no habría existido porque sólo tú eres el verdadero motivo de mi existencia. Me enamora ser hombre, poder ser hombre contigo para entenderte y complacerte haciéndome cada día más fuerte con el influjo de tu cerebro masculino pero, al mismo tiempo, tierno y afectuoso para abrazarte y expresarte mi amistad y devoción. Tú despiertas la euforia de mi mente, mi felicidad plena... y sólo tu olor logra calmar esta ansiedad y desesperación de amarte. No hubo un hombre antes de ti ni lo habrá después de ti porque los demás machos desaparecen como rastros en la niebla cuando estoy contigo. Sí, bro, por favor créeme... de no haberte conocido, mi vida no habría merecido la pena. Sería como no haber nacido.
(Es ahora este confundido narrador quien se confiesa: el amor que Unai siente por Rheiki es tan fuerte e intenso que me asusta y en cierto modo me aterroriza. ¡Dios mío, esto es una locura! nunca antes pude expresar unos sentimientos tan sinceros y verdaderos por otro tío .. no sería mejor huir y pensar que todo fue un sueño de la razón, una trampa del destino? le pido a los dioses que si alguien de sufrir que sea yo quien lo haga... pero que Unai y Rheiki sigan siendo felices para el resto de sus días.)
No había pasado una hora desde que la manada dormía plácida y confortablemente cuando maya y su poderoso olfato detectó alguien rondando cerca. Escudriñó por entre las rocas y percibió la presencia de Sheebel-li yendo en su busca para ver de quien se trataba. Al comprobar que el rastro pertenecía a una sola criatura no quiso interrumpir el sueño del resto del grupo. Los ojos rojos de la quimera no tardaron en encontrarse frente a frente con los de la licántropa estableciéndose entre ellos una feroz lucha: Sheebel-li saltaba de roca en roca disparando espinas y amenazando con su cola de escorpión y afiladas garras. Maya, por su parte, mucho más ágil y escurridiza esquivaba todos los disparos portando en sus manos una espada y una lanza. Astuta como una buena alfa de su especie, la licántropa supo conducir a Sheebel-li a una grieta entre dos paredes de roca sin salida hasta acorralarlo con su lanza. Por la expresión de sus fauces no cabía la menor duda que su intención era atravesar el cuerpo del felino y rematarlo con la espada.
- Espera! , gritó Shebeel-li, no es mi intención haceros daño. Sé que sois superiores en número pero si hubiese querido haceros frente habría dado la señal de alerta y hubiesen acudido refuerzos.
Ante la mirada de desconfianza de maya, la criatura medio humana medio felina continuó:
- Debes creerme, te estoy diciendo la verdad. De hecho, os he estado espiando desde el primer momento que entrásteis en la cueva y de eso ya han pasado algunas horas.
- ¿Quién eres y qué haces aquí? respondió Maya
- Soy Sheebel-li. Me designaron como guardián de la entrada Oeste. Lumiol controla el resto de las otras tres puertas. Si vuestra intención es llegar a la tierra de los Días Oscuros no os va a resultar nada fácil atravesar esta gruta si no contáis con un buen guía. El gran mago aunque está ciego es capaz de verlo todo a través de un prisma de cuarzo que lleva siempre en su mano.
- Entramos aquí sólo para pasar la noche y refugiarnos de la tormenta, no pretendemos atravesar esta gruta sin saber adónde nos conduce. Al amanecer, recogeremos nuestras cosas y seguiremos nuestro camino por el exterior. Hasta el momento, tú eres nuestra única amenaza - dijo la licántropa presionando con la punta de su lanza sobre el pecho del felino.
- Te repito que no represento para vosotros ninguna amenaza. Estuve contemplando al fauno y su humano durante el tiempo de su apareamiento y podría haber aprovechado la ocasión para atacarles y, sin embargo no lo hice. Me hubiese resultado muy fácil abalanzarme con mis garras mientras ellos estaban copulando, no habrían tenido tiempo para reaccionar.
- Entonces ¿cuales son tus verdaderas intenciones?
- Protegeros y convertirme en vuestro guía
- jajjajajjaja ¿me tomas por una imbécil? - exclamó la licántropa - sé de sobras el apetito voraz que tenéis los de vuestra especie. ¿Cuanto tiempo hace que devoraste a tu última presa?
- Haces bien en desconfiar de un extraño pero te aseguro que tengo la despensa de mi refugio completamente llena. Tampoco somos tan sanguinarios como piensas.. ¿Queréis marcharos ? muy bien, adelante. No os lo voy a impedir, pero creo que olvidas que el verdadero peligro para vostros está ahí afuera.
- ¿Qué quieres decir? Preguntó Maya
- Halib y sus huestes ya han llegado al pie de la colina, han localizado vuestro rastro por el perro del muchacho y os buscan por todas partes. De hecho, se han apoderado de los carromatos y los potros de tiro. ¿Quieres ir a comprobar si te miento? tienes buen olfato así que sabes muy bien que estoy en lo cierto.
Maya supo que Sheebel-li no le estaba engañando ya que en su turno de guardia en la entrada de la cueva pudo percibir el olor de Halib y su ejército, pero a causa de la lluvia y la tormenta, el rastro le pareció débil y no pensó que estuviesen tan cerca.
- ¿Crees que los oteadores de Halib localizarán la entrada? ah... claro! ese maldito perro buscando a su dueño nos delatará.
- No, si yo lo impido, dijo Sheebel-li
En efecto, una enorme pared de piedra comenzó a deslizarse desde un lateral hasta cerrar y sellar la entrada de la cueva herméticamente.
- ¿Te convences ahora mujer-lobo? estáis de momento a salvo hasta que vuestros perseguidores encuentren otra puerta por donde entrar. Mientras tus compañeros duermen por qué no te relajas y confías en tu nuevo amigo? ¿Conoces JARDÍN RENACIMIENTO? puedes degustar cualquier flor, fruta o alimento que al instante se repone...
Lo que apareció a los ojos de Maya cuando Sheebel-li la condujo varios metros a través de unas rocas fue algo grandioso. Un enorme vergel con árboles y plantas de diversas tonalidades regados por fuentes y manantiales componían un hermoso conjunto.
-¿Quién habita en ese lugar? preguntó Maya
- Los lumiolitas, hijos y descendientes del Gran Mago Lumiol. Todos ciegos al igual que el Mago pero si sois cautos no os descubrirán. Yo os enseñaré cómo pasar desapercibidos para que los lumiolitas no os detecten.