04-16-2017, 06:54 PM
(This post was last modified: 04-16-2017, 07:20 PM by DarkAurion98.)
El líder de la manada guarda silencio, observando desafiante al naga frente a sus ojos. Maya y Andreas se sitúan a su lado, miedo muy lejos de sus expresiones mientras un casi inaudible rugido escapa a su pecho. Otto y sus seguidores solo rien, ignorando el fugaz destello de una flecha de cobre que se apunta desde la distancia. Unai sin embargo lo nota, agarrando muy sutilmente la mano de su alfa y generando un minúsculo sonido de suplica que pondría a cualquier dominante en modo protector. Rheiki sabia que su colega del alma le advertía de algo, más cuando noto ese brillo metálico posarse de nuevo sobre su pecho. Fue suficiente una breve mirada a todos sus guerreros para que estos tomaran cubierta, provocando a los adversarios que con serpentiles amenazas se lanzaron sobre ellos. Poco sabían que los dos centinelas humanos, por herir al fauno, hicieron llover flechas sobre sus rastreras colas.
Todo era confusión. Con un escudo, Volthur tomo la delantera, bloqueando los certeros disparos al tiempo que Daven rebanaba las escamas de los nagas enemigos. Otto, sin ser oponente fácil, se enfoco en Rheiki, enroscando su rojiza extremidad alrededor de peludas patas. Su oscura lengua se burlaba del macho cabrio mientras lamia su cuello, tentando los celos de Unai.
Es bueno decir que así como el alfa sabia reclamar lo que era suyo, su omega también, disparando una flecha certera a la división entre torso y cola del líder naga, haciéndolo retorcerse de dolor mientras se acercaban los humanos rebeldes. Maya destrozaba la cara de un rastrero con sus hambrientas garras, ayudando a Daven. El orco continuaba bloqueando flechas y el líder de la manada..... digamos que junto a su amado molía a golpes el cuerpo del reptil guardián, quien sin rendirse los aprisiono contra un árbol.
- Esto hubiera sido más fácil si hubieran vuelto por donde vinieron *ssss* - Se burlo Otto, cintura sangrando con flecha incluida y sudor lloviendo de sus cuernos.
- Esto *forcejeo* hubiera sido mas fácil si hubieras desaparecido tu puta cara del camino - exclamo Rheiki, sosteniendo con todo su poder la cola del enemigo para que no aplastara la garganta de su cabrito. Buena suerte que el naga no era el único con cuernos, porque cuando el hijo de Pan recordó que también los portaba, embistió con su cabeza el vientre húmedo del opresor, ganando mil maldiciones en el proceso y un tono carmesí en sus extensiones caprinas.
De los otros cuatro nagas, tres cayeron inconscientes y uno se retiro, pero los humanos aun seguían ahí, deteniendo al grupo lo suficiente hasta la llegada del resto de cazadores. Intentado recuperar el equilibrio, Rheiki cargo a su príncipe en hombros. Es entonces cuando entro Ruth en escena, con toda su gracia soplando un morado polvo para que el viento lo llevara hasta las fosas nasales de los rebeldes. Estos tropezaron, lo que le indico a todos que la mujer en su astucia uso los tallos de delirio nocturno como sedante aéreo.
El alfa líder no perdió la oportunidad, estrellando las cabezas de los peones una contra otra, regocijándose en el sonido de cráneos rompiéndose. La imagen resultante humedeció el cobertor de su carrier. El macho jadeaba sobre los cadáveres, pecho peludo bañado en sudor y sangre enemiga. Sus pupilas estaban dilatadas y sus cuernos gotean el liquido rojo, supuestamente diseñado para el interior del cuerpo, no el exterior. Sus bolas, pesadas y olorosas, alcanzaban a verse bajo su taparrabos.
- ¿Todos están bien? - Pregunto agitado. - Omega. Tu vientre. Te hirieron - Continuo en tono dominante, abrazando a Unai y apestandolo con su aroma cálido.
...
[Para los lectores y mi colega. Dejare aquí el link de un blog diseñado para explicar la historia de los personajes en mayor detalle. No es necesario para entender el rp pero es una idea que me ha gustado mucho. Espero lo disfruten]
http://encantoforestal.blogspot.com.co/
Todo era confusión. Con un escudo, Volthur tomo la delantera, bloqueando los certeros disparos al tiempo que Daven rebanaba las escamas de los nagas enemigos. Otto, sin ser oponente fácil, se enfoco en Rheiki, enroscando su rojiza extremidad alrededor de peludas patas. Su oscura lengua se burlaba del macho cabrio mientras lamia su cuello, tentando los celos de Unai.
Es bueno decir que así como el alfa sabia reclamar lo que era suyo, su omega también, disparando una flecha certera a la división entre torso y cola del líder naga, haciéndolo retorcerse de dolor mientras se acercaban los humanos rebeldes. Maya destrozaba la cara de un rastrero con sus hambrientas garras, ayudando a Daven. El orco continuaba bloqueando flechas y el líder de la manada..... digamos que junto a su amado molía a golpes el cuerpo del reptil guardián, quien sin rendirse los aprisiono contra un árbol.
- Esto hubiera sido más fácil si hubieran vuelto por donde vinieron *ssss* - Se burlo Otto, cintura sangrando con flecha incluida y sudor lloviendo de sus cuernos.
- Esto *forcejeo* hubiera sido mas fácil si hubieras desaparecido tu puta cara del camino - exclamo Rheiki, sosteniendo con todo su poder la cola del enemigo para que no aplastara la garganta de su cabrito. Buena suerte que el naga no era el único con cuernos, porque cuando el hijo de Pan recordó que también los portaba, embistió con su cabeza el vientre húmedo del opresor, ganando mil maldiciones en el proceso y un tono carmesí en sus extensiones caprinas.
De los otros cuatro nagas, tres cayeron inconscientes y uno se retiro, pero los humanos aun seguían ahí, deteniendo al grupo lo suficiente hasta la llegada del resto de cazadores. Intentado recuperar el equilibrio, Rheiki cargo a su príncipe en hombros. Es entonces cuando entro Ruth en escena, con toda su gracia soplando un morado polvo para que el viento lo llevara hasta las fosas nasales de los rebeldes. Estos tropezaron, lo que le indico a todos que la mujer en su astucia uso los tallos de delirio nocturno como sedante aéreo.
El alfa líder no perdió la oportunidad, estrellando las cabezas de los peones una contra otra, regocijándose en el sonido de cráneos rompiéndose. La imagen resultante humedeció el cobertor de su carrier. El macho jadeaba sobre los cadáveres, pecho peludo bañado en sudor y sangre enemiga. Sus pupilas estaban dilatadas y sus cuernos gotean el liquido rojo, supuestamente diseñado para el interior del cuerpo, no el exterior. Sus bolas, pesadas y olorosas, alcanzaban a verse bajo su taparrabos.
- ¿Todos están bien? - Pregunto agitado. - Omega. Tu vientre. Te hirieron - Continuo en tono dominante, abrazando a Unai y apestandolo con su aroma cálido.
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